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miércoles, 29 de octubre de 2014

125 aniversario del Cementerio de San Isidro.


En 1889 se construyó el actual Cementerio de Tembleque, el Cementerio de San Isidro. Echando cuentas podemos comprobar que este año 2014 es el 125 aniversario del camposanto. Este acontecimiento, que quizás a muchos les haya pasado inadvertido, me lo comentó nuestro paisano Jose Luis Escribano. Aprovechando la efemérides, y con su ayuda, y la de más vecinos que iremos presentando, vamos a aprender algo más sobre la historia del cementerio de Tembleque.

Antes de continuar con el reportaje, edito varios años después, con fecha de octubre de 2021, para ampliar información sobre los inicios del actual cementerio, gracias a las actas municipales del siglo XIX, que consulté posteriormente a la publicación de este reportaje:
Gracias a la información de las actas municipales de finales del siglo XIX, se puede afirmar que uno de los principales motivos, si no el único, que se tuvo en cuenta para la construcción del nuevo cementerio, fue por la epidemia del cólera que se sufrió en Tembleque, en 1885, y de la que tenéis amplia información en este reportaje del blog.
Especialmente el mes de agosto de 1885, había sido trágico, con más de un centenar de fallecidos. Ese verano, ya había gran temor en el vecindario, y por primera vez, fueron varios los vecinos que propusieron la creación de un nuevo cementerio, por el enorme temor a que las miasmas (efluvios de los cadáveres en descomposición), de los cadáveres del cercano cementerio situado junto a la ermita del Loreto, provocaran más casos de muerte por cólera en el vecindario. A su vez, también se creía que las lagunas con aguas estancadas o corruptas de la vega, provocaban igualmente enfermedades. Se cita textualmente, el 22 de julio de 1885:
 ...solicitan varios vecinos, que se construya un nuevo cementerio, en atención a encontrarse el que existe en malas condiciones, por la proximidad a la población (recordamos que dicho cementerio antiguo estaba situado junto a la ermita del Loreto)y que las miasmas (Efluvio maligno que, según se creía , desprendían cuerpos enfermos, materias corruptas o aguas estancadas) que han de desprenderse de la descomposición cadavérica, necesariamente han de ser perjudiciales a la salud, por lo que debe procurarse su clausura... 
Así pues, ese sería el desencadenante para tener en cuenta la construcción del nuevo cementerio, tema que se retomó muy pocos años después, en 1888, con el acuerdo, "por considerarlo de la mayor importancia y beneficiosas a los intereses sanitarios y del vecindario" de la Junta Local de Sanidad y el Sr. Párroco de Tembleque, Don Cándido García de los Huertos.
 Ya en enero de 1889, se estuvieron viendo las distintas ubicaciones posibles, para decantarse por la que todos conocemos, en terrenos de Dª. Joaquina (Fdez) Alejo, D. José Lozano Cereceda, D. Nicasio Marín, D. José María de Melgar y D. Saturnino García Camuñas, situados a distancia de 731 metros de la población Norte de la misma, por el carril denominado de Nuestra Señora de Gracia (que parte desde la desaparecida ermita de San Blas). En marzo de 1889 se acordó el inicio de las obras, y en junio de ese mismo año se darían por finalizadas; y más adelante, dentro de este mismo año 1889, en octubre, sería nombrado el primer guarda enterrador, Don Nicolás Infantes Fernández, con el sueldo de 1peseta y 25 céntimos diarios. En noviembre, se instaló la placa que sigue estando a la entrada del cementerio. Según se cita en las actas municipales: "Se abonó al vecino Calisto Vizcaino, de Aranjuez, la cantidad de 160 pts, por una lápida de mármol con inscripción del nuevo cementerio y pila para el agua bendita que se colocará en la capilla del mismo". En la parte inferior de la placa (adjunto fotografía), aparece la firma: C.L. VIZCAINO. ARANJUEZ. Ahora sabemos que en realidad se trata del señor que hizo la placa de mármol. Lo podéis leer en vuestra próxima visita al cementerio.
Y ya finalizando el año, a finales de diciembre de 1889, se clausuró el antiguo cementerio y se abrió el nuevo, como se dejó reflejado literalmente en el acta de la sesión extraordinaria con fecha 29-12-1889, y siendo alcalde de Tembleque Don Martín Barreda y Gil:
... para acordar lo que proceda respecto a la clausura del antiguo cementerio y apertura del nuevo, en atención a haber precedido la bendición de este que tuvo efecto el día 25 del actual (Navidad) y a haberse llevado los requisitos y formalidades legales al efecto.
... por unanimidad acordaron: tenga lugar la clausura del antiguo cementerio y apertura del nuevo denominado de San Isidro y que los cadáveres que hayan de ser inhumados o enterrados el día primero de Enero entrante (1890), lo sean en dicho nuevo cementerio, continuándose haciendo en este todas las inhumaciones desde la fecha últimamente citada, y con respecto a la traslación de los cadáveres, de acuerdo con el indicado Sr. teniente Cura, en representación del Sr. Cura y encargado de la parroquia, sean acompañados por el Clero o parroquia los que hayan habitado en el distrito del sur, que comprende las calles hasta el puente de la Iglesia, en la ermita de la Veracruz; y los que hayan vivido en el del Norte, que comprende las demás calles de la población, desde mencionado puente hasta la de la Virgen de Gracia en la ermita de Nuestra Señora de este nombre, en cuyas dos ermitas, y respectivamente según el distrito que a cada uno corresponda, con arreglo a la división que para este fin se ha marcado y queda expresado, serán despedidos los cadáveres por el repetido Clero o Parroquia. Que se haga saber al vecindario por medio de bando para conocimiento de los habitantes de esta Villa, dictándose en él las demás prevenciones que, referentes al asunto, tenga por conveniente el Sr. Alcalde para evitar dudas.
También se acordó, con autorización del Sr. Cura, se traslade para la colocación en el nuevo cementerio, la peana de piedra y Cruz de hierro que hoy existe en el antiguo cementerio, situado en su centro, y demás efectos o muebles para la conducción de cadáveres. Dando por terminada este acta, que firman los expresados señores...

Continuamos con el reportaje dedicado al 125 aniversario. 
No todos las personas saben que antiguamente, el cementerio de Tembleque estaba ubicado en la parte posterior de la Ermita del Loreto, hasta su traslado en 1889 a su actual emplazamiento, en la parte norte del pueblo, junto a la carretera de la estación.
Mapa de 1884.
 Es algo que podemos comprobar simplemente consultando antiguos mapas de nuestro pueblo, en la cartografía del Instituto Geográfico Nacional. Os dejo alguna imagen, concretamente de 1884, (a la izquierda) extraída a su vez de este artículo del blog de Juan Luis Redajo. Son cinco años antes de la construcción del actual.
Mapa de 1937.
Bien es cierto que en esa misma cartografía, en un mapa de 1937 todavía aparece situado el antiguo cementerio tal y como en 1884, desconozco si por algún error del cartógrafo, o porque aún quedara algo del cementerio junto a la ermita del Loreto. Es poco probable, pues las primeras tumbas del cementerio actual, datan de finales del siglo XIX, justo cuando acababa de construirse, según la placa que figura en su entrada.
No obstante, podremos leer en este reportaje, un valioso documento de 1892, donde se habla del funcionamiento o reglamento del cementerio que acababa de construirse, con todo lujo de detalles. Es fácil suponer que debió pasar un período de tiempo de transición durante el traslado definitivo, en este pequeño baile de cifras en cuanto a años se refiere.
Desconocemos la extensión exacta del cementerio antiguo. A mediados del siglo XX, cuando ya se había trasladado hacía más de 50 años, se plantaron unos tarays bordeando lo que se supone que pertenecía al cementerio, zona que desde entonces se divide en varias parcelas con distintos propietarios.
No obstante, edito este artículo una vez publicado, para añadir el plano original, que muy amablemente me ha facilitado nuestro amigo y vecino de Consuegra Luis Miguel Gallego, extraído del Instituto Geográfico y Estadístico, y fechado por el topógrafo en 1880.
 Es un documento inédito y extraordinario, donde podemos ver en su parte inferior derecha, el plano original de la Ermita del Loreto, y cómo en la zona central del cementerio existía una Cruz. También había un Corral en su parte norte. Con los datos y la escala, se puede desde luego ubicar con total exactitud todos los elementos. Muchísimas gracias por el aporte, Luis!: (Pinchar para ampliar a la máxima resolución posible, aunque a continuación os mostraré el enlace de descarga del original).
Podéis descargar la imagen con su resolución original, de 3 Mb, en este enlace: https://photos.app.goo.gl/CokxziQS2upRZrbp8


Vista aérea más o menos reciente. 1982
Nuestro vecino, el Maestro Don Jesús Antonio , me estuvo comentando algunos aspectos sobre el terreno, ya que su padre, a mediados del siglo XX, construyó un chalet y una granja en la zona. Fue por aquel entonces, siendo Don Jesús Antonio aún un niño, cuando recuerda que se pusieron los tarays que aún hoy en día podemos ver.



Vista aérea actual. Abril 2013.
También me comentó que junto a la ermita del Loreto se construyó un parque, donde se plantaron algunos árboles más (alguno de los cuales hoy en día son los que casi tapan la ermita, por su enorme tamaño), y algunas plantas decorativas en forma de rosetón. También pusieron más hileras de tarays en la zona central, formando varios pasillos, de las que sólo se conservan las que ahora parecen delimitar el contorno. Recuerda que en el lugar donde actualmente está el bar de "Puerta de la Mancha", de Felipe, antiguamente había una especie de caseta construida, que según le comentaron hace mucho tiempo, personas mayores que él, se trataba de una construcción que formaba parte del antiguo cementerio. Hay que comprender que en la época del antiguo cementerio, en el siglo XIX, no había ninguna carretera, ni siquiera calle o camino, en lo que hoy es la vía de servicio de la A4, por lo que el cementerio y la ermita del Loreto estaban anexos al resto del pueblo, sin ninguna limitación.

Como siniestra curiosidad, recuerda que al hacer los agujeros para plantar esos árboles del parque, aparecieron varios restos óseos humanos, que lógicamente debían pertenecer a enterramientos del cementerio antiguo. Dichos restos, recuerda que los metieron en unos sacos y los trasladaron al actual cementerio de San Isidro.

Don Jesús Antonio y familia, durante las obras en 1987.
En la Ermita del Loreto (véase este reportaje con imágenes antiguas), jamás recuerda que se utilizara para ninguna misa ni ninguna celebración especial. Nunca tuvo culto, al menos tras la Guerra Civil. Recuerda que hubo un tiempo en que los vecinos comentaron la posibilidad de celebrar la Festividad de la Virgen de Nª Sra del Loreto, aprovechando la Ermita en su nombre, pero nunca se llevó a cabo. No obstante, desde aquella época, la ermita quedó dividida por la carretera de Andalucía, hoy en día desviada por la actual autovía, y su olvido y deterioro ha sido constante desde entonces.

Obras del puente de El Romeral. 1987
De hecho, el propio Jesús Antonio me facilitó una fotografía familiar y una panorámica de la zona, donde podemos ver parte de las obras de construcción del puente de El Romeral, que parte precisamente desde la ermita del Loreto. Un documento gráfico histórico, sin duda. Año 1987.
Tras escuchar este testimonio, no sería de extrañar que aún quedaran bajo tierra algunos huesos de difuntos del siglo XIX o anteriores.
En cuanto al cementerio actual, construido en 1889,  hace unos meses encontré, en una visita al archivo del ayuntamiento de Tembleque, un antiguo documento manuscrito fechado en 1892, y titulado "Reglamento para el orden y administración interior del Cementerio de San Isidro". 
Es un documento excepcional que he querido rescatar y compartir con todos los lectores. Está escaneado a base de fotografías con el teléfono móvil, por lo que algunas páginas se ven más nítidas que otras. Sea como fuere, más o menos creo que se puede leer de una manera aceptable, dada la antigüedad de dichos legajos. Lo podéis hacer en la siguiente presentación online:

Podéis descargar una copia de este manuscrito en pdf en este enlace de google drive.

Distribución de cuarteles.
No obstante, para facilitar su lectura, me propuse transcribirlo de manera fiel, y tras muchas horas de trabajo, creo haberlo transcrito letra a letra, palabra a palabra, con letra de imprenta. En el apartado final de las firmas conté con la colaboración de Ángel de la Fuente Nogales, funcionario en el Ayuntamiento de Tembleque con bastante experiencia en este tipo de caligrafía, por tratar a menudo con documentos de esta antigüedad. 
Capilla del cementerio

En él, podemos comprobar que por aquel entonces, el guarda enterrador vivía en el propio cementerio, el cual tenía una sala de disecciones y autopsias. Se explican los lugares destinados a panteones, (de primera y de segunda) a particulares, entierros de niños (Párvulos), o gente que se suicidaba...(según me comentaba una vecina, María, estos últimos enterramientos tenían lugar en la zona popularmente llamada "el corralillo". Era algo mucho más habitual que hoy en día, sin duda). También se habla, entre otras muchas curiosidades, de las medidas de los nichos, distancias entre pasillos, lápidas, precios de cada enterramiento, la Capilla, y un larguísimo etcétera.

Velatorio
Velatorio
El guarda enterrador y su familia, no podían decir palabras obscenas, por vivir en un lugar sagrado. Era el encargado de absolutamente todo, como podréis comprobar.
Os adjunto algunas fotografías que pude realizar hace poco, en el interior de la Capilla, o en el velatorio, ambos lugares nada más entrar, uno a cada lado.

Nieves Muñoz.
 Hablando de la entrada, me comentaba nuestra vecina Nieves Muñoz, (a la que agradezco que me abriera las puertas de estos lugares que os menciono), que el arco de medio punto situado sobre la entrada al cementerio, está restaurado por la III Escuela Taller de Tembleque, en los años 90, que fue también la encargada en aquella ocasión de restaurar la ermita de la Veracruz, para transformarla en la actual biblioteca. La propia Nieves estuvo soldando parte de la estructura de forja que vemos en ese arco. 
 A continuación podéis leer con más calma la transcripción literal del documento manuscrito anterior, que tiene muchas más curiosidades que os animo a descubrir:
Podéis descargar este pdf, transcrito del original, a través de este enlace de google drive.
 En la actualidad, en la web del ayuntamiento se encuentra la actual Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa del Servicio del Cementerio Municipal, que también dejo aquí publicada, por ampliar la información:

Me puse en contacto también con la familia Rodelgo Núñez-Polo, que tenía la antigua funeraria en Tembleque, por si me podrían aportar alguna información más para añadir a este reportaje. Muy amablemente, María, la sobrina de quien fuera el dueño de la funeraria entre 1907 y 1959,  me atendió en su domicilio, y aunque no conserva ninguna fotografía del antiguo carro funerario, me hizo un formidable dibujo del mismo, tal y como ella y su hermana Isabel lo recuerdan, con todo lujo de detalles, y que con mucho gusto comparto con todos en el blog, además de la pequeña redacción que me prepararon ambas hermanas explicando todos los detalles:
Dibujado por María Rodelgo Núñez-Polo, sobrina del que fuera propietario de la funeraria, Vicente Núñez-Polo

COCHE FUNERARIO DE CABALLOS. TEMBLEQUE. De 1907 a 1959:
La forma del coche era de tipo galera, con cuatro ruedas; dos grandes y dos pequeñas, y una lanza para enganchar dos caballos o mulas.
En la madera, había dibujos hechos de realce, y cuatro columnas que sujetaban el techo.
Las colgaduras eran de terciopelo negro con flecos de oro en el borde.
Para los caballos había arreos y adornos, también de terciopelo negro y flecos de oro, y para las cabezas, dos penachos de plumas negras.
El dueño del coche y de la funeraria era Don Vicente Núñez-Polo González-Ávila, también era el organista de la Iglesia y el director de la banda de musica. 


 Colaboran: Isabel y María Rodelgo Núñez-Polo.


Además de esta redacción, María me comentó que este carro, del que ya nada conserva, cuando estaba ya en desuso, se utilizó en el rodaje de alguna película de época, aunque no recuerda el título.
Otras curiosidades que me comentó es que en aquella etapa de la funeraria, había varias clases de entierros: Los entierros de Primera, donde el párroco acompañaba a la familia del difunto hasta el mismo cementerio, para realizar allí el responso. Los entierros de Segunda, donde el párroco acompañaba a la familia únicamente hasta la desaparecida Ermita de San Blas , y los entierros de tercera, donde el responso se daba en la Ermita de la Veracruz (actual biblioteca), y luego ya la familia era la encargada de trasladar al fallecido hasta el cementerio. Aunque según hemos comprobado por las actas municipales, en el caso del acompañamiento del párroco hasta la ermita de la Veracruz, o la ermita de San Blas, estaría más bien motivada por la zona (norte o sur del pueblo) donde tenía su domicilio el fallecido.
 También era la familia del difunto la que se encargaba de poner los caballos o las mulas en este carro, y guiarlos al cementerio, donde ya el guarda enterrador (se explica en los documentos anteriores) se encargaba del entierro.

No quisiera despedir este reportaje sin hacer especial mención a uno de los vecinos más recordados en nuestro pueblo en el pasado siglo XX. Me refiero a Jesús Toribio, "Cacho", que entre sus múltiples funciones en el ayuntamiento de Tembleque, destacando la figura de "Pregonero" también fue el enterrador en Tembleque durante varias décadas. Podéis recordar un amplio reportaje dividido en dos entregas que ya publiqué en el blog, a modo de homenaje póstumo:
“CACHO”, el último pregonero (PRIMERA PARTE) 
“CACHO”, el último pregonero (SEGUNDA PARTE)
Un tema como es el de los cementerios, podría dar para escribir muchísimas cosas más, pero de momento yo creo que con este reportaje es más que suficiente para que todos hayamos aprendido algo más sobre la historia del nuestro, el cementerio de San Isidro, al que más tarde o más temprano, todos tendremos que terminar en él.
Aprovechando la próxima Festividad de Todos los Santos, el 1 de noviembre, donde muchos vecinos acudiremos al camposanto, quisiera compartir con todos el siguiente vídeo, con un recorrido hacia ambos cementerios, el actual y el antiguo. Además, podemos comprobar que la carretera de la estación, en su tramo hasta la rotonda del cementerio, ha sido recientemente acondicionada en sus laterales, limpiándolo de malas hierbas y rellenando sus márgenes de zahorra.
 Espero que el reportaje, aunque bastante siniestro por el tema que trata, os haya gustado.
Muchas gracias a todas las colaboraciones que desinteresadamente me han ayudado a la elaboración del mismo. Jose Luis Escribano, Ángel de la Fuente, Nieves Muñoz, María Rodelgo y su hermana Isabel, Don Jesús Antonio y Juan Luis Redajo. Espero no haberme olvidado de nadie...
También os dejo el siguiente álbum de fotografrías, desde Google Photos, con todas las que habéis podido ver en el artículo, y algunas más.

jueves, 31 de marzo de 2011

"CACHO", el último pregonero. (II)

Esta es la segunda parte del reportaje sobre "CACHO", el último pregonero, cuya primera entrega podéis recordar en este enlace del blog .



Jesús Toribio García:

- Nació el 10 de enero de 1932.

- Falleció el 29 de junio de 1999

 - Su primer domicilio fue en la Plaza de España 14, actual Plaza Mayor, (en la antigua cárcel, como su padre) posteriormente vivió en la calle Santa Ana 35. Si bien me han comentado que muchísmas noches las pasaba en un pequeño cuarto que había en un edificio municipal, ya derribado, en frente de la Plaza de la Orden, junto a la casa de "Pascuala". En esta antigua foto de la derecha aparece dicho edificio, que hacía las veces de mercado municipal.

- Con 17 años entró de vigilante nocturno encargado del cementerio en calidad de interino, y tras casi 18 años, pasó a tener dicha plaza en propiedad, en 1965 (contaba con 34 años de edad)

- Se jubiló en enero de 1992, tras más de 40 años al servicio del ayuntamiento.

 Su sobrino Pedro, que es quien me ha facilitado las fotografías me contaba algo más. Antes de entrar en el ayuntamiento, trabajó en la fábrica de yesos, cuyo gerente era Evaristo Muñoz Terol. De su etapa de pregonero, la más recordada, siempre iba con su tambor y su “mobilette” por todas las esquinas del pueblo. Además de los bandos oficiales del ayuntamiento, también pregonaba cualquier cosa. Por ejemplo, que fulanito de tal vende patatas y pimientos, previa propina, claro está… Él sabía perfectamente cómo llegar su información a todo el pueblo. Por aquel entonces no había más medios, ni falta que hacía. Ya se encargaban los vecinos de “correr la voz” por todos los rincones de Tembleque. Era un tipo algo descuidado en su aspecto físico, un tanto desaliñado, pero eso no quita para que en el fondo fuera una gran persona muy apreciada por todos. Siempre iba acompañado de su gorra, una gorra de plato, con su cinta dorada alrededor de la misma, (era la gorra del ayuntamiento). Ni siquiera se la quitó cuando actuó de “extra” en la película “El puente” de 1976. En este fotograma le podéis ver detrás de Alfredo Landa con dicha gorra. En su etapa de enterrador, todos los que le conocieron coinciden en que no tenía ningún pudor a la hora de tratar con algún cadáver. Lo que me han contado resulta un tanto morboso; cuando hacía “restos” en el cementerio (limpieza de antiguos ataúdes), se le podía ver asándose unas sardinas a la hora del almuerzo, hasta aquí bien… pero es que para el fuego que encendía al asarlas utilizaba las tablas de viejos ataúdes… Antes de desviar la autovía de Andalucía, los accidentes en los cruces de la carretera vieja para ir a Villacañas o El Romeral eran relativamente frecuentes, y en algunas ocasiones con víctimas mortales. ¿Quién os imagináis que recogía los restos de alguna malograda víctima con sus propias manos para llevárselo del lugar?. Y cuando digo “restos” no me refiero precisamente a un cuerpo “entero”… En esta foto, según nos comentaba un vecino, Jesús estaba hablando precisamente con el encargado de la funeraria. Cito textualmente: "La foto de Jesus Cacho hablando con Santos el de los muertos, pues tambien le llamaban así porque tenía la funeraria, seguramente Cacho le estaba comentando "Santos tienes que llevar una caja para casa del tio... que acaba de morir" o Santos le comentaba a Cacho "este domingo voy a poner dos orzas de berenjenas en la plaza" que por cierto estaban riquísimas". Sin embargo, todo esto contrasta completamente con lo que me han contado algunos colegas suyos del ayuntamiento. En las típicas comidas navideñas, cuando se juntan todos los trabajadores, resulta que era realmente escrupuloso con la comida que le servía el camarero; algo que desconcertaba, lógicamente, a sus compañeros. El día de Todos los Santos, ahí estaba su mobilette, en la puerta del cementerio. Ese era un día en el que recibía montones de propinas de todos los vecinos, ya que a lo largo del año él se encargaba de todo lo que le pedían; limpiar algún panteón, cambiar velas, arreglar desperfectos, etc… Aparte de todo esto, se le podía ver perfectamente fuera de su horario de trabajo habitual haciendo cualquier tarea del ayuntamiento. Típica era la imagen de él, regando la Plaza de la Orden desde el agua del pozo Palacio, en esas jornadas estivales, ya fuera domingo, o a cualquier hora que él creyese conveniente. Sin ningún problema. Así era él, y todos lo aceptaban perfectamente. No he podido encontrar ni su mítica gorra ni el tambor con el que pregonaba, pero sí que he recuperado el carro con el cual salía a regar la plaza. Todo hecho de hierro, ruedas incluídas. La manguera amarilla que está enrollada es actual. Os dejo este par de fotografías frente a los arcos. También ayudaba todo lo que podía a los vecinos. Si tenía que ir alguna persona mayor a la casa del médico, ahí estaba él para acompañarle en el trayecto. Si veía a algún vagabundo por el pueblo, lo llevaba a la cárcel, pero no me refiero a que lo llevara detenido, sino al edificio de la cárcel, simplemente para que pudiera dormir a resguardo. Y esta otra fotografía en la misma zona; aquí sí, con su gorra y tambor. También se dedicaba a realizar todo tipo de manualidades; sillas, banquetas, etc... que le pedían los vecinos. Era un auténtico "manitas" con esta labor, según me han comentado. Os dejo un par de bandos pregonados por él. De los últimos antes de retirarse, que me han recuperado desde el ayuntamiento para la ocasión. No sabemos el año exacto de esta fotografía, con un jovencísimo Jesús en la parte oeste de la Plaza Mayor, a la altura de la entrada del Mesón. Tengo que agradecer a un montón de personas sus relatos para poder confeccionar este reportaje, empezando por su sobrino, Pedro Toribio, que desde Villarobledo me ha mandado las fotografías , así como a muchos vecinos del pueblo: Juanjo Sanz, imprescindible su labor a la hora de contrastar las fechas exactas, así como a Ángel de la Fuente, Jesús Santiago, Jesús Sota, Jose María Agudo, Santos “Poli”, Ángel y su señora Carmen, Felicidad Sánchez, Emilio Moraleda, Manuel Pinardo, Javier Fernández, y un larguísimo etcétera de pequeños testimonios que me han servido para dejar aquí plasmado este reportaje-homenaje. De todos modos, no quisiera que en este punto del artículo suponga un punto y final, sino un punto y seguido, pues haciendo uno de la opción de “comentarios” del blog, me gustaría que fueseis vosotros mismos los que agregaseis cualquier episodio que recordéis de “Cacho”, padre o hijo.

jueves, 17 de marzo de 2011

"CACHO", el último pregonero. (I)


Uno de nuestros vecinos más populares, pintoresco, recordado y querido por todos es Jesús Toribio, “Cacho” para todo el mundo, el último pregonero, sereno, barrendero y finalmente enterrador; aunque realmente hizo de todo en el ayuntamiento de Tembleque.
Desde este blog llevo tiempo pensando en hacerle un merecido homenaje póstumo. Me puse en contacto con algún familiar, para que me contara algo más de él y su familia, además de cederme estas magníficas fotografías. Cualquier vecino de Tembleque que supere los 30 años os podrá contar mil y una anécdotas de Jesús, o de su padre, Manuel.
No sabía cómo comenzar este reportaje, así que lo mejor será que empiece por el principio, procurando no extenderme demasiado.

Su padre; Manuel Toribio Martín:
-Nació el 18 de diciembre de 1902, hijo de Juan José y Josefa.

-Falleció el 30 de agosto de 1974.
-Domicilio en: Plaza de España, número 12 (actual plaza mayor, en el CRT)
-Se casó el 23 de septiembre de 1931 con Justa García Mora, que a su vez nació el 14 de diciembre de 1904. Tuvieron 4 hijos:
-Jesús Toribio García (10-1-1932)
-Juan José (11-5-1935)
-Josefa (11-7-1941)
-Manuel (23-11-1945)

Entró de alguacil interino en el ayuntamiento el 2 de abril de 1939, y pasó a ser alguacil –agente del juzgado de paz el 4 de julio de 1942, cobrando poco más de 12000 pesetas anuales. Fue tras examinarse en julio de 1953 cuando sacó la plaza en propiedad de alguacil con carácter definitivo.
En dicho examen también fue nombrado Don Segundo Fernández Pérez vigilante nocturno.
-Se jubiló en febrero de 1972, por invalidez, ya que llevaba 7 meses en cama sin valerse por sí mismo.
En 1953, el alcalde de Tembleque era don Miguel Martín- Rabadán Melgar.

La única fotografía que he conseguido de él y que os muestro en este reportaje está tomada en la fachada del “tío anticuario”, que como podéis suponer, vendía antigüedades en su tienda situada en la calle Empedrada. Ya no existe ni la tienda ni esa fachada.De Manuel me han comentado, entre otras anécdotas que era también relojero. En una ocasión, le dejaron un reloj que no funcionaba, y como si de un chiste se tratara, se lo entregó al cliente perfectamente arreglado, adjuntando unas piezas que “sobraban” del reloj original…
Además de alguacil y carcelero (vivía en la propia cárcel) también fue enterrador y sereno, figura esta que muchos no hemos conocido, pero gracias al relato de algunos vecinos nos podemos hacer una idea:
En Tembleque había dos o tres serenos, que en parejas realizaban labores de vigilancia nocturna por el pueblo, provistos de unos chuzos consistentes en palos que en uno de sus extremos tenían una especie de navaja, vestidos con una capa en invierno, ejercían un gran respeto entre los vecinos.
También me han contado que lo del típico canto de: “¡Sereeeeno y las dos!!” ,por poner un ejemplo, resulta que lo que anunciaba es que la noche estaba “serena”, en cuanto a la climatología se refiere. Desconozco el canto que harían en una noche lluviosa. Y lo de “las dos” o “las tres”, simplemente marcaban la hora que era. Además que solían hacerlo cerca de la casa del alcalde…


Existe una grabación antigua en vídeo de Manuel Toribio pregonando en la Plaza Mayor de Tembleque. Pertenece a uno de los episodios del documental: "PAISAJES DE LA HISTORIA", emitido por La2 de RTVE en 2006, y que se pueden recuperar en este enlace de la web de RTVE. Gracias a la colaboración de Lupi, que un año después de la publicación de este reportaje, ha dado con el momento exacto, a partir del minuto 31 del vídeo del enlace. Recomiendo su visionado completo, de 52 minutos, pues en él se explica perfectamente todo lo relacionado con la sección femenina, que estuvo presente durante toda la dictadura, y además la imagen es de muy buena calidad; aún así, os dejo una copia con el momento en que vemos a Manuel Toribio realizando su trabajo en el centro de la Plaza Mayor:
Añado otra versión de este mismo vídeo, en color, emitido nuevamente por el programa de RTVE "Ochéntame otra vez", el 25-2-2016. Y os facilito también el enlace al vídeo completo, publicado por la web de RTVE a la carta, en este enlace, o pinchando en la imagen adjunta.
Dejamos para una segunda entrega, (ya publicada en este enlace) el reportaje centrándonos en la figura de su hijo, Jesús Toribio, con mucho más material fotográfico y distintas anécdotas de su vida.