Seguro estoy que muchos de nuestros vecinos, especialmente los de mediana edad en adelante, recordarán el episodio más tenso y angustioso que se haya vivido en el Cristo del Valle. Me refiero al incendio que se produjo en la ermita del Cristo del Valle, ocasionado por un rayo durante una tormenta, en mayo de 1986.
Fue un suceso ocurrido en una época sin teléfonos móviles, pero que aún así, se corrió la voz por el pueblo de manera casi instantánea, a pesar de los 15km que separan la ermita con Tembleque. Apenas quedan referencias escritas de lo sucedido, por no decir que este asunto jamás salió en la prensa de la época. Yo al menos no he encontrado nada en las hemerotecas.
Desde que nuestro vecino
Manolo Calvo me comentó que aún guardaba en su
videoteca particular un
documento gráfico inédito, con imágenes en vídeo de
los desperfectos de la ermita, grabados tan sólo un día después del siniestro, he intentado informarme lo más fielmente posible de cómo ocurrió todo, a base de preguntar a muchos de nuestros vecinos, de los cuales incluso he grabado algunos sus testimonios.
No tengo ningún documento oficial de lo sucedido, sólo las declaraciones de lo que recuerdan los vecinos que lo vivieron. Antes del relato, os invito a ver el formidable vídeo que Manolo Calvo grabó al día siguiente del incendio, ya con más calma, mientras aún se estaban evaluando los desperfectos.
Un documento gráfico excepcional. Observadlo con atención, y después prosigo intentando explicar lo sucedido, que no es fácil...
Resumiendo, parece ser que poco después de la Romería de mayo de 1986, (no puedo concretar el día exacto) se formó una tormenta seca, por la tarde (sobre las 15 ó 16h) que ocasionó que un rayo cayera en la zona, entrando por la mismísima cúpula de la ermita, que quedó completamente calcinada, y originó un incendio en su interior, aparte de una gran humareda que dejó ennegrecidas todas las paredes.
¿Cómo sería, visualmente hablando, la caída del rayo? Pues aunque no tenemos referencias gráficas del momento exacto (que yo sepa), para la elaboración de este reportaje he contado con la ayuda de nuestro vecino
Eduard Boanta, experto en temas de efectos especiales generados por ordenador, y tras explicarle lo que quería, ha recreado a partir de una fotografía de la ermita,
una perfecta simulación de cómo pudo ser. Insisto, se trata de un montaje, pero resulta igualmente impactante. Muchas gracias por la colaboración, Eduard!
Casualmente, un pastor de Mora, llamado Segundo, se encontraba en el cerro de enfrente, y fue quien bajó rápidamente, junto al Santero de entonces, Paco, que en esos momentos volvía de los servicios (WC) que estaban instalados antiguamente en la zona del aparcamiento, y que vio con sus propios ojos caer el rayo, con el gran estruendo. Rápidamente corrió hacia la vivienda anexa a la ermita, pues sabía que su mujer y alguno de sus hijos estaban en el interior. Todos sanos y salvos, afortunadamente. De hecho, la mujer había sentido el rayo, pero no sabía que en realidad había caído ahí mismo, en la misma cúpula.
Entre el pastor y el Santero protagonizaron el episodio más famoso de esta historia, que fue cuando tuvieron que sacar rápidamente la Imagen del Cristo al exterior de la ermita, para que no le afectaran las llamas. De hecho, muchos consideran un milagro que una sola persona, el pastor, aunque eso sí, ayudado por el Santero, lograran sacar la Imagen entre ellos dos solos, pues esa es una tarea que normalmente deben hacer entre bastantes más personas, dado el peso y la forma como está sujeta la Imagen. Sea como fuere, sacaron fuerzas de flaquezas y lograron sacar al Cristo al exterior, no sólo de la ermita, sino fuera del perímetro del recinto, para evitar cualquier tipo de problema.
Paralelamente, en esos momentos algunos vecinos se encontraban en el bar de Cipri, La Majada, que por aquel entonces se estaba aún construyendo, como Míchel, el albañil, que se encontraba precisamente trabajando en el tejado del bar . Vieron la tormenta desde ahí, y a los pocos minutos observaron que Paco, el Santero, acudía en bicicleta rápidamente al bar, a pedir auxilio. Para más inri, resulta que la bicicleta se le pinchó en el trayecto. Rápidamente, dadas las circunstancias, se dio la voz de alarma. En ese instante, Cipri (padre) salió inmediatamente con la única furgoneta que disponían en el bar, hacia Tembleque, a dar aviso, pues aún no había teléfono en el bar de La Majada, y la ermita continuaba ardiendo... Fue en Tembleque cuando Cipri avisó, en primer lugar al Presidente de la Hermandad del Cristo del Valle, Manuel Oliveros, que a su vez, le pidió que fuera inmediatamente al Cuartel de la Guardia Civil de Tembleque.
A partir de ahí se corrió la voz por las calles del pueblo como la pólvora... Incluso tocaron las campanas para avisar a todos los vecinos. Una tradición esta última, que yo diría que fue la última vez que se llevó a cabo. No sabría concretar el tiempo transcurrido desde que cayó el rayo, hasta que se personaron a ayudar los primeros vecinos, antes incluso que los propios bomberos, que venían de Toledo, pues no había por aquel entonces parque en Villacañas.
Nuestros tres protagonistas, que habíamos dejado en el bar de La Majada, Míchel, Cipri (hijo) y el Santero (con su bicicleta pinchada), al no tener ningún vehículo, acudieron a la ermita campo a través. El Santero gritaba: "¡Albañiles no, bomberos!!!"
El caso es que al final acudió todo el mundo: albañiles, bomberos, vecinos, etc...
A la llegada de los bomberos, tuvieron muchos problemas para alcanzar con el agua la cúpula. Se tuvo que traer una bomba de extracción de agua y conectarla al pozo, hasta que por fin se fue apagando poco a poco, si bien hubo algún bombero que casi salió intoxicado por el humo. Incluso al día siguiente continuaron refrescando la zona, hasta que todo quedó más o menos controlado.
No podremos decir que todo quedó en un susto, porque en realidad, aparte de la pintura,
hubo que cambiar toda la linterna de plomo de la cúpula por completo, con unas obras que se alargaron durante todo el verano,y que costaron alrededor de 4 millones y medio de las antiguas pesetas. (Unos 27000€). (Foto de la izquierda, en plenas obras).
Esta historia soy plenamente consciente de que podrá tendrá muchas incorrecciones o interpretaciones en su redacción, ya que mi única fuente han sido las declaraciones de varios vecinos, y hay que tener en cuenta que ya han pasado 28 años de lo sucedido.
El relato más valioso que conservamos, es el que nos cuentan el propio Santero, Paco, junto con el Presidente de la Hermandad del Cristo del Valle, Manuel Oliveros, justo al año del siniestro. Lo grabó Francisco Moraleda (véase este artículo sobre él) , con la videocámara que tenía por aquella época, y en dicho testimonio se explica que fueron unos turistas de Mora los que dieron la voz de alarma, (pudiera ser que irónicamente se refiriesen al pastor Segundo, que era de Mora) y también cómo sacaron la Imagen del Cristo al exterior, algo que resulta más o menos como os he dejado escrito en el artículo. Escuchadlo con atención. Es un testimonio histórico. Lamentablemente, ninguno de sus protagonistas está ya con nosotros.
Continuando con los testimonios, uno muy reciente que yo mismo grabé hace pocas semanas, a
Juana María, la hija de Paco, el Santero. Ella justo en ese momento se encontraba en Tembleque, cuando se enteró a la vez que el resto de los vecinos del pueblo, ya que tocaron las campanas de la Iglesia, por el incendio, como os he comentado anteriormente. El caso es que ella acudió con el taxi de
Poli, y lo que básicamente nos relata es lo que sus padres le contaron de todo lo sucedido:
También contamos con el testimonio de nuestro vecino Míchel, el albañil, que como os he contado anteriormente, él sí estaba muy cerca de la ermita, pues estaba trabajando en el bar de La Majada. Además, el día de la grabación de este relato, nos fuimos directamente a dicho bar, donde coincidimos con Cipri padre y Cipri hijo (Cipriano, vaya...). Así pues, será un valiosísimo testimonio el de estas tres personas, las más cercanas al siniestro en el momento de producirse, aportando todo lo que recuerdan de aquella fatídica jornada.
Os pido disculpas anticipadas por el audio, sobre todo en los primeros minutos, ya que justo ese día hacía viento, y el micrófono de la cámara recogió el molesto sonido que se origina. Aún así, prácticamente se entiende todo bien. Incluso después de esta particular entrevista a tres bandas, Míchel y yo
nos desplazamos en su coche a la misma ermita, y durante el trayecto continuó comentándome más curiosidades que iba recordando sobre el incendio. Todo eso ya se escucha en el vídeo perfectamente. Muchísimas gracias por vuestra aportación, Míchel y Cipri!
Antes de despedirme, quisiera dejar claro que este artículo en el blog se queda abierto a posibles modificaciones o nuevos testimonios que puedan surgir, a raíz de su publicación.
Quisiera dar las gracias nuevamente a
Manolo Calvo, ya que gracias a que en su día
tuvo el acierto de grabar y conservar este excelente documento, es ahora cuando estoy seguro que muchos se están informando por primera vez de este
oscuro capítulo en la legendaria historia del Cristo del Valle en Tembleque. También a
todo el pueblo de Tembleque en general, que tal y como se comenta en los testimonios,
ayudó muchísimo, económicamente, a las obras de restauración. Incluso se hicieron festivales de Teatro para recaudar dinero.
Gracias a todos los que han aportado parte de su tiempo a la elaboración de este reportaje, aparte de Manolo Calvo, a Cipri (padre e hijo), Juana María y Míchel. A Emilio Moraleda, que me facilitó los testimonios de 1987, a Eduard Boanta, por su pequeña obra de arte en forma de efectos especiales, y también a Pepe Seguido, por las gestiones necesarias para algo que de momento no ha podido ser, y tantos otros vecinos a los que estuve preguntando por este episodio, aunque no llegara a grabar sus testimonios: Pedro, Lola Oliveros, Ángel López, Miguel "Caracol", y seguro que me dejo a otros tantos en el tintero... Muchas gracias a todos!
Me consta que hubo muchos vecinos que estuvieron realizando fotografías incluso el mismo día del siniestro, así como los días posteriores. Sería de agradecer, si ven este artículo, que compartieran las imágenes para complementar toda esta información. Desconozco quien pudo realizar dichas fotografías, por más que he preguntado.
Por mi parte, continúo intentando averiguar, dentro de mis escasas posibilidades, cualquier dato nuevo que se pueda conseguir, no ya sólo sobre este incendio, sino sobre cualquier apunte relacionado con la historia del Cristo del Valle. Estoy igualmente en contacto permanente con el Secretario de la Hermandad, por si surgiera algún dato nuevo que pudiera ser publicado.
Y de momento esto es todo. Espero que este reportaje haya sido de vuestro interés. El próximo correspondiente a la Videoteca de Manolo Calvo, será mucho más ameno, pues, continuando con el Cristo del Valle, os mostraré un excelente vídeo de la Romería de mayo de 1985, donde volveremos a reconocernos prácticamente todos los vecinos, casi 30 años más tarde...