Mostrando entradas con la etiqueta Teresa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Teresa. Mostrar todas las entradas

lunes, 7 de noviembre de 2011

La ermita de San Blas.

La ermita de San Blas (en sus orígenes la ermita de Nuestra Señora de Gracia ) es uno de nuestros monumentos tristemente desaparecido en la década de los 80, del pasado siglo XX.
Apenas se conservaban un par de buenas fotografías en blanco y negro como testimonio de su presencia, conocidas por todos los vecinos debido a diferentes publicaciones, principalmente en los libros de la feria.

Hace poco tiempo, Ángel, subalterno del ayuntamiento, encontró casi por casualidad, mientras hacía limpieza y colocaba unos papeles en una de las estancias de la casa consistorial, unas fotografías casi inéditas de esta ermita, muy poco antes de su derrumbe. Parece ser que estas fotografías habían estado expuestas en alguna ocasión, por el pegamento en su parte posterior. Este detalle me lo han confirmado hace poco. Hubo una exposición fotográfica en la antigua cárcel (el actual Centro de Recepción de Turistas) a finales de los años 80 con alguna de estas fotografías, que presumiblemente son de 1986. Algunas están bastantes descoloridas, aunque tienen una gran nitidez. Con posterioridad a la publicación de este reportaje, pude contactar con su autor, Jose Manuel Orio-Zabala, que me envió más fotografías suyas, como explicaré más adelante.

Gracias a él, ahora podemos ver estas nuevas imágenes de dicha ermita, tanto del interior como del exterior, antaño situada al final de la calle Gracia. De hecho, desde sus orígenes siempre se le ha llamado la "ermita de Nª Sra de Gracia". De ahí viene el nombre de esa calle.
Se puede apreciar perfectamente la belleza que debió albergar en sus pilastras tan detallistas y la gran cúpula, aunque en estas fotos ya estuvieran en un estado ruinoso.
Albergaba una imagen de dicha virgen en su interior, junto con otra de San Blas, como podréis comprobar. No he sido capaz de averiguar el momento en que se cambió de nombre para llamarse "Ermita de San Blas". La señora Dolores, que actualmente cuenta con 91 años de edad, y durante toda su vida vivió muy cerca de su ubicación, al final de la C/Gracia, recuerda que desde que ella tiene uso de razón, siendo una niña muy pequeña, ya se le decía "la ermita de San Blas", y esto fue antes de la Guerra Civil.

Hace muy pocos días, Fernando, un seguidor del blog, me envió un par de fotos excepcionales de esta ermita de finales de los años 20 del siglo pasado, especialmente la de su interior, donde se aprecia bastante bien el altar, en cuyo centro aparece casi con toda probabilidad la imagen que os comentaba de Nª Sra de Gracia, y a la izquierda la imagen de San Blas. Además, en el reverso de la fotografía, escrito a lápiz ponía algo así: Este retablo tiene la inscripción: El Sr San Miguel. El retablo I El cuadro de Anis lo hizo y colocó todo a su costa Miguel Ruano Calvo. Se doró año 1738.
Según la teoría de Fernando, estas obras se hacían en madera y cuando podían lo doraban. Al no haber ninguna escultura ni relieves específicos se puede referir a la moldura que enmarca a la Virgen de Gracia formando la estructura del retablo.Como Anis posiblemente es una abreviatura, podría significar: ánimas, entendiendo la expresión cuadro de anis como el soporte o ánima en el que se integraban las imágenes. Sí que existe la expresión altar de ánimas para referirse a que en estos altares se concedían indulgencias en todas las misas que se celebraran en favor del alma de quien las encargare.

De lo poco que sabemos de esta ermita, fue precisamente que durante la Guerra Civil sirvió de polvorín o almacén de munición. En sus alrededores existían numerosas cuevas que fueron utilizadas como refugios antiaéreos donde se cobijaban los vecinos durante algunos de los bombardeos. Dolores también recuerda que en los entierros, la comitiva fúnebre, que salía desde la iglesia hasta el cementerio, realizaba una parada en esta ermita. Allí se rezaba un responso junto al monolito o humilladero, frente al pórtico principal, para continuar hacia el cementerio. El difunto lo llevaban en carruajes, en aquella época. Recuerda también que por San Blas, se celebraba una única misa al año en su interior, con la tradicional hoguera junto al monolito o humilladero, que por cierto es lo único que se mantiene en pie, aunque con una cruz en su parte superior diferente a la original. De la ermita no queda absolutamente nada. (foto de la izquierda).
En la festividad de San Blas, además de la típica hoguera, se vendían unas roscas que solía hacer Teresa, en su panadería, a la que se le atribuían propiedades curativas a las afecciones de garganta. Teresa además era la encargada de todo lo relacionado con esta ermita y su festividad.
Tengo que agradecer muy especialmente a Valentina, la nuera de Teresa, que muy amablemente me estuvo relatando lo que ella recuerda de San Blas, cuyo testimonio oral dejo aquí plasmado, en el audio del siguiente vídeo:


Fue precisamente tras la muerte de Teresa, a mediados de los años 60, que como dije anteriormente era la que se encargaba de todo lo relacionado con San Blas, cuando se dejó abandonada la ermita. Ella misma había intentado sin éxito conseguir fondos para arreglar el histórico edificio, como nos ha comentado Valentina en su testimonio. La fotografía de la derecha, cortesía también de Valentina, corresponde a Teresa y su marido Eugenio.
Desde entonces, la ermita fue deteriorándose a pasos agigantados, debido a su total abandono. Había sido lugar de juegos de varias generaciones infantiles; algún adulto de hoy en día, recordaba con nostalgia cuando era pequeño, cómo se refugiaban con sus amigos bajo su gran pórtico de la entrada, cuando les pillaba una tormenta en el lugar. Era también muy habitual entre los mozos del pueblo ir a cazar palomas, pues el edificio estaba plagado de ellas. Por lo visto, existía algo así como un "doble fondo" en uno de los muros del interior de la Sacristía, a lo que los chavales llamaban "el ojo de Dios". En muchas ocasiones tenía que ir la Guardia Civil a echar a todos los chiquillos que jugaban en el lugar, por el peligro constante que existía entre sus maltrechos y amenazantes muros.

A mediados de los años 80, una mañana amaneció con gran parte de uno de sus muros completamente derribado, tras una noche de fuerte viento. Ante el serio peligro que corría la gente que pudiera acercarse, por el inminente derrumbe del edificio, se optó por terminar de derribarla con máquinas excavadoras, según me han comentado. Más adelante comprobaréis que lo que se hundió fue la cúpula, como el autor de la mayoría de las fotografías, Chema, me confirmó.

Y muy poco más os puedo contar sobre esta ermita que ya no existe. Se agradecería cualquier otro testimonio que pudiera arrojarnos algo más de luz sobre este histórico edificio, de los más bellos y grandes del pueblo cuando se conservaba, según coinciden muchos vecinos que lo conocieron.
En este álbum fotográfico he incluido todas las fotografías que he localizado de la ermita de San Blas, la más antigua de 1769 (es este dibujo de la izquierda), tanto las que ya conocíamos, como las encontradas y recuperadas por Ángel y Fernando, que espero sean del agrado de todos, y también que nos sirvan de reflexión para concienciarnos sobre el mantenimiento de nuestro rico patrimonio histórico. Ya se pueden dar por aludidos la ermita del Loreto y La Casa de las Torres, por poner dos claros ejemplos, aparte de la Iglesia Parroquial. Por cierto que de estos últimos dos edificios, (Ermita del Loreto y Casa de las Torres) ya anuncio la publicación de nuevas fotografías inéditas, de antes de la guerra civil, en próximos reportajes.
Edito este artículo para comentar una curiosidad más, y es que la cruz que está sobre el monolito situado en lo que era el atrio de la ermita, no es el original. Apenas tenemos datos sobre el mismo, pero en un acta plenarias del Ayuntamiento de Tembleque, con fecha 1 de diciembre de 1915, se cita textualmente"
"Se acordó por unanimidad se ponga la Cruz de conmemoración del siglo XIX en el atrio de la Virgen de Gracia donde estaba colocada".
Únicamente tenemos esta foto de la época, donde se aprecia la Cruz original, mucho más bella y llamativa que la actual, bastante más simple.
Desde aquí ya sólo me queda agradecer a multitud de personas que me han trasmitido sus testimonios y memorias de todo lo relacionado con esta ermita, que es básicamente lo que ahora dejo escrito en este reportaje: Valentina, Gregorio, Jesús, MªCarmen, Goyo, Dolores, Enrique, Ángel, otro Ángel, Fernando, Emilio, Chema, etc... y seguramente me olvide de mencionar algunos. Muchas gracias a todos ellos, por aportar su granito de arena para no perder definitivamente en el olvido esta pequeña parte de nuestra historia. Y por supuesto, dejo abierta la puerta a posibles nuevas aportaciones, ya sean en forma de testimonios o imágenes.
Varios meses después de la publicación de este reportaje, he localizado al autor de la mayoría de las fotografías, concretamente las que comentaba que fueron expuestas en la antigua cárcel. Se trata de José Manuel Orio-Zabala, Chema, que entre otros muchos trabajos estuvo dirigiendo la Primera Escuela- Taller en Tembleque. Me puse en contacto con él, que muy amablemente me cedió otras cuatro fotografías que añado al álbum online. Quiso, además, dejar su testimonio escrito en este artículo, con sus impresiones sobre la desaparición de la ermita, que comenzó con el hundimiento de su cúpula principal, según nos explica él mismo:
Lo que se hunde definitivamente, hay que pensar que en la noche, pues nadie de cerca comunica el estruendo que debe provocar el hundimiento final de la cúpula. Yo estoy trabajando temprano en la Escuela Taller y no recuerdo quién nos avisó. La cúpula ya bastante agrietada y por el desplome que la misma cúpula más el paso del tiempo, lluvias, humedades y deterioro de las maderas se va produciendo en los muros que la soportan. Hasta que finalmente creo que fué el muro sur lateral el más afectado y el que finalmente provoca el hundimiento de la cúpula y linterna. Poco tiempo antes, Pepe Fuentes y yo habíamos estado tomando fotografías del interior que son las que aparecen en tu reportaje. Estamos hablando de hechos del año 1.986. No obstante las dos que abren el reportaje, de fachada principal y fachada lateral son anteriores, las tomé en verano de 1.980. También hay otra en la colección que aparece en la presentación, que debe ser desde la carretera, observa que tiene una toba a la derecha, que debe ser de la misma serie de los años 80. Observa como aparece en letras rojas parte del rótulo que imprimí en la misma: DESAPARECIDA. Porque estuvo pegada en una cartulina junto con otras más en un panel sobre la Ermita. Correspondiente a la exposición sobre Tembleque Monumental que organiza la Escuela-Taller en el año 86. El rótulo, como toda la exposición en sí, solo pretendía llamar la atención a todo el mundo de que estábamos perdiendo nuestro Patrimonio. Y si hubiera podido hubiera puesto una grabación a todo volumen : "Temblequeños, estamos perdiendo nuestro Patrimonio".
Es una lástima que sucedan estos hechos con todo el Patrimonio desparramado por la GEOGRAFIA ESPAÑOLA y que, como en este caso el Clero, que en Tembleque no tiene dinero suficiente ni para mantener la Monumental Iglesia Parroquial que sobra para las necesidades de culto del pueblo, no ceda o venda estos edificios mas pequeños pero no menos valiosos, para otros usos, bien institucionales, como ya se ha hecho con la biblioteca en la Ermita de la Veracruz, o bien particulares, siempre respetando el edificio inicial y su estructura. Yo he visto en Italia Estudios de Arquitectura y Viviendas de lujo en Iglesias de más valor que nuestras Ermitas, ya que si no seguirán "en el corredor de la muerte", hasta su desaparición, como San Blas.
En el documento de la izquierda hay una descripción técnica de lo que era la ermita de San Blas, extraída de la memoria de la primera escuela-taller. Me comentó Jose Manuel que le gustaría añadir lo siguiente: "La construcción es de la sencillez propia de entonces, muros de tapial, estructura portante de cubierta de madera, cubrición de teja árabe curva, excepto en cúpula y poderosa linterna, donde aparentemente, según fotos, es de pizarra. La falta de mantenimiento, sobre todo un repaso frecuente de tejados y enclalado de fachadas ha acortado considerablemente la vida de este edificio histórico. El paso de humedades va pudriendo maderas y los empujes de bóveda y cúpula terminan por rajar los enjarjes de los muros laterales y originar el colapso final" . Vaya desde aquí mi agradecimiento a José Manuel Orio-Zabala, por su valioso testimonio y por el numeroso material gráfico aportado. En próximos artículos podremos disfrutar de gran cantidad de fotografías de Tembleque tomadas por él en la década de los 80, como la que os muestro para finalizar este repotaje.