Es un placer volver a compartir un nuevo vídeo para nuestravideoteca particular del blog, como el que a continuación os voy a presentar. Gracias a la gentileza de nuestra paisana María Toribio, que ya colaboró para la realización de un reportaje sobre su padre, el artista temblequeño Agustín "Tinuco", Q.E.P.D., que podéis recordar en este enlace del blog María, que actualmente vive en Barcelona, recuperó recientemente una cinta de vídeo familiar en vhs grabada en Tembleque en el año 1996, que muy amablemente me cedió, ya digitalizada, para compartirla con todos los seguidores del blog.
Las tomas que grabaron en Tembleque están situadas en la zanja, junto al colegio, cuando aún no estaba construido el paseo de la zanja superior. Además, vemos una simpática escena donde vemos tanto a María, como a su padre, Agustín, cruzando las piedras saltaderas de la zanja. Y es que precisamente ese era el cometido original de esas piedras, cuando se instalaron en el año 1905, pues servían para cruzar a pie de la parte norte a la sur del pueblo, sorteando las aguas que pasaban por la zanja cuando llovía, que era algo mucho más frecuente que en la actualidad.
Continúa la escena en la "era" de la calle Cruces, frente a la parte trasera del colegio, con las explicaciones tanto de Agustín como de María, confesando la zona desde donde su padre, cuando iba al colegio ("las escuelas"), tiraba piedras a las ventanas...
Nos trasladamos posteriormente a la Plaza Mayor y Plaza de la Orden, donde comprobamos lo pequeñito que estaban los cipreses plantados en el muro que divide ambas plazas, y que en la actualidad, dichos cipreses sobresalen ampliamente de los tejados de la Plaza Mayor. Aquí, Tinuco nos explica dónde vívía, en la antigua posada de la Tia Victoria. Continuamos frente a la fachada de la Casa de las Torres, para finalizar en los jardines, aún con muy poca vegetación, y el rollo jurisdiccional de la ermita de La Purísima. A lo largo del vídeo, que a continuación comparto, vemos a algún que otro vecino paseando, aparte de los protagonistas y autores del vídeo, Agustín Toribio "Tinuco" y sus hijos María y Tinín.
Muchísimas gracias a María por este excelente documento gráfico, grabado en Tembleque hace más de 20 años, en 1996:
Nueva entrega de la sección genérica de "Fotos para el recuerdo", la número 14 donde de vez en cuando mostramos fotografías antiguas de Tembleque, en la mayoría de casos facilitadas por sus propios vecinos.
Nos centramos en esta ocasión en el año 1963. Nuestra paisana, gran amiga y seguidora del blog, María Toribio, ha rescatado del álbum fotográfico de su padre, Agustín Toribio "Tinuco", QEPD, un formidable lote de cuatro estupendas fotografías de nuestro pueblo, tomadas por él mismo en 1963, que a continuación comparto con todos los seguidores del blog. Comenzamos, siendo la víspera de una nueva Romería, con una extraordinaria panorámica del Cristo del Valle, en la Romería de aquel año 1963. Simplemente disfrutadla, viendo detenidamente todos los detalles:
Las otras tres fotografías están tomadas en distintas zonas de la Plaza Mayor. Su lado menos fotografiado, el ala Este, una instantánea que también he querido comparar con otra foto en la actualidad, tomada desde la misma posición.
Ahora nos vamos al rincón de la posada de la Tía Victoria, donde nuestro protagonista, Tinuco, vivió buena parte de su vida. Al igual que en el caso anterior, he buscado la misma fotografía en la actualidad, donde comprobamos que han cambiado algunas puertas y ventanas, del actual salón cultural, con el siguiente resultado.
Y ya para finalizar, la fachada principal del Ayuntamiento de Tembleque en 1963. Esta fotografía tiene gran valor documental, porque es de las primeras tomadas tras la restauración de 1961, donde se descubrieron las galerías de la antigua cárcel, hoy oficina de turismo, que hasta aquella fecha, estaban completamente tapiadas. También se acababan de retirar los árboles que poblaban la Plaza Mayor.
Añado todas estas fotografías a este álbum online, agradeciendo a nuestra paisana María Toribio su inestimable colaboración, desde su vivienda actual en Barcelona, pero fiel seguidora del blog desde sus inicios, para estar al día de todo lo que sucede en este nuestro pueblo, Tembleque.
"Tinuco", a la izquierda,
en el puente de la zanja.
Vamos a repasar en este reportaje del blog, a título póstumo, la vida y obra de uno de sus vecinos, Agustín Toribio Álvarez, "Tinuco", un polifacético artista que dejó huella en Tembleque.
1915
Y lo haremos a través de su hija, María Toribio, a la cual conocí a gracias al blog hace ya bastantes años, y con la que mantengo una cordial relación desde entonces. De vez en cuando me ha enviado algunas imágenes de sus cuadros, que hemos compartido en el blog, así como fotografías antiguas conservadas por su padre, que estuvo viviendo en la posada de la tía Victoria, en plena Plaza Mayor a mediados del siglo XX. La tía Victoria era la abuela de Agustín.
La Tía Victoria.
Carmen La Feria. Criada de la posada.
Adjunto la única fotografía que la familia conserva de la tía Victoria, así como la criada que tenían en la posada, Carmen La Feria, fotografía esta última del verano de 1944. Vamos a recopilar algunas de sus imágenes, con el texto biográfico que su hija María ha escrito para para esta ocasión tan especial, y dejar así constancia, rindiendo homenaje a este gran paisano nuestro que nos dejó hace poco:
Tinuco nació en Santander, el 1 de abril de 1930, pero lo tuvo que abandonar en 1939, a los 9 años de edad, por los desastres de la guerra, ya que su padre había sido encarcelado por el mero hecho de ser radiotelegrafista, ya que estos eran un peligro para el régimen.
Tinuco y sus hermanos.
1900. Amigos de regreso de cazar
del valle de Tembleque.
Por este hecho, decidieron enviarlo a Tembleque, y a sus hermanos Luis y Juan Manuel a Madrid, con los abuelos maternos, Juan Manuel (el conde) y Purificación Paz. Fue a recogerlos su tío Agustín y todo el viaje hacia Madrid transcurrió bajo bombardeos. Nada más llegar al pueblo se encontró con una multitud esperándolo en la puerta de la posada del Valenciano, la de su abuela, por que querían conocer al nieto de la tía Victoria. A partir de aquí nació su amor por Tembleque, el cual mantuvo hasta el día de su fallecimiento y que me transmitió a mi, su hija. Él decía orgulloso que era de Tembleque, a todo el mundo le hablaba del pueblo y sobre todo sentía especial orgullo de que este saliera en "Don Quijote de la Mancha". Al cabo de dos años de su llegada al pueblo, llegaron sus padres, y se trajeron con ellos a sus dos hijos mayores, trasladándose a vivir a la calle Hospital.
Familia materna.
Empezó a ir las escuelas, el Grupo escolar Antonia González, junto con su hermano Juan Manuel y poquito tiempo después conoció a varios chicos, de los cuales enseguida se hizo gran amigo, Julio Mateo (el hijo del secretario), Pepe Las Marías, Manolo López Saavedra, y Juanito (el hijo del maestro). Con Julio y Pepe mantuvo su amistad hasta el fin de sus días. También tenía mucha amistad, más bien eran casi familia, con Fede y Donato Díaz-Carrilero, los de la barbería de la plaza, y también la mantuvo hasta su muerte.
Le gustaba cazar palomas en la torre de la iglesia, junto a sus amigos y su hermano Juan Manuel (Manel), para luego comerlas en la casa del cura, Don Andrés, con el cual tenían amistad, y decían que era una bellísima persona. Tinuco fue monaguillo también. Compaginaba los estudios con el trabajo en la fábrica de yeso que tenían al lado de la posada y con el del campo. Tiempo más tarde dejaría la escuela y seguiría sus estudios en casa del maestro Don Blas.
Aquí en el pueblo descubrió su vena artística, empezó a pintar cuadros, los cuatro primeros los pintó en la escuela, fueron las cuatro estaciones, los cuales se los llevó Pla y Deniel, arzobispo primado de España que residía en Toledo, en una visita que hizo al pueblo, el siguiente fue una vista de la iglesia desde el tejado de su casa. Y a partir de aquí no paró de pintar, y lo hizo hasta prácticamente el fin de sus días. Disfrutaba a la vez que le relajaba, era su pasión. Otra cosa que también hizo estando en el pueblo fue teatro, más concretamente una obra titulada “Los Limpiabotas”. Tinuco se apuntaba a todo.
Cuando eran las ferias y fiestas, era el primero que se ponía a torear las vaquillas, o que bailaba en la plaza con alguna chica, sabía disfrutar como nadie de los eventos que se organizaban en el pueblo. También en las procesiones de Semana Santa o a las festividades del Cristo del Valle... Le gustaba participar en todo.
1946. Tembleque 8 - El Romeral 0.
Jugaba al fútbol en la plaza o en la era de Naboz, pero también fue miembro del primer equipo oficial del pueblo, a mediados de los años 40, junto con su gran amigo Julio, Quico y Enrique Alcalde de Mota y otros muchos. Era de los mejores y el que más corría; en un partido contra Mora, los ocho goles que se marcaron los metió él. Y en otra ocasión contra El Romeral, tuvieron que volver corriendo por que estos no supieron perder y los intentaban apedrear. Eso si, una de las veces que vinieron a coger agua al pueblo porque la de allí era mala para beber, se vengaron rompiéndoles las cubas... En el pueblo tanto Tinuco como sus hermanos Luis y Juan Manuel eran conocidos como los “hermanos Maya”, pero a Tinuco también lo conocían como “Mollejas”.
También le gustaba cantar, y lo hacía muy bien. En las ferias, él y Julio se subían al escenario a cantar las canciones de la época, de Jorge Negrete, Irma Vila..etc. O si no, cantaban en el casino. Y muchas veces era por el clamor popular.
Pero volvamos a los cuadros; pintó diferentes vistas de Tembleque, de la Iglesia, de la Plaza, de la casilla de la viña... También le gustaba mucho copiar de los grandes como Velázquez, Goya, Constable, Van Gogh, Vermeer...etc, y la verdad es que los hacía prácticamente igual. Las veces que fuimos a Madrid, visitábamos el Museo del Prado y él se llevaba un bloc y un lápiz y se ponía a tomar notas para pintar algún nuevo cuadro. Tiene pintados unos 150 cuadros, entre ellos se encuentran, la Joven de la Perla de Vermeer, Las meninas de Velázquez, la Vendimia y Carlos III Cazador de Goya...etc. Por cierto en la oficina de Turismo dio un cuadro en el cuál se veía a Don Quijote y Sancho camino de Tembleque, lo que pasa es que parece ser que gustó tanto al ayuntamiento que se lo llevó. Firmaba sus cuadros como Toribio, pero tiene algunos firmados como Tinuco, por que él con el tiempo lo prefirió así. Otra cosa que se le daba bien era labrar la madera y hacer pequeñas esculturas con ella, a parte de alguna otra con llaves de relojes de pared antiguos. O coches o trenes con piezas como linternas, mecheros, esferas de relojes de bolsillo antiguos, rodamientos..etc. En definitiva fue un artista excepcional, pero lo más importante es que fue una gran persona y un gran padre. Era noble, cariñoso, lleno de bondad y un gran hombre de los pies a la cabeza, que con sus pinceles ha coloreado nuestras vidas.
Edito este reportaje, casi un año después de su publicación, para aportar algunos cuadros más de Tinuco, y es que resulta que su hija, María Toribio, pudo visitar recientemente su pueblo, Tembleque, y en aquella visita express, donde nos conocimos personalmente, me comentó que tenían algunos cuadros más, uno de ellos, por cierto, se guardaba en la oficina de Turismo, y que añado igualmente al álbum fotográfico, con dedicatoria incluida por parte de Tinuco al Museo etnográfrico de la oficina de Turismo, en 2010.
También me envió una foto de una antigua medalla del Cristo del Valle, de mediados del siglo XX, que conserva en su actual domicilio y que también añado, tanto la foto del anverso como del reverso.
En el siguiente álbum online, con el que finalizo este reportaje-homenaje, recopilo tanto fotografías antiguas, como imágenes de sus cuadros y esculturas, cada uno con su correspondiente descripción, todos facilitados para la elaboración de este reportaje por su hija, María Toribio, a la cual agradezco su colaboración.
Recientemente se ha instalado una preciosa estatua en forja, con la figura de Don Quijote de la Mancha en Tembleque, concretamente en la Glorieta del Piojo, construida artesanalmente por nuestro paisano José Antonio Martín Ortega, (QEPD), y finalizada recientemente por su hijo, José Manuel Martín, aunque no es la única, ni mucho menos, que tenemos en nuestro pueblo.
En este reportaje del blog, vamos a visitar detenidamente algunas de las más representativas estatuas del Quijote en Tembleque, contando su historia, quienes las hicieron y demás anécdotas, aprovechando que en este 2016 se conmemora elcuarto centenario de la muerte de D. Miguel de Cervantes, de cuya pluma salió la novela más famosa del mundo entero, protagonizada por el caballero de la triste figura, Don Quijote de la Mancha.
Comenzamos con la más antigua, que data de 1972. Nuestros paisanos Ángel López y Ramón Revuelta, decidieron construir una estatua del Quijote a tamaño real, utilizando exclusivamente materiales reciclados procedentes de piezas de taller, así como recambios de maquinaria agrícola, creando seguramente la figura más original de todas las que tenemos en Tembleque. La construyeron durante la visita de la cátedra ambulante a nuestro pueblo (enlace al vídeo de RTVE, grabado en Tembleque), en apenas dos tardes, y recibiendo el premio de la propia cátedra. En ese mismo año, 1972, otro vecino de Tembleque, Carlos Serrán Muñoz, se la compró por 2500 pts de las de entonces, que era bastante dinero, pues quería donarla al Ayuntamiento de Tembleque. Así fue, y desde entonces ha estado expuesta tanto en el Ayuntamiento, como actualmente en el Centro de Recepción de Turistas, saliendo de nuestro pueblo hasta en dos ocasiones, para ir a FITUR en 1985 y también a la Cuarta edición de la Feria Talavera, Comarca y Territorio 2009, cuya fotografía del stand recupero en este artículo, por cortesía del CRT. Vamos a ver en detalle, y en compañía de uno de sus creadores, Ángel López, la impresionante y original figura de Don Quijote, en el siguiente vídeo, donde él mismo nos contará muchos más detalles y anécdotas, como por ejemplo las distintas piezas utilizadas para la elaboración de la famosa imagen, una de las más fotografiadas por todos los turistas que visitan nuestro pueblo. Además, con motivo de la elaboración de este artículo del blog, sus creadores han aprovechado para finalizar su obra, y es que resulta que aún les faltaba añadir la placa con el año y el nombre de sus creadores, que el propio Ángel tenía guardada en un cajón de su casa, desde hace más de 20 años. No os perdáis este vídeo, que creo que forma ya parte de nuestra historia local:
Además de esta estatua, que todos podemos disfrutar actualmente en la oficina de turismo, también varios restaurantes de nuestra localidad pueden presumir de tener estatuas del Quijote a tamaño real a la entrada de sus establecimientos.
El Restaurante María Belén fue el primero en adquirir la famosa imagen, hace aproximadamente 20 años, al poco de restaurar el establecimiento. Además, está acompañado por la figura de su fiel escudero, Sancho Panza. La inmortal pareja es la encargada de dar la bienvenida a todos los visitantes que llegan a Tembleque por la autovía de Andalucía, desde Madrid. Me explicaba la dueña del restaurante, Gloria, que esta figura se la encargaron a un maestro artesano de Argamasilla de Alba, tras mucho buscar, pues realmente en aquella época aún no estaba generalizada la instalación de figuras del Quijote en los restaurantes.
Adjunto fotografías y un pequeño vídeo, para verlo con más detalle.
Más recientemente, el restaurante "El Mirador de la Mancha", situado en la Plaza de la Orden, también colocó otra estatua Quijotesca a las puertas de su establecimiento, realizada por un artesano de Camuñas, desde su empresa "Artesanía Manchega", hace cerca de 15 años. Esta imagen también es muy fotografiada, por todas las personas que, una vez en Tembleque, se dirigen a nuestra Plaza Mayor.
En el siguiente vídeo podéis verla con mucho más detalle.
Llegamos a la estatua más reciente, que se acaba de instalar en la remodelada Glorieta del Piojo. Una estatua de forja realmente bella, y con una historia familiar detrás de la misma, pues al igual que la primera estatua descrita en este artículo, está realizada por vecinos de Tembleque de toda la vida.
Esta figura la comenzó nuestro maestro artesano en forja José Antonio Martín Ortega, en su taller de la Calle Convento, en sus ratos libres. Además, tanto el padre, José Antonio, como su hijo, José Manuel, maestros artesanos de forja, han realizado multitud de trabajos en Tembleque, como la figura de los arcos de la Plaza, instalada en la rotonda de El Romeral, entre otras muchas actuaciones.
José Antonio Martín Ortega.
Lamentablemente, José Antonio falleció hace unos años, dejando su obra inacabada. Fue su propio hijo, José Manuel Martín, (en la fotografía, junto al yunque en su taller de forja) quien recientemente la pudo finalizar, poco a poco, también en sus ratos libres, para que fuera entregada al Ayuntamiento de Tembleque, y ahora todos podamos disfrutarla cuando pasamos por la céntrica plaza de la Glorieta del Piojo. Más de 100 horas de trabajo minucioso, cargado de pequeños detalles, en una labor de soldadura realmente impecable.
La familia me facilitó la única fotografía que realizaron a José Antonio Martín Ortega durante la elaboración de esta ya histórica estatua. Fue en un pequeño descanso, donde aprovechó a ponerse sobre su cabeza la bacía (o yelmo, según Don Quijote), tan característica del personaje, posando así de una manera informal y de lo más simpática. Fotografía que me parece tremendamente emotiva, y que forma ya parte de la historia de Tembleque y sus gentes.
Hasta aquí el pequeño repaso por algunas de las estatuas a tamaño real de Don Quijote de la Mancha en nuestro pueblo, aunque son más vecinos, los que de forma artesanal siguen realizando estas figuras, a un tamaño mucho menor. Tal es el caso, por ejemplo, de nuestro paisano Francisco Ariza, que con distintos materiales reciclados, también realiza unas originales estatuas de Don Quijote, como la que veis en la fotografía.
Pero no sólo estatuas de Don Quijote son las que tenemos en abundancia en Tembleque, sino que también, y con esto ya finalizo el reportaje, se ha utilizado la imagen de Don Quijote en algunos de nuestros paisajes temblequeños. Recupero este formidable cuadro al óleo, pintado por nuestro paisano Agustín "Tinuco", que inmortalizó a Don Quijote, a su paso por los molinos de Tembleque, en un cuadro que pintó en el año 2005, y que muy amablemente, él y su familia me regalaron a título particular, algo que le agradezco de todo corazón. Esta imagen ya la publiqué precisamente en el reportaje sobrela historia de los molinos de Tembleque.
Espero que este reportaje Quijotesco haya sido del agrado de todos. Me despido con unálbum fotográfico que incluye muchas más imágenes detalladas de todas estas estatuas de Don Quijote en Tembleque.