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viernes, 10 de noviembre de 2017

HEMEROTECA. "Tembleque se ahoga". Tormentas e inundaciones históricas.

A pesar de que en los últimos años, nos encontramos en un período de extrema sequía en Tembleque, nuestro pueblo, al igual que otros muchos de nuestra zona más inmediata, ha sufrido en otras épocas los estragos de las inundaciones causadas por tormentas. 
En la historia queda la inundación de 1801, que fue la que "creó la laguna de la Vega, permaneciendo sus aguas durante 7 u 8 años, siendo esto causa de que quedara diezmada la población por las fiebres desarrolladas en verano por las emanaciones de la laguna" (Memoria Inundación de Consuegra en 1891. Obras de defensa en Tembleque. 1905), y cuyas crónicas históricas narran literalmente: "el 14 de septiembre de 1801, sobrevino una tempestad a las 2 de la tarde, que principiando con truenos y relámpagos se siguió a la media hora una grande y abundante piedra, que a poco rato se convirtió en copiosa lluvia que no cesó hasta las doce de la noche, y se anegó más de la mitad del pueblo, derribando muchas casas de las que salían sus moradores en caballerías mayores. El señor cura tuvo que entrar en la iglesia a caballo y sacar el Santísimo, que se trasladó a la Vera Cruz, donde se celebró misa por muchos días, a causa de haber subido en dicha iglesia dos varas el agua y descarnado todo el suelo donde se descubrían los cadáveres. En los hondos y valles no se veía más que cielo y agua; el campanero que subió a tocar no pudo bajar en tres días; la pérdida de bienes, haciendas y ganado fue grande, y muchas las personas ahogadas". (Diccionario Geográfico-Estadístico. Tomo XI, 1829).
También la de 1854, 1891 (coincidiendo con la inundación de Consuegra, con casi 400 víctimas mortales) y 1893, donde se inundaron los silos de Villacañas, causando también 43 víctimas mortales, y cuya crónica, publicada en el diario "El Liberal", con fecha 4 de octubre de 1893, enfocada a Tembleque, por cercanía, ya nos auguraban un mal futuro, casi asegurando que Tembleque sería destruido sin remedio.
Continuando con esa inundación de 1893, se encuentra una detallada crónica de un periodista, publicada el 17 de septiembre de 1893, también por "El Liberal", que viajaba en tren, y se quedó bloqueado a 1 km de la estación de Tembleque. Nos narra con todo lujo de detalles aquella jornada. No tiene desperdicio.
De todo ello, prefiero no extenderme más, pues me gustaría publicar en el blog, más adelante, y siempre que encuentre tiempo suficiente, un extenso reportaje, donde explicaré la formación de las lagunas de Tembleque, las obras que se llevaron a cabo en nuestro pueblo a finales del siglo XIX para evitar inundaciones y un montón de documentación, datos y mapas antiguos.
En este post, aparte de haber repasado superficialmente algunas de esas inundaciones, también vamos a compartir una formidable crónica de otra inundación que tuvimos en 1855, recuperada por nuestro buen amigo, historiador y cronista de la Villa de Turleque, Pedro Antonio Fernández Peinado, en "La Gaceta de Madrid" del día 10 de septiembre de 1855 (el equivalente al actual Boletín Oficial del Estado), y que no tiene desperdicio. La podéis leer sin problema en la imagen adjunta.
Se explica, entre otros detalles, cómo falleció una anciana del pueblo, ahogada en su propia casa, o cómo se lograron salvar dos niños que llevaban la riada, seguramente de la zanja, hacia la laguna de la vega.
Avanzando unos años en el tiempo, nos encontramos con otra tormenta, a principios del siglo XX, en  julio de 1903, y cuya catástrofe fue principalmente en la cosecha del cereal, que quedó arrasada, tal y como se puede leer en la crónica igualmente del diario "El Liberal", con fecha 15 de julio de 1903.

Y ya para finalizar este pequeño repaso de tormentas e inundaciones en Tembleque, lo hacemos con un artículo publicado en 1972 por el periodista e historiador toledano Luis Moreno Nieto, (ya hemos publicado varios artículos de él en el blog) titulado "Tembleque se ahoga", para el diario "La Vanguardia" que me he permitido también coger prestado para titular este post. Es muy aconsejable su lectura, pues aparte de hablar de las inundaciones producidas por las aguas subterráneas provenientes de El Romeral, nos da un repaso a cómo ha afectado a algunos de nuestros monumentos más importantes de nuestro pueblo.
Así pues, podéis comprobar que no siempre hubo sequía en Tembleque. Algunos de nuestros mayores afirman que son ciclos, que tarde o temprano volverán las abundantes lluvias e inundaciones como estas que os he narrado; otros pensamos que es el cambio climático, que toca pasar por un período de varios años de sequía, pero en definitiva, lo que no podemos hacer es fiarnos de la naturaleza, pues más tarde o más temprano, lo veamos o no los que hoy estamos leyendo este post, es más que probable que volvamos a vivir un episodio similar, con consecuencias por determinar.
Edito este reportaje con fecha 8 de marzo de 2025, para añadir el enlace a un interesantísimo artículo publicado por el historiador Félix Patiño Galán, en su blog "Villafranca y su historia", titulado concretamente "Las inundaciones de Villafranca de comienzos del siglo XIX y la construcción del canal del Gran Priorato de San Juan", con algunas referencias a las inundaciones de Tembleque de 1801. Os dejo algunos extractos de su artículo:
El cambio de centuria en el valle del Alto Guadiana vino acompañado de fenómenos hidroclimáticos extremos que causaron la subida del caudal de los ríos manchegos como el Amarguillo, la inundación de campos y poblaciones, ingentes pérdidas en bienes y enseres e incluso la muerte de algunas personas. Las riadas fueron especialmente violentas en las localidades priorales de Villafranca de los Caballeros y Tembleque. 
...Por fin, en octubre de 1800 Carlos IV aprobó las obras proyectadas para evitar nuevas inundaciones en Villafranca de los Caballeros, mandando que se auxiliara a la población, por parte del infante gran prior, con 12.000 reales por vía de socorro gracioso. Poco después de iniciadas las obras, el 14 de septiembre de 1801, se desbordó nuevamente el río Amarguillo, provocando nuevas inundaciones en Villafranca de los Caballeros y Tembleque que asolaron las tierras de labor y las casas de varias poblaciones. De tal magnitud fue la crecida de las aguas que en Villafranca de los Caballeros se ahogaron 12 personas, además de más de 300 mulas de labor, diversas caballerías e innumerables cabezas de ganado porcino. Además, se perdieron numerosos papeles del archivo del ayuntamiento y muchos vecinos tuvieron que trasladarse a los pueblos vecinos.
 De nuevo los capitulares de la villa manchega recurrieron al gran prior solicitando que se tomaran las medidas oportunas que impidieran que tales desgracias se repitieran en el futuro
...A tal punto llegó la situación que, el 14 de abril de 1802, Carlos IV ordenó el cese de las obras del canal hasta que concluyeran las iniciadas en Tembleque y Villafranca de los Caballeros para paliar los efectos de las inundaciones sufridas, destinándose a las mismas los dependientes y caudales de las del canal. Joaquín Francisco Pérez, aparejador de las obras del canal, se desplazó hasta Tembleque para ayudar en las necesidades más urgentes. No obstante, Villanueva estimaba que en aquel momento había ciertas obras en el canal de reducida importancia, consecuencia de las lluvias sufridas en el pasado invierno, que no era conveniente suspenderlas hasta su finalización. Además, también sería adecuado que el sobrestante y los guardas del canal continuaran en sus puestos vigilando las tierras. Las obras en Tembleque y Villafranca de los Caballeros, sobre todo las de la primera, se extendieron más tiempo que el previsto inicialmente. En agosto de 1803 se desató otra tormenta sobre Tembleque que retraso su desarrollo debido a haber tenido que rehacer un murallón para la contención de las aguas de la laguna de Villaverde. 
Las obras concluyeron el 2 de enero de 1807 habiendo costado la cantidad de 260.073 reales. Villanueva fue recompensado por sus asistencias con 6.000 reales, cantidad que no recibió en vida como consta en la testamentaría del infante don Pedro.
 La suspensión de las obras del canal, ordenada por Carlos IV en 1802, supuso una nuevo y significativo obstáculo en el desarrollo de las mismas. El traslado de los trabajadores y caudales del canal a Villafranca de los Caballeros y Tembleque y la dilatación de las obras hasta 1807, año en que entraron las tropas francesas en España, supuso un nuevo golpe del que nunca se recuperarían.
Os invito a leer el artículo completo en este enlace del Blog de Félix Patiño, que incluye un vídeo-resumen de la conferencia del taller de historia que se llevó a cabo en Villafranca el 8 de marzo de 2025.

Todos estos recortes de prensa los añado a este álbum de Google Photos, para facilitar su descarga.

También me gustaría compartir un documento excepcional, que había publicado en otros artículos, y que corresponde al informe o Memoria de 1905, referente a las obras que se hicieron en Tembleque (además de Consuegra y Almería, principales afectados) tras las inundaciones del 11 de septiembre de 1891, que dejaron más de 300 fallecidos en Consuegra. Y aunque en Tembleque aquella terrible tormenta no fue tan intensa como en Consuegra, sí que fue suficiente para que nuestro pueblo se incluyera en el proyecto de las denominadas "obras de defensa" de cara a futuras tormentas, y evitar en la medida de lo posible la inundación del casco urbano. Algo que se logró especialmente por las obras de encauzamiento de la calle Las Cruces (la "zanja"). Todo está perfectamente detallado en el siguiente documento, al cual podéis acceder desde este enlace de Google Drive:
Espero que este reportaje haya sido de vuestro agrado, o al menos haya servido para aprender más de nuestra historia.

jueves, 26 de abril de 2012

El puente sobre el río Algodor.


Todos hemos pasado por él, ya sea para ir a Toledo o para alguna Romería del Cristo del Valle, aunque desde hace casi 20 años ha caído en el olvido. Se trata del puente sobre el río Algodor, cuya historia os voy a tratar de contar. (En la foto de la izquierda, un "Rubicar" pasando sobre él, en los años 80).
Para ello hace ya bastante tiempo que me puse en contacto con Jose Antonio Fraguas Díaz, que en 2006 escribió un interesantísimo reportaje publicado en el libro de las ferias y fiestas de aquel año, con muchísimos detalles y toda la historia de su construcción, y que a continuación rescato:

Lo que no publicó por aquel entonces fueron los planos originales de aquel antiguo puente, previo al de hierro que todos hemos conocido; él mismo se encargó de guardar una copia proveniente del Archivo General de la Administración (AGA), situado en Alcalá de Henares, y ahora todos nos podemos hacer una idea de cómo era, también con la colaboración de Ana Casas, en el tratamiento de la imagen panorámica:



Os dejo tres detalles de los planos, para verlo y leer la leyenda con mayor nitidez. Firmado por el ingeniero D. Rafael Monares en 1868.


Aquel puente, como Jose Antonio nos explica en su magnífica crónica, duró apenas 6 años, pues en una fortísima tormenta, que causó centenares de víctimas (359) en Consuegra, el 11 de septiembre de 1891, aquella construcción cedió, derrumbándose por completo.
Hubo otra gran inundación en Tembleque y alrededores, el 14 de septiembre de 1893, un par de años después, que causó 43 víctimas mortales en los silos de Villacañas. Sobre ambas tragedias ya escribí sendos reportajes en VDT, cuyos enlace tenéis en cada fecha, por no volver a extenderme más.

De aquella última inundación, la de 1893, se escribe precisamente alguna crónica en los diarios de la época, como en esta de "El Liberal", fechada el 17 de septiembre de 1893, donde se nos narra un penoso viaje desde Toledo hasta Villacañas, pasando lógicamente por Tembleque, explicándonos que a la altura del río Algodor se encuentran las ruinas de un antiguo puente que cedió en la inundación de 1891, y que aún no se ha repuesto, con las tremendas dificultadas para atravesar la zona. Os dejo un breve extracto de aquella crónica. Se trataba de las ruinas del puente cuyos planos originales os he mostrado en este artículo.


El puente de hierro que todos hemos conocido se levantó a partir de 1900, con muchos años de retraso respecto al derrumbe del anterior. Fue utilizado por todos los que pasaban por la carretera CM410 (la carretera de Mora); debido a su estrechez, era obligatorio el paso alterno de vehículos, pues no cabían dos a la vez; si mal no recuerdo, tenían preferencia los vehículos que iban en sentido Tembleque, teniendo que detenerse los coches que salían hacia Toledo, si acaso coincidían en el famoso puente de hierro. Esto fue así hasta 1993, momento en que se contruyó un puente paralelo, el actual, a muy pocos metros del antiguo, que ha quedado semioculto por los matorrales y en completo desuso. Tan sólo los peregrinos que hacen el camino a Santiago pasan por él. He añadido más fotos al álbum, con las marcas típicas del camino de Santiago, concretamente el Camino de Santiago de Levante GR 239. 
En 1993 se asfaltó y remodeló toda la carretera, desviándola también en la zona del castillo de Mora, por facilitar los viajes hacia Toledo.  Hermosa obra de calderería, según palabras del propio Jose Antonio Fraguas. En el año 2000 se pintó íntegramente en rojo, y así continúa en la actualidad.
Existía el rumor (revisar edición posterior de este mismo reportaje) de que el ingeniero de este formidable puente había sido Gustave Eiffel, el mismo de la famosa torre en París que lleva su nombre. Este importantísimo dato prácticamente se puede confirmar, pues nuestro paisano y seguidor del blog Ángel López asegura haber visto una placa incrustada a la entrada del puente, confirmando que dicha estructura fue obra de Gustave Eiffel. Dicha placa, algo más pequeña que una matrícula de coche, y posiblemente hecha en bronce, desapareció hace muchos años; seguramente alguien la sustrajo. Puesto de nuevo en contacto con Jose Antonio Fraguas, que también sabía del rumor, nos hemos comprometido a recuperar los planos de este último puente, que casi con toda seguridad tiene su ubicación localizada, para confirmar al 100 % este dato. De conseguirlo, lo dejaría plasmado en una segunda entrega de este reportaje. Según Ángel López, este es motivo principal por el que dicho puente, aunque en desuso, sigue en pie.
Buscando en internet información sobre Eiffel, aunque no he encontrado nada relativo a este puente concreto, sí se explica que tras la construcción de la famosa torre Eiffel, él y su equipo diseñaron multitud de puentes y viaductos tanto en España como en otros países, especialmente dirigidos al tráfico de ferrocarriles y carruajes, como debió ser nuestro puente.
No obstante, me veo en la obligación de editar este reportaje en marzo de 2019, con nuevos e importantísimos datos sobre la construcción de este puente de hierro:
A principios del año 2019, un lector de este reportaje, llamado Roberto Félix, nos indicó en un comentario que este puente no es obra de Eiffel, sino de la empresa asturiana Duro-Felguera.
Ante este nuevo comentario, decidí investigar para intentar averiguar si era cierta esta afirmación. Parece ser que así es, a pesar de no poner en duda que nuestro vecino Ángel vio (y mantiene) esa placa con el nombre de Eiffel, la construcción, ahora sí, podemos afirmar que pertenece a esta empresa asturiana, Duro-Felguera.
Aunque en un principio un servidor desconocía la existencia de esta empresa, rápidamente pude localizarla por internet, y comprobar que es una importantísima empresa de siderurgia que cotiza en bolsa, y que lleva tres siglos funcionando en nuestro país, (XIX, XX, y XXI) desde que se fundó en 1858, por Pedro Duro Benito.
Les mandé un email a su sección de contacto, explicándole mis dudas sobre la construcción de este puente sobre el Río Algodor.
Al cabo de unos pocos días, muy amablemente se puso en contacto conmigo Pelayo Canga, del departamento de comunicación e imagen de la empresa, y estuvimos hablando sobre el tema largo y tendido. Tras consultar en su amplio archivo documental, lograron encontrar los planos originales de este puente de hierro, y confirmar que fue una construcción de Duro-Felguera, a pesar de no encontrar el año exacto de este proyecto.
Los planos son los siguientes (los añado al álbum online), en cuya leyenda dice:
"PROYECTO DE UN PUENTE METÁLICO DE DOS TRAMOS CONTÍNUOS DE 25m DE LUZ SOBRE EL RÍO ALGODOR EN LA CARRETERA DE ORGAZ A HORCAJO."


Me puse en contacto nuevamente con José Antonio Fraguas, para contarle este giro en la investigación, y recordando, me comentó que cuando hizo las fotografías publicadas en este artículo, le sonaba que en alguna zona del puente había una inscripción.
Iniciales encontradas SDF
Así que recientemente, me pasé de nuevo por el famoso puente, para una inspección ocular más minuciosa, y pude comprobar que en algunos tramos, bajo el perfil superior, efectivamente, se encontraban grabadas las siglas "S D F", junto a los remaches, que según Fraguas, podrían ser "Siderurgia Duro Felguera", y posteriormente, la empresa me confirmó que eran "Sociedad Duro Felguera", pues a lo largo de la historia, se han utilizado varias siglas para denominar a la empresa Duro Felguera.
Puente de Consuegra. 1905
Estuve también en contacto con el historiador Consaburense Pepe García Cano, pues tras este giro, cabía la posibilidad de que esta empresa también hiciera los puentes de hierro de Consuegra, pues se construyeron por las mismas fechas, tras la inundación de 1891, (adjunto fotografía de 1905, facilitada por Pepe García Cano), aunque finalmente, Duro Felguera no encontró documentación al respecto de los puentes de Consuegra, aunque por las pistas, pudiera ser de otra gran empresa, también asturiana, de Mieres, ya desaparecida.
En cuanto a Duro-Felguera, os extraigo un documento, facilitado muy amablemente desde su departamento de comunicación e imagen, y que podéis leer a través de este enlace de issuu.com.
También os añado unas fotografías de distintas publicaciones de otros puentes similares construidos por esta misma empresa, en Talavera de la Reina, o Alcoy, en 1908, fechas muy cercanas a las del puente sobre el Río Algodor, que debió ser a principios del siglo XX.
En la empresa Duro Felguera, no les consta ningún tipo de colaboración con Gustave Eiffel, aunque en algunas publicaciones de la época, se comentaba la similitud de algunas de sus construcciones. Pudiera ser esta una referencia de lo que vio nuestro vecino Ángel en aquella desaparecida placa donde venía el nombre de Eiffel, pero no lo podemos asegurar.
De momento, esto es todo lo que os puedo contar, que no es poco, ya que al fin hemos logrado dar con los planos originales del puente de hierro, así como su procedencia, la empresa de siderurgia asturiana Duro-Felguera.


Así pues, espero que este reportaje os haya despertado la nostalgia, y la próxima vez que paséis por la zona, prestéis más atención a ese gran testigo inmóvil de nuestra historia, con incontables viajes a Toledo y al valle que habremos protagonizado gracias a él; inmortalizado además por google maps, (imagen de la derecha).
Os dejo con un álbum fotográfico (enlace a través de Google Photos), con imágenes del año pasado y otras de 2001, con el puente de hierro prácticamente recién pintado, además de otras instantáneas analógicas de los años 80, cortesía de nuestro protagonista. También añado las fotografías y planos añadidos en posteriores ediciones de este reportaje.
Edito nuevamente este reportaje, en abril de 2020, para añadir el enlace a un formidable artículo publicado en el blog de Roberto Félix, con más datos sobre este puente, incluyendo una excepcional fotografía de época, (que añado en la parte inferior) con dos personas posando en el exterior del puente, fechas del proyecto, construcción, etc, también con mención a un servidor y a José Antonio Fraguas. En realidad, la colaboración entre todos es lo que ha hecho posible la elaboración de toda esta información. 
Mi agradecimiento en este reportaje va en exclusiva a Jose Antonio Fraguas Díaz, por su gran colaboración y facilidad a la hora de recuperar el material gráfico de este artículo, y también a la empresa asturiana Duro-Felguera, por las gestiones realizadas para conseguir los planos originales del puente de hierro y demás información al respecto, y cómo no, a Roberto Félix, por la colaboración y la aportación del resto de datos que nos faltaba para culminar este reportaje.