En nuestro término municipal, a pesar de la sequía, más o menos acusada, que llevamos arrastrando desde hace muchos años, existen varias zonas donde el agua del subsuelo está muy cerca de la superficie, concretamente donde afloran los juncos o carrizo, señal inequívoca de agua en el subsuelo.
Podemos encontrar este tipo de vegetación por bastantes lugares, como en la Villaverde, en el camino Toledo o en el paraje de La Celadilla, situado a 5 km del casco urbano de Tembleque, protagonista hoy de esta historia que os voy a presentar.
Y es que en los barrancos de este bonito paraje, frecuentado sólo por los agricultores que tienen terrenos en la zona, ciclistas locales y algún que otro senderista, al cual se accede desde el carril de la zanja, es una esas zonas donde abundan los juncos y el carrizo, y en años muy lluviosos, se ha visto brotar o manar el agua del subsuelo, y casi siempre se puede ver de manera casi permanente, agua en superficie, cubriendo toda la vegetación. Allí, en un cruce de caminos, existen los restos de una antigua majada, denominada popularmente como la majada de "Matabichos", y se conserva un precioso pozo de piedra.
Antiguamente, la abundancia de lluvias por estos lares era mucho mayor que en la actualidad, y la zona de la Celadilla era conocida entre nuestros paisanos y antepasados por sus manantiales.
El término Celadilla, diminutivo del topónimo Celada, etimológicamente hablando puede tener varias acepciones; estaría relacionado con un lugar donde se hacen emboscadas, en un paraje algo oculto entre sierras y lomas, y desde luego este paraje de Tembleque podría encajar en dicho significado.
Celada (casco de armadura) |
En este artículo de Celtiberia, se habla de la relación con humedales y fuentes termales, en distintas poblaciones, a lo largo de toda la geografía española, con el nombre de Celadilla o derivaciones etimológicas similares.
Una celada también es el casco de las antiguas armaduras militares, que por ejemplo, también utilizó Don Quijote, en la inmortal obra. Echándole algo de imaginación, el cerro abrupto donde desembocan los barrancos de la Celadilla, se puede asemejar, según la perspectiva desde donde se mire, a uno de estos cascos o celadas militares, aunque no sabría decir si de ahí proviene el nombre de dicho paraje en nuestro pueblo. También cabe destacar que Celadilla es un apellido.
Sea como fuere, nos centramos en nuestra historia, remontándonos al año 1908 y nos ponemos en antecedentes.
Pocos años antes, en 1905, habían finalizado las obras de encauzamiento de las aguas que atravesaban el casco urbano de Tembleque, es decir, lo que hoy conocemos como la zanja y sus altos muros laterales de piedra, así como el puente de la zanja, junto a la Iglesia, el puente sobre el Río Algodor y demás obras en calzadas alrededor del pueblo para desviar las aguas, ya que las tormentas de lustros pasados, como la de 1891 de Consuegra, la de 1893 en Villacañas y otras menos graves pero igualmente aparatosas, habían causado estragos por sus inundaciones también en Tembleque.
En definitiva, años de abundancia de agua, y parece que también abundancia de dinero en las arcas municipales, a tenor de la información que encontré en las antiguas actas municipales de Tembleque, que es de donde he extraído toda la información para contar esta historia.
En una sesión extraordinaria, con fecha 18 de marzo de 1908, el alcalde de Tembleque, Don Ricardo López Pintado, explicaba al resto de concejales que, tras revisar las cuentas municipales, existía un sobrante o superávit importante, por lo que propuso crear un presupuesto extraordinario para la construcción de un baño en la
Celadilla, por ser de utilidad general, y por contarse con agua suficiente según los
trabajos llevados a cabo.
He de confesar a los lectores, que en un principio, al leer este párrafo de las actas, pensé que se trataba de la creación de unos baños públicos, similares a los que hoy en día conocemos como piscinas naturales, para el baño recreativo de vecinos y turistas, aunque me era muy difícil imaginar a nuestros antepasados de principios del siglo XX, preocupados por un asunto como ese, en una época en la que no existía el turismo en nuestro pueblo, más preocupado de mantener sus trabajos y viviendas, que en pensar en darse un baño de placer en un paraje situado a 5 km de su pueblo. Así que seguí leyendo con atención, y no sin alguna dificultad, debido a la caligrafía del secretario en aquella época, y pronto averigüé que en realidad, de lo que se estaba hablando, era de la creación de un baño para caballerías, es decir, para mulas, burros, caballos o demás animales, que por aquel entonces existían en todas las familias de agricultores y ganaderos de Tembleque, indispensables para el acarreo y todo el duro trabajo en el campo.
Pero sigamos para tratar de ver cómo terminó esta curiosa historia.
Tras la propuesta del alcalde, Ricardo López Pintado, se debatió, y hubo dos concejales de la Corporación (José Rincón y Molina y Víctor Chozas) que se oponían a este proyecto. Sus argumentos no tienen desperdicio, tal y como se puede leer literalmente:
Don José Rincón y Molina manifestó:
que se oponía al presupuesto extraordinario
para la construcción del baño en la Celadilla, porque si la abundancia de agua era tal
como lo tenía manifestado el Sr. Alcalde, y las aguas eran potables, como dicho Sr.
aseguraba, debían emplearse para otros fines, y no para un baño. Que votaría toda
clase de recursos con el fin de realizar un verdadero alumbramiento de aguas, y si el
caudal de ellas era de importancia, podía y debía destinarse al abastecimiento del
pueblo, lo cual podría producir ingresos al Ayuntamiento y con ellos realizar la
construcción del baño, en sitio más cercano al pueblo que la Celadilla, donde llevara
con mejor resultado el fin que le propone el Sr. Presidente.
Que consideraba como primero, principal y único fin, por ahora, de un presupuesto
extraordinario el realizar trabajos para conseguir alumbramiento de aguas, porque
no hay necesidad mayor, ni de interés más general, que el abastecimiento de aguas,
ya que no son buenas las que hoy se consumen, y cuanto mejores sean las aguas de
la Celadilla, resulta mayor absurdo destinarlas a un baño para caballerías.
El concejal Sr. Don Víctor Chozas manifestó:
que en primer término creía, que algunas
de las cantidades que formaban el superávit, podrían ser incobrables, y todas ellas o la
mayor parte, eran realizables inmediatamente, y en cambio las obras se querría se
empezaran enseguida.
Que se oponía a la formación de presupuesto extraordinario, si este tenía como
objeto único, la construcción de un baño, estando desatendidas otras necesidades
apremiantes, entre ellas el arreglo de calles, cuyo estado es lastimoso, cuyo arreglo
es de interés completamente general y de preferencia.
Que estando próxima la instalación de la luz eléctrica, a juzgar por las
manifestaciones que tiene hechas por el Sr. Presidente, debía el Ayuntamiento tomar
las medidas conducentes, para que la falta de recursos del municipio no fuere
obstáculo para la realización de tan importante y necesaria mejora.
Que estaría conforme con un presupuesto extraordinario que se destinara, en primer
término para el arreglo de las calles, y para la luz eléctrica, y en último lugar para la
construcción del baño en la Celadilla, y que por todo lo expuesto se oponía a la
proposición del Sr. Presidente, de que el mencionado presupuesto extraordinario sea
únicamente para construir el baño.
En resumen, la oposición prefería emplear ese dinero, en principio para el arreglo de calles, o también para reservarlo ante la inminente llegada de la electricidad a Tembleque, un tema que abordaré en un próximo reportaje, o también incluso para realizar un alumbramiento de dichas aguas, para el uso de agua potable en el pueblo, y no para hacer un baño de caballerías, que además estaba bastante alejado del pueblo, a 5 km.
Aún con todo lo expuesto, como la mayoría siempre gana, finalmente el resultado de la votación fue de 6 concejales a favor de la construcción del baño de la Celadilla (Sres. D.
Abdón Muñoz, D. Justo Coronado, D. Alfonso Hernández, D. Juan José Palacios, D.
Forcián (sic) Pérez y el Sr. Presidente (el alcalde), y 4 concejales en contra (D. Víctor Chozas, D. Valentín Medina, D. Epifanio Sierra y D. José
Rincón y Molina).
Así pues, quedó aprobado el presupuesto extraordinario para la creación del baño de caballerías de la Celadilla, con fecha 18 de marzo de 1908.
Llegados a este punto, ya no encontré más referencias al paraje de la Celadilla hasta tres años más tarde, concretamente en la sesión Ordinaria con fecha 12 de abril de 1911.
Pero también hay que tener en cuenta un importante detalle, y es que si recordáis, uno de los concejales que votó en contra, en mayo de 1908, fue Don Víctor Chozas. Pues bien, apenas un año después de la aprobación de la construcción del baño, concretamente el día 1 de julio de 1909, Don Víctor Chozas pasó a ser alcalde, relevando en su puesto a Ricardo López Pintado, que incluso abandonó la Corporación Municipal.
Se puede presuponer que el baño, de existir, se debió construir en los meses posteriores a mayo de 1908, ya que con la llegada del nuevo alcalde, Víctor Chozas, que se oponía a dicho baño, sus preocupaciones con el paraje de la Celadilla ahora eran otras.
Retomamos el asunto, ya con fecha 12 de abril de 1911, siendo alcalde Don Víctor Chozas.
En aquella sesión ordinaria, uno de los concejales (Sr. Carrasco), manifestó, que conociendo la existencia de un presupuesto del Ministerio de Fomento, para los pueblos que lo soliciten, para pantanos y pozos artesianos, mandasen una persona perita y práctica, con fondos
suficientes, con el fin de descubrir el manantial que existe en este término municipal,
en el sitio denominado la Celadilla.
El Ayuntamiento por unanimidad acordó, estar conforme con lo expuesto por el Sr.
Carrasco, y que se le comunique inmediatamente a mencionado Sr. Ministro, haciendo
las gestiones oportunas, acerca de si puede conseguirse lo manifestado, por
considerarlo un beneficio general para esta Villa.
Ya no hay referencias al baño de caballerías, que no sabemos si se llegó finalmente a construir, aunque luego hablaremos de esta posibilidad, sino que ahora se pretendía descubrir el manantial, por si se podía utilizar el agua para otros menesteres.
Apenas un mes después, el 24 de mayo de 1911, se recibió contestación por parte del Ministerio:
El Ayuntamiento por unanimidad acordó elevar mencionada instancia, aportando
cuantos datos se tengan, con el fin de que se lleve a efecto, mencionado
alumbramiento de aguas, por considerarlo un bien general para los vecinos de esta
villa.
De hecho, en meses sucesivos, noviembre y diciembre de 1911, encontré varias facturas donde se explicaba que el perito vino a Tembleque, estuvo hospedado cuatro días, para ver los manantiales, y otras facturas por la limpieza y obras del desagüe del barranco de la Celadilla:
Cuenta de Domingo Rodríguez, por cuatro días de hospedaje de Sr. Ingeniero, que ha
estado reconociendo los manantiales que existe en el barranco de la celadilla, 27
pesetas.
Cuenta de D. Manuel Álvarez, de los trabajos empleados en el desagüe y limpieza del
barranco de la Celadilla, 51 pesetas con 25 céntimos.
13 de diciembre de 1911.
Cuenta de Víctor Chozas, de tres cubos de zinc para las obras del desagüe del
barranco de la Zeladilla (sic) en este término municipal, importante 4 pesetas con 50
céntimos.
A continuación comparto, en el siguiente pdf de Google Drive, la transcripción íntegra y las actas originales, con más información y párrafos que os invito a leer, por quien quiera profundizar más. Aquí también quiero agradecer la labor de mi buen amigo e historiador, Pepe García Cano, que me ayudó a transcribir algunas de las palabras que yo no lograba entender, de la caligrafía original:
Lamentablemente, en actas posteriores, ya no logré encontrar más referencias hacia este tema, ni sobre el baño ni sobre los manantiales de la Celadilla.
Pero por no dejar inconclusa esta historia, ahora toca el trabajo de campo, ya que los lectores se preguntarán, y yo el primero: ¿Pero finalmente se construyó el baño de caballerías en la Celadilla?
Pues yo respondería que probablemente sí, y a las evidencias gráficas me remito.
Conozco personalmente la zona de la Celadilla, aunque no en profundidad, por lo que en un primer momento, me puse en contacto con nuestro paisano Juan, empleado municipal, y gran conocedor de todos los parajes de nuestro término municipal, al trabajar con el catastro rústico desde finales del siglo pasado, que al hablarle de este tema, me confirmó, en primer lugar, que en este sitio abunda el agua, y en años lluviosos aún parece brotar del subsuelo.
También me indicó que en la ladera de los barrancos, existen los restos de algo parecido a la entrada de un silo, que por sus estructura, y por dónde está situado, podrían ser perfectamente los restos de la construcción de ese baño de caballerías.
Tocaba visitar de nuevo la zona, por lo que opté por grabar un vídeo con todo el recorrido, desde el casco urbano, partiendo precisamente la calle que lleva su nombre, la calle La Celadilla, una calle muy cortita, de reciente construcción, que parte desde el barrio de la salitrera, justo donde antaño estaba construida la fábrica de abonos y salitre, y finaliza en la vega, para continuar por el camino en paralelo de la zanja.
A 5 km, nos encontramos con la famosa Celadilla.
Esta visita la hice a finales de abril de 2022, y pude comprobar, que en los barrancos anteriormente descritos, junto a la mencionada majada de "Matabichos", se mantiene el agua, con carrizos y juncos, pero además, pude ver los restos de esa antigua construcción, justo al lado de los carrizos, no de fácil acceso, y la verdad es que es muy probable de que se trate de los restos del baño de caballería. Cuando había abundancia de agua en dicha zona, de donde manaba del subsuelo, esta construcción, se asemeja a la entrada a un silo, pero con mayor diámetro; podía servir para que el agua, que correría justo a su lado, se adentrara, formando una especie de pequeña laguna, casi cuadrada, de pocos metros de diámetro donde se podrían meter las mulas para su merecido baño. En las paredes parece apreciarse restos de construcción como de un tipo de ladrillo rústico, y el fondo, donde parece abrirse una pequeña gruta, ya con el paso de los años, más de un siglo, está inaccesible.
No puedo afirmar con rotundidad de que estos restos construidos por la mano del hombre, se trate de estos famosos baños, pero, ¿Qué podría ser si no, en ese lugar tan concreto, y más aún consultando la documentación de las actas que he expuesto en este reportaje?
A mí sólo se me ocurre que sean los restos del baño para caballerías.
Detrás de los restos de esta construcción, a pie, se puede subir al cerro, entre pinos, desde donde hay unas vistas realmente espectaculares de nuestro campo, con Tembleque de fondo, a esos 5 km. Desde arriba, comienza la zona denominada "La Mesa".
Todo ello lo veréis detenidamente a través del siguiente vídeo, donde os voy explicando los lugares por donde voy pasando, el camino, los juncos, el agua, la majada, las vistas desde lo alto del cerro, los restos de la posible construcción del baño, y el regreso al pueblo:
Como complemento al vídeo anterior, quisiera compartir el resto de fotografías desde este álbum de Google Photos, tomadas en La Celadilla, junto a las actas originales donde se hace mención, además de algunos mapas del sigpac, para una mejor situación.
Como dato anecdótico, comencé este artículo diciendo que el paraje de la Celadilla, sólo es frecuentado por agricultores y algún ciclista o senderista, pero la verdad es que el verano pasado, entre mayo y junio de 2021, esta fue zona de paso de todo el personal que estuvo trabajando en el rodaje de la serie de Amazon Prime "The English", aún sin estrenar a fecha de la publicación de este reportaje. Por lo que actores y actrices muy famosas de Hollywood, como Emily Blunt o Chaske Spencer, o el director Hugo Blink, así como el resto del reparto, extras y personal del rodaje, que fueron cientos de personas, pasaron por esta zona y sin duda tuvieron que fijarse en este paraje, desde el camino Toledo, para acceder al lugar del rodaje, en el paraje de La Mesa, que comienza a lo alto de la Celadilla.
Espero que con este reportaje, se haya despertado la curiosidad sobre este lugar, y hayáis aprendido algo más sobre esta pequeña parte de la historia local de Tembleque.
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