Hoy, 13 de septiembre de 2024, se cumplen exactamente 100 años de la colocación y Bendición de la primera piedra del Grupo Escolar de Tembleque, el actual C.E.I.P Antonia González, y por este motivo, publico este reportaje que ya se adelantó en el libro de las Ferias y Fiestas Patronales 2024 de Tembleque, además de adjuntar algunas fotografías de aquel histórico día, y algunas otras fotografías antiguas de nuestro colegio, que recordemos, que se inauguraría tres años más tarde, en 1927, pero para ello ya dedicaremos su correspondiente reportaje. Hoy, nos centramos en los comienzos y los momentos previos que se dieron para dar comienzo a las obras de este emblemático edificio, que a día de hoy, y tras varias restauraciones o remodelaciones, internas y externas, continúa manteniendo fielmente el diseño original, como se puede apreciar, además de su función inicial y principal, ser el colegio de nuestro pueblo:
1924-2024. I Centenario de la Bendición y colocación de la primera piedra del Grupo Escolar de Tembleque.
Fue hace 100 años, en 1924, cuando se puso la primera piedra
de lo que hoy es el colegio de Tembleque, el C.E.I.P Antonia González. Un
precioso edificio construido durante la
dictadura de Primo de Rivera, entre los años 1924 y 1927, diseñado por el prestigioso
arquitecto del Ministerio de Instrucción Pública, D. Pedro Sánchez Sepúlveda,
que por aquella época, también diseñó otros muchos grupos escolares por toda la
geografía española.
Ya en las crónicas
de aquel 13 de septiembre de 1924,
día grande en nuestro pueblo, en el
diario “El Castellano” se decía textualmente:
“…ante el entusiasmo del pueblo
entero, se ha verificado en Tembleque el acto solemne de imponer y bendecir la
primera piedra del nuevo grupo escolar, verdadero palacio-escuela…”.
Pero antes de este
día, nos remontaremos un poco más atrás en el tiempo para ver cómo fue el
proceso previo, con algunas dificultades que se fueron solventando, hasta poder
culminar su construcción e inauguración, ya en 1927.
Lo primero de todo, debemos saber que antes de la construcción del Grupo Escolar, en Tembleque ya teníamos otro edificio “destinado a escuelas públicas de niños y niñas”, que estaba situado en la calle Hospital nº 7. En 1914, esa escuela era la de Don Pantaleón Díaz Toledo. O el mismo año 1924, meses antes del inicio de la construcción del actual Grupo Escolar, el director o encargado de dicha escuela era Don José Martínez España.
El 17 de mayo de 1924, gracias a la firma del General Don Miguel Primo de Rivera, autorizando el Real Decreto de S.M el Rey Don Alfonso XIII, “se aprueba el proyecto redactado por la oficina técnica para la construcción de un edificio destinado a Escuelas Graduadas para niños y niñas en esta localidad” (Tembleque) con un presupuesto de 366806 pesetas con 30 céntimos (aproximadamente 2204 € actuales) de los que el Ayuntamiento debía pagar el 15% (Unas 54000 pts) y el Estado pagaría la mayor parte (unas 307000 pts). Uno de los
principales problemas que surgieron, fue el tema de los terrenos para la construcción, que por aquel entonces
pertenecían a la fábrica de abonos y salitrería situada en la Vega y
alrededores, ya que aunque en un principio se habían cedido gratuitamente los
terrenos para la construcción del Grupo Escolar, debido a un error en el
replanteo del terreno, parece ser que parte de los terrenos cedidos, no eran
exactamente los acordados, y tuvo que mediar el alcalde de Tembleque, Don Dionisio de Torres y López-Pintado, con
el gerente de la fábrica de abonos para allanar estas dificultades. Es más,
llegó el día de la Bendición y colocación de la primera piedra, y estos
problemas aún no se habían solucionado. Sería ya con las obras comenzadas,
cuando al fin, tras una reunión entre la corporación municipal, al alcalde y el
gerente de la fábrica, llegarían a un acuerdo.
Rescato del archivo
antiguo del Ayuntamiento un acta de un Pleno
Extraordinario con fecha 14 de octubre de 1924, donde se explica que los
anteriores poseedores de estos terrenos “solo cedieron gratuitamente a este
Ayuntamiento el terreno comprendido entre el “Baño viejo” propiedad del
municipio y la era de Don Fausto Nogales Lozano, y por consiguiente quería que
se le abonara el importe del terreno restante que según el replanteo del
edifico se ha de ocupar”.
Tras una tensa reunión
en el Ayuntamiento, para “ver la manera de llegar a un acuerdo sobre
el precio que se ha de abonar por los terrenos en cuestión, toda vez que están
comenzadas las obras y no sería procedente apelar a medidas de violencia
siempre enojosas para ambas partes”, el gerente de la fábrica, que se
presentó a dicha reunión, manifestó textualmente:
“Que él, teniendo en cuenta que la Empresa a quien representa no habrá de rechazar lo que por su mediación en este acto se acordase, y teniendo en cuenta también que los terrenos solicitados son para la construcción de un edificio en el cual habrán de hallar los jóvenes de esta localidad amplio camino para poder llegar a ser verdaderos hombres instruidos, hacía constar en nombre de la casa que represento, que cedía gratuitamente los terrenos que se habían señalado por el arquitecto del Estado al hacer el replanteo del Edificio”. Obviamente, continúa el acta explicando que “El Ayuntamiento, vista la generosa oferta del Sr. Gerente, la acepta por unanimidad, manifestando el agradecimiento de esta Corporación con motivo de su rasgo de generosidad para este pueblo”.
En cuanto al día de la Bendición y colocación de la
primera piedra, que fue un mes antes,
el 13 de septiembre de 1924, aunque las crónicas son muy extensas, a modo
de resumen puedo comentar que asistió el pueblo entero. El párroco de Tembleque, Don Jesús Granero fue quien bendijo la
primera piedra. Posteriormente, bajo
el primer sillar del edificio, se colocó en una caja cerrada, a modo de cápsula
de tiempo, diversas monedas de actual circulación y objetos de uso corriente,
además del acta firmada por todas las autoridades y un manifiesto que
previamente había leído el Sr. Alcalde,
Don Dionisio de Torres y López-Pintado, del que rescato algunas frases:
“…el
pueblo todo escribe con letras de oro su ardiente deseo de asegurar a las
nuevas generaciones un porvenir de cultura que es sinónimo de prosperidad y
grandeza…”
“…Que
elevan súplicas al cielo para que la Divina Providencia favorezca con destello
de superior inteligencia a las juventudes que labren su espíritu en estas aulas”.
“… El
inquebrantable propósito del pueblo de Tembleque de mirar este magno edificio
cual preciado Tesoro de su patrimonio local… Buscar por todos los medios su
prosperidad y grandeza…”
“…Porque
la escuela ha de ser molde ajustado en que se fortalezcan los cuerpos y
sublimen las almas aún vírgenes, salgan promesas de hombres capaces de dar a su
patria chica, a nuestro querido pueblo de Tembleque días de sana alegría de
notoriedad y gloria”.
Entre la multitud de autoridades que asistieron al acto, todas nombradas en el manifiesto, destaca la presencia del arquitecto, Don Pedro Sánchez Sepúlveda, que explicó al diario “El Castellano” los datos más técnicos y descripción del futuro edificio. En ese mismo diario, colaboraba Don José Hoya Montero, el médico de Tembleque en aquella época, además de fotógrafo, que inmortalizó este acto con su cámara para “El Castellano”. Tres años después, en 1927, haría exactamente lo mismo, durante la inauguración, pero esa historia la dejaremos para otra ocasión.
Vamos a continuación a compartir algunas de las fotografías más antiguas del colegio, para poder observar mejor el paso del tiempo.
Lo más destacable, es que en sus inicios, y hasta el último tercio del siglo XX, había dos entradas, una en cada extremo, (una para entrada de niños y otra para las niñas), algo que finalmente se eliminó, para dejar una entrada única, la actual, en la fachada principal.
1969 |
El perímetro del colegio no estaba vallado. La valla perimetral del patio se añadió en los años 70 del siglo pasado.
1987 |
La zona donde tuvo lugar el acto principal de Bendición y colocación de la primera piedra, debió ser aproximadamente por la zona de la actual entrada al recinto desde la calle Santa Ana, si comparamos la posición de la torre de la Iglesia, donde posaron hace 100 años estas jóvenes mujeres de Tembleque. Haciendo una comparativa actual y de entonces, se observa que ahí debió ser el acto principal, y que también existía algún edificio que estaría dentro de lo que hoy es el patio, y que seguramente fue derribado al comienzo de las obras del colegio.
La siguiente fotografía es de 1945, y corresponde al momento en el que se le puso el nombre de "Antonia González" a este Grupo Escolar, con la inauguración de esa placa en el lateral, cuando aún se mantenía también esa entrada exclusiva de niñas.
El nombre de Antonia González (adjunto fotografía que se conserva en el interior del colegio) se puso en homenaje póstumo a una de las primeras profesoras que tuvo este colegio, y que fue asesinada durante la Guerra Civil.
Otra preciosa instantánea del frontal Este, en los años 60, donde se aprecia que a falta del perímetro, había unas pequeñas escaleras de piedra para acceder a lo que es el patio. La fotografía está hecha en donde ahora está la churrería y el aparcamiento de autobuses, junto al paseo de la zanja.
El maestro Jesús Antonio, recién llegado al colegio, en los años 60. Fotografía desde el actual balcón principal, donde se aprecia que el colegio era el último edificio del casco urbano, y las vistas eran al campo, ni gimnasio ni demás casas de la calle alameda. Todo ello no existía aún. Por cierto que en este mismo blog, podéis leer un amplio reportaje en homenaje a este Maestro, Don Jesús Antonio.
El Maestro Jesús Antonio. Años 60 - 2013 |
Espero que este pequeño apartado de la historia de Tembleque, del que ahora se cumple el primer centenario en este año 2024, haya sido del agrado de los lectores, y una pequeña lección de historia local para nuestros alumnos.
Finalizo compartiendo todas estas fotografía y algunas más, en este álbum de Google Photos, incluyendo también información y las crónicas de la posterior inauguración en 1927, mejorando la resolución de las crónicas escritas de la prensa de la época, alguna foto aérea de mediados del siglo XX, y más recortes de prensa.
Para finalizar otro pequeño apunte; comentar que en las obras del colegio, estuvo trabajando también el temblequeño Pepe Terol, albañil local cuyos descendientes son una familia muy conocida en el pueblo, y que también trabajó en la restauración de la Iglesia de Tembleque de 1945, tras la Guerra Civil, solando todo el interior del edificio. Son las mismas baldosas que se mantienen en la actualidad.
2024 |
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