Tras esta necesaria introducción, para comprender mejor cómo he podido elaborar este reportaje de corte histórico, vamos a tratar de entrar de lleno en cómo se sufrió en Tembleque aquella epidemia, haciendo un seguimiento cronológico, lo más exhaustivo para hacernos una composición de la manera más aproximada, entre los años 1918 y 1920.
Intentando concretar más. Entre los años 1918 y 1920, cuyo de censo en Tembleque era de aproximadamente 3600 habitantes, si sumamos sólo los casos en los que se especifica la nomenclatura grippe o grippal y sus derivaciones, serían 31 fallecidos. Si sumamos los casos muy probables con nomenclaturas del tipo “bronquitis, bronconeumonía, neumonía o similar, habría que sumar otros 56 fallecidos. Y a lo anterior, le podríamos sumar los casos del resto de meningitis, que suman 22, ya que algunos historiadores coinciden en que muchas de esas meningitis, a pesar de la corta edad de los pacientes, niños y bebés, serían provocadas por la misma epidemia. Es decir, que sumando el total de todos los supuestos, en esos tres fatídicos años, nos saldría un máximo de 109 fallecidos. Por eso pongo que la cifra puede rondar el centenar, porque no se puede precisar más. Se supone que la inmensa mayoría de todos los supuestos anteriores, fueron por la epidemia gripal. Además, se aprecian dos picos muy localizados a lo largo de aquella epidemia.
En el caso de Tembleque, sin duda alguna fueron los meses de
noviembre y diciembre de 1918 los de mayor número de víctimas; un mínimo de 20,
todas ellas de gripe certificada, sin ninguna duda, más otros pocos de esos
casos muy sospechosos. El segundo pico, se puede decir que fue entre enero y
febrero de 1920, con otros 5 fallecidos de manera oficial y otros 6 que casi
con toda probabilidad también lo fueron por la gripe, aunque no se especifique
como tal. El resto de casos, sean de gripe certificada o enfermedades
pulmonares muy sospechosas de serlo, hasta sumar ese centenar de manera
aproximada, se esparcen a lo largo de todo el período, siendo los meses de
verano los de menos casos, sólo algunos sospechosos en 1919 y 1920.
He tratado de hacer una gráfica, para poder apreciar y ordenar de una manera más clara la evolución de esta pandemia a lo largo de esos tres años, 1918, 1919 y 1920.
En Tembleque, la primera fallecida oficialmente por Gripe fue el 25 de junio de 1918, una mujer de 62 años, concretamente por bronconeumonía grippal, aunque previamente, durante la primavera de aquel año 1918, tal y como se aprecia en la gráfica y en el listado que también voy a publicar, hubo casos de fallecidos que muy probablemente fueron también por esta gripe, aunque no se especificara textualmente como tal, sino por otras enfermedades pulmonares, de las que en años anteriores o posteriores, hubo muchos menos casos que los que se contabilizaron durante esta epidemia.Vamos a tratar de intentar formar una cronología de cómo
vivimos en Tembleque aquella epidemia, gracias a los pocos registros que se
mantienen en las actas municipales, y algunas crónicas del diario “El
Castellano”, enfocados más a Toledo y a la provincia en general. Trataré de no
profundizar mucho en Toledo y provincia, ya que para eso al final voy a
compartir varios reportajes más específicos, para a continuación centrarnos lo
máximo posible en Tembleque.
Ya ese verano de 1918, cuando la primera muerte por grippe
llegó a Tembleque, y aunque aún no se hablaba de epidemia generalizada por
nuestra provincia, sí que llegaron al Ayuntamiento de Tembleque las primeras
notificaciones oficiales, por parte del Gobierno Civil de Sanidad.
El alcalde de Tembleque durante toda la epidemia de aquella
fatídica gripe, fue Don José Rincón Molina. Entre los concejales de aquella
época, encontramos nombres como Dionisio Lillo Osuna, que en ocasiones ejercía
también de “alcalde accidental”, al igual que Federico Mercado Pérez, Juan José
Toribio Mora, Manuel Muñoz Álvarez, Fausto Lozano Álamo, Víctor Ariza Caro,
Jerónimo Vizcaíno Ocaña, Francisco Minaya Oliveros, Hermenegildo García Norro Rabadán o Lorenzo Chozas Muñoz, a lo largo de aquellos tres negros años.
Con fecha 10 de julio
de 1918, llegaron a la corporación municipal de Tembleque, así como la de otros
pueblos de Toledo, las siguientes disposiciones por parte del Gobierno Civil,
relacionadas tanto con la grippe como también por el Tifus, otra enfermedad que
hizo estragos durante el mismo período que coincidió con la epidemia de grippe:
Circular Gobierno
Civil de Sanidad, encargando a los Sres Alcaldes, Presidentes de las Juntas
Locales de primera enseñanza, que cuando lo consideren conveniente, y previa
audiencia del Inspector Municipal de Sanidad, decreten la clausura temporal de
las Escuelas, por la invasión de grippe que reina en nuestra nación.
…Haciendo saber a los
Sres alcaldes de esta provincia, que en el plazo más breve posible, establezcan
un servicio de vigilancia, para evitar la entrada de los pueblos de los
pordioseros, gitanos, vagabundos y gente desaseada, en evitación al contagio
del tifus exantemático que reina en Portugal.
…Recomendando a los
Sres Alcaldes de la provincia, para que a su vez lo hagan a los Inspectores
Municipales de Sanidad respectivas, ejerzan la más exquisita vigilancia sobre
cuántos viajeros lleguen del extranjero.
También ese verano de 1918, comenzaba la prensa a hacerse eco de la
proximidad de la epidemia, y de cómo debíamos anticiparnos a su llegada a la
provincia de Toledo, aunque aún ese verano, la incidencia no fue mucha en la
provincia. Leyendo la prensa, se comprende que haya pocas referencias hacia Tembleque, porque hubo otros muchos pueblos de la provincia de Toledo infinitamente más afectados que el nuestro.
Apenas una semana después, el 25 de octubre de 1918, se notifica a
la prensa otras 47 invasiones en Tembleque.
Ese mes de octubre, continuaron llegando notificaciones al
Ayuntamiento de Tembleque, por parte del Gobierno Civil, tales como:
Circular del Gobierno Civil de Sanidad, llamando la atención a los Sres Alcaldes, Inspectores Municipales de Sanidad, para que los enfermos atacados de grippe sean aislados inmediatamente, en evitación a su propagación. El Ayuntamiento de Tembleque por unanimidad acordó complimentarlas. 9-10-1928
Y así llegamos al fatídico mes de noviembre de 1918, donde
ya sí que se sucederían a diario tanto los enfermos como los fallecidos. Prácticamente
todos los fallecidos en Tembleque durante ese mes de noviembre y diciembre, fueron por grippe,
salvo muy pocas excepciones.
Circular Sanidad,
mandando a los Sres alcaldes de la provincia, que sin excusa ni pretexto de
ninguna clase, den cuenta todos los días del estado sanitario, expresando en
caso de invasión, el número de atacados, el de defunciones y el de altas, así
como si necesitan medicamentos y desinfectantes. 6-11-1918
Siguiendo con esa fatídica primera ola del mes de noviembre,
en Tembleque, al igual que en la actualidad, también se decidió desinfectar las
calles y casas. Con fecha 13 de noviembre de 1918, se acordó en sesión plenaria
del Ayuntamiento de Tembleque:
… Se acordó por unanimidad nombrar peones de higienización de viviendas y calles a los vecinos de esta villa Esteban Minaya e Infante, Félix Crespo Méndez, e Inocencio Arriba Cañadillas, para que en unión de los empleados de este municipio, lleven a efecto la desinfección y limpieza mandada, con motivo de la enfermedad reinante, acordándose también se provea este Ayuntamiento de los aparatos correspondientes, doblando el sueldo a los Serenos y Guardas, para que sea redoblada la vigilancia.
En diciembre de 1918 también se produjeron muchas víctimas en
Tembleque por la Grippe. De manera oficial 8, pero insisto, fueron algunas más.
El comienzo del año 1919 fue algo más tranquilo, en parte también porque se siguieron poniendo los medios que se tenían al alcance para intentar mitigar, en la medida de lo posible, el avance de la enfermedad, con más desinfecciones en nuestro pueblo.
Para empezar, se seguían suministrando medicamentos a los enfermos, no sólo de Grippe, sino también de viruela. A fecha 8 de enero de 1919, en las actas municipales se puede leer:
Uno de los dos médicos de Tembleque en aquella época, era Don José Hoya Montero, que los
seguidores de este blog conoceréis, por ser además uno de los mejores
fotógrafos que dejó imágenes para la historia de Tembleque tomadas en los años
20 del siglo pasado. De hecho, suya es la fotografía de la Plaza Mayor que ilustra este reportaje, que debió tomar en fechas próximas a la de la epidemia de Gripe. Este médico, natural de Béjar (Salamanca), se incorporó a
ejercer en Tembleque en el verano de 1912, con 31 años, y estuvo ejerciendo
hasta el comienzo de la Guerra Civil, por lo que le tocó de lleno la epidemia
de Gripe de 1918.
Precisamente, también quedó reflejado parte de sus servicios
en las sesiones municipales, como en la que se puede leer el mismo día 8 de
enero de 1919:
Cuenta de Don José Hoya Montero y Don Francisco Barba Medina, de los socorros que con nuestra intervención y por consejo de la Junta Local de Sanidad, ha suministrado el Sr Alcalde a pobres de solemnidad atacados de la epidemia grippal y variolosa, cuyo importe es de 277 pts con 75 ctmos.
Seguimos en ese inicio del año 1919, donde encontramos una interesante referencia, también con fecha 8 de enero, respecto a los materiales utilizados para las desinfecciones en Tembleque:
Factura Cuenta de Florentino Marín Calvo, de un pulverizador, gastos de facturación y traerlo de la Estación, cuyo importe es de cien pesetas.
Cuenta de Don Víctor Chozas, de 13 kilos de cloruro de cal y 17
pajuelas de azufre, para desinfección, importante 31 pts con 10 ctmos.
Cuenta de Inocencio Arribas Cañadilla, de los jornales invertidos en
desinfectar las casas de los epidemiados y fumigar en los lazaretos*
establecidos con motivo de la Grippe, cuyo importe es de 115 pts
Cuenta de Don Maximiliano García, de los productos invertidos y
suministrados en la desinfección de casas y enfermos de grippe y viruela, según
se detallan en la misma, importante 80 pesetas.
*Los lazaretos eran los lugares o recintos donde eran aisladas las personas contagiadas. En el caso de Tembleque, encontré una referencia de que en la anterior epidemia de cólera, en 1885, se había acordado preventivamente por la Corporación Municipal, un año antes de que el cólera llegase a Tembleque, que dicho recinto, tras estudiar en primer lugar el "local destinado al albergue de pobres transeúntes", que estaba situado junto a la ermita del Loreto, lindando al cementerio antiguo, al comienzo de las calle Las Cruces, sería finalmente en la desaparecida ermita de Ntra Sra de Gracia; cito textualmente de las actas municipales de julio de 1884:...que en el caso de la invasión del cólera, se utilice para hospital de los invadidos de esta epidemia, la Ermita de Nuestra Señora de Gracia (llamada también ermita de San Blas, en la salida del pueblo por la carretera de la estación, pasado el cuartel de la Guardia Civil. Curiosamente, esta ermita, durante la posterior Guerra Civil de 1936, también se utilizó como polvorín para guardar munición), por su mayor capacidad, situación al Norte del pueblo, mayor aislamiento y demás condiciones higiénicas que se requieren... Es posible que también se utilizara esta desaparecida ermita como lazareto, en la epidemia de Grippe de 1918 a 1920, 33 años después del cólera, aunque no lo puedo confirmar.
Aunque en 1919, la incidencia de casos en Tembleque no fue
tan alta como a finales de 1918, se encuentran más referencias en las actas
municipales, como la fechada el día 19 de febrero de 1919, donde se informaba
oficialmente de la aparición de cinco nuevos casos, y la orden de aislarlos
inmediatamente. Se notaba el temor, ya que también se suspendieron de nuevo las
clases en las escuelas de Tembleque:
Comunicación del Sr. Inspector Municipal de Sanidad de esta Villa, en la que nos participa se han presentado cinco casos de grippe y uno de viruela.
El Ayuntamiento por unanimidad acordó, se proceda inmediatamente al
aislamiento de todas, y que se establezca una vigilancia rigurosa en los
domicilios de los atacados, acordándose también sean suspendidas las clases
temporalmente y hasta nueva orden en las Escuelas públicas de niños, en
evitación de su contagio y propagación de mencionadas epidemias.
Y es que también la viruela hizo estragos en Tembleque, a la
vez que la Grippe. De hecho, la última referencia sobre esta epidemia la
encontramos el día 11 de junio de 1919, con nombre y apellidos de algunos de
los enfermos:
Cuenta del Depositario Municipal D. Juan Manuel Álvarez por orden del Sr Alcalde, por los socorros suministrados durante treinta y seis días a razón de tres pts cada uno al vecino de esta Villa Fausto Gómez, por padecer la enfermedad de la viruela y por haber estado completamente aislado, así como también otros socorros facilitados a los enfermos Teodoro Benito, Catalino Flores, Roso Pérez, Laureana de la Torre, y ancianos Manuel Martín, Martina García y otros necesitados, cuyo importe es de ciento cuarenta y tres pesetas con setenta y cinco céntimos.
El resto del año 1919 fue bastante más tranquilo. Hubo
varios fallecidos, tanto de manera oficial (2 en marzo), como de manera digamos
“no oficial”, donde continuamos teniendo dos o tres fallecidos todos los meses,
desde enero a mayo; un verano relativamente tranquilo (salvo dos fallecidos en
agosto) y un otoño, al fin, sin víctimas mortales. Desconocemos, eso sí, el número de
enfermos durante aquellos meses ni la gravedad de los mismos.
Aunque en Tembleque, aún nos esperaría una segunda ola o pico, desde finales de 1919 y a principios de 1920, tal y como se puede observar en la gráfica de este reportaje.
De esta segunda ola ya no encontré referencias ni en las actas municipales ni en la prensa regional de la época, cuyos artículos al respecto también habían disminuido progresivamente desde mediados de 1919. Únicamente gracias a las actas de defunciones del Ayuntamiento de Tembleque, podemos afirmar que en nuestro pueblo se produjo esa segunda ola que nos dejaría aproximadamente una veintena de muertos, si sumamos todos los casos oficiales y no oficiales (recordemos, con la nomenclatura “grippal” o sin ella en las causas de defunción, pero igualmente con mucha probabilidad de que fueran en realidad casos de gripe), con un fallecido oficialmente en diciembre de 1919 (y otros dos de manera no oficial), a los que hay que sumar 10 fallecidos en enero de 1920 (cinco oficiales y cinco no oficiales), otros dos en febrero y otros seis en marzo. Luego hubo un goteo de víctimas “no oficiales” en la primavera y verano de 1920, y parece que ya en otoño de 1920, se podría decir que la epidemia de gripe en Tembleque había llegado definitivamente a su fin, a pesar de encontrar un fallecido más, de manera no oficial, en diciembre de ese mismo año.Esta sería la crónica de la Gripe española en Tembleque, de la manera más detallada o aproximada que he podido relatar, tras estudiar minuciosamente, en una labor que me ha llevado incontables horas, durante bastantes meses, las más de mil páginas de actas municipales de aquellos años, así como las actas de defunciones del Ayuntamiento de Tembleque, al igual que todos los números (unos 500 ejemplares de 4 páginas cada uno) del diario "El Castellano", desde 1918 hasta 1920. Además ha tenido que ser una labor completamente manual por mi parte, ya que a pesar de estar digitalizado dicho diario, muchas palabras no las reconocía el lector digital ocr de los pdf,s, por lo que opté por repasar todos los ejemplares de manera manual, para procurar no perder ninguna información que me pudiera aportar pistas relativas a Tembleque.
A continuación, comparto una relación de los casos de defunciones en Tembleque con motivo de la Gripe, tanto de manera oficial, como todos los casos igualmente relacionados con enfermedades pulmonares, que según varios historiadores, coinciden en que en la mayor parte de dichos casos, también lo eran por esta epidemia. He optado por obviar los nombres y apellidos completos, dejando únicamente las iniciales, el sexo, edad, (resaltando también los casos infantiles) fecha y causa de cada defunción, para hacernos una idea aún más aproximada de todos los casos de fallecimientos que tuvimos en Tembleque. Tenéis acceso a la descarga de este pdf desde Google Drive: