En la publicación del día 13 de febrero de 1904, se anuncia lo siguiente:
Tembleque- El alcalde de dicha localidad prepara grandes fiestas que tendrán lugar en los salones del Ayuntamiento durante el próximo Carnaval, con objeto de allegar recursos para una obra benéfica. El vecindario parece estar dispuesto a secundar con entusiasmo la iniciativa del Sr. Alcalde.
Pues bien, una semana más tarde, en la publicación de "El Castellano" con fecha 20 de febrero de 1904, se explican cómo resultaron los Carnavales, a través de la siguiente crónica:
Tembleque- Coronadas han sido con el más completo éxito y desarrolladas con el mayor orden las hermosas fiestas organizadas por el Alcalde de dicha localidad, con objeto de allegar recursos para ciertas obras piadosas y benéficas. El pueblo ha secundado la noble iniciativa del Sr. Alcalde, el cual ha conseguido, como premio a sus desvelos, una buena cantidad con la cual se empezarán en breve las obras de reparación de la Ermita de Nuestra Señora de Gracia, y se mejorará el estado del Hospital Municipal de dicha Villa. Alabamos la conducta del Sr. Alcalde y exhortamos al pueblo a que siga secundando sus iniciativas y planes, siempre que tengan tan buen objeto como el presente, sobre todo en lo concerniente a patentizar la probada fe que el vecindario tiene en la Virgen de Gracia, a la cual tanto han demostrado amar los habitantes del citado Tembleque.
Estas dos crónicas, seguramente estuvieron firmadas por Elías López y Rodríguez, posiblemente vecino de Tembleque, ya que consultando la hemeroteca de El Castellano, en otras crónicas que a priori no tienen nada que ver con nuestro pueblo, el autor las firma desde Tembleque, como así también hizo para terminar las crónicas de aquellos Carnavales en nuestro pueblo, con un poema firmado por el mismo autor, el día 18 de febrero de 1904, y titulado "Vaya si te conozco":
Allá en los pasados días
por una calle al pasar,
vi a mi lado gritar:
¡No me conoces, Elías!
Miré y al instante vi
un solemne mamarracho,
que, vestido de muchacho,
iba jugando al higuí
Si presentas un ser
distinto del que tú crees,
¿Cómo que adivine quieres?...
¿Cómo te he de conocer?
Si tu estatura es de hombre
y llevas traje de niño.
Con su mismo desaliño,
pero me callas tu nombre...
Si en esa faz se dibuja,
con realidad que me pasma
mezcla de trasgo y fantasma,
parte de duende y de bruja...
¿Cómo, dime, he de saber
lo que oculta tu locura
bajo esa indigna figura?...
¿Cómo te he de conocer?
Pero si, ya lo adivino:
aunque en traje de muchacho,
debes ser... un gran borracho,
que tienes manchas de vino.
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