Revisando antiguas actas municipales de finales del siglo XIX, del archivo del Ayuntamiento de Tembleque, encontré unas referencias a la creación de la calle Belén, donde tradicionalmente se lleva a cabo la hoguera de Belén, cada Nochebuena, que me parecieron lo suficientemente curiosas como para plasmarlas en este reportaje, y hablar un poco sobre la historia de esta pequeña pero muy transitada calle.
Y es que hasta el año 1889, no existía la calle Belén en nuestro pueblo.Consultando el antiguo callejero de 1882 (que podéis consultar íntegramente en este enlace del blog), comprobamos que únicamente había un callejón cerrado, que partía desde el cruce de la calle Comisario, donde la antigua báscula municipal, y finalizaba en lo que hoy en día sería el comienzo del edificio del centro de salud. Antes de 1889, ese callejón no llegaba en ningún caso hasta la calle Rojo; partiría desde las confluencias de las calles Comisario, Oliva y Castelar, aunque en aquella época, el nombre de la calle Oliva no era tal; simplemente era una prolongación de la calle Comisario, y tampoco tenía el nombre la calle Castelar, que por aquel entonces era la calle del Alamillo.
El nombre de Castelar, tal y como expliqué en el reportaje sobre la lápida romana en Tembleque, se le puso ya en el siglo XX, por el político y presidente de la 1ª República, Don Emilio Castelar, cuyo Secretario personal, Don Guillermo Solier, vivió en dicha calle, que pasó a llamarse calle Castelar, eliminando el nombre de calle del Alamillo. A este respecto, hay una referencia en un acta municipal, con fecha 22 de febrero de 1905, donde se explica literalmente:
...Dio cuenta el Sr. Presidente (el acalde de Tembleque, que en aquel año era Don Ricardo López-Pintado) que se habían remitido veinticinco pesetas para la erección del monumento a Don Emilio Castelar, dándose lectura de la causa del Presidente de la Comisión ejecutiva, Excmo Sr. D. José López Domínguez, en que da las gracias a este Ayuntamiento por el donativo indicado. El Ayuntamiento aprobó bien hecha la remisión del indicado donativo. Quizás fue a partir de este momento cuando se le puso el nombre de calle Castelar, aunque no lo puedo confirmar.
El motivo principal para la creación de esta nueva calle era el de facilitar el tránsito entre ambas zonas, tal y como se refleja literalmente en el acta municipal con fecha 24 de julio de 1889, y siendo alcalde por aquel entonces Don Martín Barreda:
...Acordaron que para dar más facilidades a este vecindario y mayores medios de comunicación y traslados de unos a otros puntos dentro de la población, lo cual redunda por consiguiente en favor de los habitantes de esta localidad, se abra una nueva calle trasversal, que desde la del Rojo desemboque en la del Comisario...
Hubo una segunda opción, en el caso de que no hubiera sido posible el acuerdo con los vecinos, ya que había que expropiar varias zonas para abrir ese tramo, que consistiría en abrir otro vial entre la calle Cuatro Calles y la Calle Rojo, atravesando el huerto de los herederos de Ángel Álvarez Ocaña, pero parece ser que no hizo falta esta segunda opción.
El segundo paso que se llevó a cabo fue la adquisición de la casa donde actualmente está el Centro de Salud. Ese edificio es, por tanto, propiedad municipal desde entonces, y ha tenido diversos usos, como vamos a explicar en este artículo.
Extracto del acta municipal con fecha 21 de agosto de 1889:
… También acordaron, a conformidad de los dueños, adquirir en compra por este Ayuntamiento una casa cita en esta población y su calle del Rojo, número 12, a la que tiene su entrada principal mirando al Norte, linda por la derecha con otra de los herederos de Narciso Sánchez Leñero, por la izquierda con la de José Fernández y Cereceda y por la espalda callejón de portadas que desemboca en la calle del Comisario, en cantidad de seis mil trescientas setenta y cinco pesetas (6375 pts) que han de pagarse a los herederos de Francisco Molina y García, a quien en propiedad pertenece indicada casa, en cuatro plazos...
La adquisición de esa casa era imprescindible, para poder abrir la nueva calle, que según el acta, llevaría por nombre "Calle Belén". No se especifica el motivo, pero se puede deducir que el motivo del nombre fue porque tradicionalmente, al inicio de esa calle (en las confluencias antes citadas, en la antigua báscula municipal) allí se hacía y se sigue haciendo la hoguera de Belén, cada 24 de diciembre, en Nochebuena.
No sólo se compró esa vivienda, sino que también fueron necesarios varios metros de corrales anexos, para poder configurar la nueva calle.
El primer uso que se le dio a esta casa fue para alquilarla a dos de los Maestros de Tembleque. Además, en un futuro, se pretendía amortizar la inversión con más alquileres a particulares, como pude comprobar en otras actas de principios del siglo XX, donde pasaría posteriormente a tener otros usos, como lo fue principalmente el de oficina de telégrafos, tal y como se explica en el reportaje dedicado a la oficina de Correos de Tembleque, en este enlace del blog.
Extracto del mismo acta con fecha 21 de agosto de 1889, explicando más detalladamente el uso de la vivienda que se iba a comprar:
...destinando citada finca a establecimiento de casas habitaciones para dos Maestros de Instrucción Primaria, y con objeto de abrir en la misma la nueva calle que llevará el nombre de “Calle de Belén”, cuyas dos obras consideran esta de pública utilidad, pues tiende a acortar las distancias de unos a otros puntos de la población y a facilitar el tránsito por la misma de sus habitantes, y ambas beneficiarán a los intereses generales, toda vez que realizada la primera, o sea la de habitación para viviendas de Maestros, se obtendrá una economía anual de quinientas pesetas (500 pts) que hoy se satisfacen por alquileres de casas habitaciones para dos Profesores, la cual en pocos años resarcirá a los fondos municipales de este gasto, quedando de propiedad del pueblo la repetida casa...
...También acordaron, conforme también el dueño, adquirir en compra, por cantidad de doscientas cincuenta pesetas (250 pts) un pedazo del corral o traspuerta de la casa de propiedad de José Fernández y Cereceda situada en la Calle del Rojo número 11, en una extensión de 60 a 70 metros superficiales, a fin de que por ella se dé paso a la nueva calle que va a abrirse, entre la del Rojo y la del Comisario...
Ya a finales de años, se designó al arquitecto para la tasación y medición de la vivienda de la calle Rojo, imprescindible para proceder con las obras de la nueva calle Belén, según el acta del día 20 de noviembre de 1889:
...nombraron a Don Ezequiel Martín Martín, arquitecto de la Excma. Diputación de esta provincia, a fin de que proceda a la medición y tasación de la casa Calle del Rojo número 12, de propiedad de los herederos de Francisco Molina y García, que ha de adquirirse por este municipio con destino a habitaciones de Maestros de 1ª Enseñanza, y para dar salida a la nueva calle que se denominará de Belén: que se le haga saber el nombramiento por el correspondiente oficio que se le pasará por el Sr. Alcalde...
A continuación, comparto en formato pdf, con opción de descarga desde Google Drive, las páginas originales completas, así como la transcripción literal, con más datos, de las actas municipales consultadas en este reportaje, con fechas 24 de julio, 21 de agosto, 9 de octubre y 20 de noviembre, todas del año 1889:
Así pues, la historia de la calle Belén data de finales de 1889 o principios de 1890.
En las fotografías que adjunto a este reportaje, se puede apreciar la comparativa de la zona en 1882, antes de la creación de la calle Belén, y en la actualidad, con imágenes de satélite.
Siempre ha sido una calle muy transitada, hoy en día especialmente por estar el Centro de Salud, en ese edificio municipal que se explica en el reportaje.
Ese edificio, como hemos comentado, comenzó su uso para alquilar habitaciones a dos Maestros. Luego siguieron los distintos alquileres particulares, para continuar albergando la oficina de telégrafos. A mediados del siglo XX, se derribó el edificio, por antigüedad, quedando un solar durante varios años, que incluso tenía un pozo, con fatídicas consecuencias para una familia del pueblo, por el fallecimiento por ahogamiento de un niño pequeño, vecino de la zona, en los años 70.
Posteriormente, se construyó el consultorio médico, aún con Franco en el poder. En ese momento, se retranqueó aún más la calle, para ensancharla un poco más en la desembocadura con la calle Rojo, para finalizar, ya en plena transición, a principios de los años 80 del siglo XX, con el actual Centro de Salud de Tembleque, que pertenece al SESCAM, y que es el principal motivo del gran tránsito de vecinos y vehículos por esta pequeña y céntrica calle.
Espero que este reportaje haya servido para aprender un poquito más sobre la historia de Tembleque.
Todas las imágenes del artículo, están igualmente alojadas en este álbum de Google Photos:
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