Nos centramos en un par de fotografías más, para escudriñar todas sus particularidades, aprovechando la buena calidad de los archivos originales, que me permiten sacar imágenes de los pequeños detalles, a una buena resolución.
Para ello, visitamos el edificio más emblemático que tenemos en el pueblo, con permiso de la Iglesia Parroquial.
Se trata de la Casa de las Torres, el Palacio de los Fernández-Alejo, en aquel verano de 1944.
El fotógrafo tomó únicamente dos instantáneas del mismo. Una de la puerta principal y otra de las vistas de Tembleque desde lo alto de la torre norte.
Lo primero que observamos en la entrada principal, es el cartel de "CASA CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL", ya que realmente, ese fue el último uso que se le dio a este edificio, hasta la década de los años 50, cuando ya quedó definitivamente deshabitado. Desde entonces, aunque ha tenido alguna que otro restauración parcial más o menos importante, como la del año 1987, cuando se inyectó micropilotes por toda la estructura, actualmente está en un deterioro constante, desde la segunda mitad del siglo pasado. Es una situación que ya denunciaba el escritor Jorge Mañach, en aquel delicioso relato sobre Tembleque, escrito por su pluma en el año 1955.
Pero seguimos observando la bella estampa, donde destaca una mula junto a la puerta, un animal que por aquel entonces era de lo más habitual en todas las casas de los agricultores.
Una rama de palma colgaba de su balconada, seguramente por la cercanía de la festividad de Santiago, el 25 de julio, ya que la fotografía fue tomada en dicho mes. O puede que la tuvieran adornando durante todo el año.
La puerta abierta nos permite vislumbrar algo de su interior, con su mítico pozo de brocal, que es de lo poco que se mantiene en su patio actualmente.
Continuamos observando la segunda fotografía, con una espectacular panorámica de la parte norte de Tembleque, tomada desde lo alto de la torre norte del edificio.
En este caso, lo único que podemos hacer es compararla con una panorámica actual, tomada desde la misma posición, y observaremos la gran cantidad de chimeneas en todos los tejados, así como los múltiples palomares y piqueras, que abundaban en nuestro pueblo. Muchos edificios de los que vemos en la fotografía de 1944 han sido remodelados, aunque el "skyline" panorámico sigue siendo similar hoy en día.
Podemos comentar también que lógicamente, la calle estaba a una menor altura que en la actualidad, si apreciamos el gran escalón que había para acceder a la acera de la puerta principal; aunque eso es algo normal que nos encontraremos en las fotografías antiguas de todas las calles del pueblo, pues cada vez que se pavimentaba, subía de nivel unos centímetros.
Con esto, completamos este segundo capítulo de las fotografías tomadas por Gabriel Casas i Galobardes en 1944, a la espera de una nueva entrega.
1 comentario:
muchas gracias Pedro! que bonito reportaje del pueblo de sus monumentos y que buen ojo tienes para mirar con todo detalle lo que era y lo que es en la actualidad.aunque no es mi pueblo ya vivo aqui y me gusta mucho toda su historia.
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