Día 44. 27 de abril. Enlace al post y comentarios de Facebook.
Sea como fuere, tras el desconfinamiento ayer de los menores, aunque sea parcialmente, unido a que el resto de obras están funcionando con normalidad, así como los supermercados y otros establecimientos autorizados, y con la vista puesta en un posible desconfinamiento parcial para los adultos, el próximo fin de semana, pues la verdad es que creo que hemos comenzado la semana con menos ansiedad. Alguno pensará que no es así, y que mejor hable por mí; en realidad es lo que estoy haciendo. Por supuesto, el hecho de seguir viendo cerrados los bares, restaurantes y resto de tiendas, nos recuerda que seguimos en estado de alarma.
Hoy ha tocado hacer compra y salir a trabajar, por lo que he pasado por varias calles de Tembleque, comprobando aún los efectos de la última tormenta, con barro acumulado en la Calle Consuegra y Cuatro Calles, agua en la zanja, de nuevo la cigüeña disfrutando de lo lindo, en la parte trasera del colegio. Ya no repito esta foto por ser calcada a la de días anteriores.
Las obras de restauración de la Plaza Mayor avanzando, hoy con bastantes más operarios, según me ha parecido ver desde los arcos. Aquí también se ha acumulado agua tras la tormenta, ya que los cuadrantes aún sin terminar, a falta de poner todos los adoquines, hacen las veces de "piscinas" con poca profundidad, de unos 10 cm, algo que se solucionará según la rellenen de adoquines. Recuperaré alguna foto de Euyín de ayer, donde se aprecia perfectamente esto de las "piscinas". No obstante, parece que el solado está bien nivelado, pues se ha podido observar, tras las intensas tormentas, que cuando el alcantarillado ya no absorbe más, el agua se evacua por el callejón del Toril, y de ahí a la zanja, como estaba proyectado.
Esta mañana he podido ver a algún operario del Ayuntamiento que seguía echando herbicida por algunas zonas, como las cunetas de la carretera de la estación, ahora ya con algún goteo de menores paseando junto a su padre o madre, al igual que por las calles, que con poca afluencia, como debe ser, desde ayer ya comenzamos a ver a gente paseando.
Otra de las recientes actuaciones municipales, ha sido la instalación de un nuevo badén o reductor de velocidad, en la Calle Madrid, frente al muro del campo de fútbol. Ojo, que puede ser un poco "traicionero". Aparenta menos de lo que es, y ya os digo que es mejor reducir bastante la velocidad, pues me parece más brusco que otros badenes que ya existen en el pueblo.
Esta mañana, según me ha informado nuestro alcalde, se ha continuado con el reparto de alimentos, por parte de la empresa cárnica EMCESA y la Escuela de Hostelería de Tembleque, que por cierto esta noche han emitido un reportaje en el programa de CMM "Ancha es Castilla-La Mancha", el cual está publicado íntegramente en el blog, por quien desee verlo. Incluye varias entrevistas y cómo se gestiona el reparto. Una labor realmente admirable.
Se está también a la espera del reparto masivo de mascarillas, por parte de la Junta, a toda la región. Creo que dan 5 mascarillas de un solo uso por cada domicilio. Cuando pase este reparto, nuestro Ayuntamiento continuará también repartiendo más. Me comenta Jesús, nuestro alcalde, que ahora el problema en cuanto al material sanitario está en los guantes, pues está costando mucho localizarlos para su posterior reparto. Me comenta que pierden días enteros buscándolos por todos lados.
Hoy, se ha vuelto a escuchar música durante los aplausos a los sanitarios, puntualmente a las 20h. Hacía bastante fresco a esas horas desde los balcones; no termina de llegar el calor, aunque según las previsiones, para el próximo fin de semana, coincidiendo posiblemente con la salida de los adultos, y con el mes de mayo, parece que las temperaturas subirán un montón, por encima de los 30 grados. Esperemos que eso también ayude a matar al bicho.
Finalizamos la jornada, como tantos otros días de esta cuarentena, con lluvia sobre Tembleque, en la tarde-noche de hoy.
Las fotos de la crónica de hoy, en su mayoría están relacionadas con esta sorprendente primavera, lluviosa, fresca y sin polución, que hace que incluso los animales se comporten de manera distinta, como el perro y el gato juntos, frente a una antigua fachada que os reto a ver si sabéis dónde se encuentra. También las nubes de evolución que crecían amenazantes tras la iglesia, o los charcos en esas improvisadas "piscinas" de baja altura, en la Plaza Mayor. El barro acumulado en el cruce de las Cuatro Calles, o las labores de herbicida en la carretera de la estación, que está salvaje en cuanto a vegetación. También os muestro ese badén, que va a dar algún susto a más de un vecino, sobre todo la primera vez que se pase por él.
Mañana más y mejor, pues será un día menos.
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