Vamos a conocer en este artículo del blog, la figura de uno de nuestros personajes más ilustres de Tembleque, como lo fue, en este caso, el pintor temblequeño Domingo Gallego y Álvarez (1817-1898), gracias especialmente a la reciente publicación de un completísimo artículo, por parte del historiador Francisco García Martín, a través de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, en el número 64 de la prestigiosa revista Toletum.
No obstante, ya existía otras publicaciones informativas sobre este famoso pintor temblequeño, como en este artículo de wipipedia., pero no tan completas como el trabajo que vamos a compartir de Francisco García Martín, en el cual vamos conocer muchos más detalles sobre este ilustre pintor, nacido en nuestro pueblo, aunque siendo un niño muy pequeño, se trasladó con su padre a Madrid, donde desarrollaría su faceta artística.
Domingo Gallego y Álvarez nació en Tembleque, en 1817, ya que su padre, Domingo Gallego Gómez se había venido a vivir a nuestro pueblo, al ser el administrador-contador de la explotación del salitre de las lagunas de Tembleque. De hecho, en el trabajo publicado sobre el pintor, se adjunta un curioso plano de las lagunas de Tembleque, del que espero poder ampliar información en un futuro reportaje sobre las lagunas.
El salitre y el nitro eran productos mineros reservados para las industrias reales. Añado también un plano del salitre de Tembleque, en 1767, del archivo General de Simancas, tal y como nos muestra en la bibliografía el historiador, donde podemos comprobar que alrededor de la Real Fábrica de Salitres (marcada con la letra B), se encuentran las salitrerías, todas con la letra "C", y comprobamos que no sólo había alrededor de la fábrica, junto a la laguna de la vega, sino también había varias al otro lado de la zanja, y en otros puntos del pueblo, cerca del centro. De hecho, según el historiador Fernando Jiménez de Gregorio, en el Pregón de Feria que nos ofreció en Tembleque en el año 1988, nos explicó que en nuestro pueblo, para explotar estos salitrales, hubo varias fábricas particulares con 24 calderas, y una Real Fábrica con otras 5 calderas.
Pero retomando la biografía del padre de nuestro protagonista, comprobamos según el Catastro de Ensenada, que con su salario, de 5500 rs (Reales de vellón), se incluía vivienda y servidumbre, y que además, en su vivienda se encontraban las oficinas, almacenes y las cinco calderas de cobre de la Real Fábrica. Esa vivienda estaba situada, textualmente, "inmediata a la Calle de los Mesones".
Aunque en el callejero más antiguo que conocemos de Tembleque, del año 1882, no figura ninguna calle con ese nombre, sabemos que sí existió tiempo atrás, según me confirmó nuestro buen amigo e historiador José García Cano. Lo que sí existía en 1882 era la "Calle del Parador", que actualmente es la calle de Las Escuelas y Travesía "Las Escuelas", por lo que muy probablemente, si la vivienda, que estaba en la Real Fábrica, estaba "inmediata a la Calle de los Mesones", se podría referir a la actual Calle de las Escuelas y travesía de las Escuelas, antaño Calle del Parador; o en su defecto, también podría ser, por cercanía, la actual calle La Vega, que en el callejero de 1882, consta como una calle "sin nombre", pero quizás sí lo tuviera varias décadas atrás, en 1817. Adjunto plano comparativo de los años 1882, y vistas aéreas de 1945 (aprox), señalando la Real Fábrica y dichas calles anexas, también en una superposición con una imagen actual. Los planos originales de 1882 los podéis consultar en este artículo, y las vistas aéreas de 1945 y años posteriores, en este otro artículo.
Sea como fuere, en 1820, apenas tres años después de nacer Domingo, ya constaba que su vivienda estaba en Madrid, en la Calle Mayor, donde nuestro ilustre personaje estudió en las Escuelas Pías y en los Jesuítas, por lo que de Tembleque, tan sólo consta su nacimiento y poco más.
En Madrid, su padre tuvo un importante cargo, como "Contador" en la Real Junta Superior gubernativa de Cirugía y de los Reales Colegios de la Facultad de Medicina, cuyo protector era el Infante Don Francisco de Paula Antonio de Borbón.
Simulacro realizado por la Escuadra del Almirante Pinzón en Alicante ante la Reina Isabel II" (1862) |
Continuó sus estudios en la Universidad de Sevilla, donde se especializó en pintar paisajes y escenas costumbristas.
En una exposición en la Academia de San Fernando, en 1840, expuso otros seis paisajes, y otra pintura destacada, titulada "La muerte del Emperador Carlos V en el Monasterio de Yuste".
También pudo viajar por buena parte de Europa para seguir aprendiendo en el arte pictórico; estuvo tres años en Roma, también en París, donde expuso cuadros en 1841 y 1842. Vivió en Burdeos en 1843 y 1844, donde continuó exponiendo, destacando su lienzo de grandes dimensiones "La tentación".
A su regreso a Madrid, en 1848, la Junta facultativa del Liceo Artístico y Literario le nombró director de la clase de Paisaje.
Vista del Monasterio del Escorial |
Domingo Gallego también estuvo metido en los negocios relacionados con los primeros ferrocarriles. De hecho, a él se le atribuye una de las primeras representaciones pictóricas de un ferrocarril, en su famoso cuadro "Vista del Monasterio del Escorial", donde si nos fijamos en detalle, una de las personas que aparecen en el paisaje, sujeta una maqueta de ferrocarril, en 1851.
Otros cuadros de relevancia son: "La visita", en el Real Palacio de Sevilla, aunque antes estuvo en el Palacio Real de Madrid, o la "Vista del golfo de Nápoles". También varios paisajes de puertos españoles, como "Vista del puerto de Málaga" (1856), "Simulacro realizado por la Escuadra del Almirante Pinzón en Alicante ante la Reina Isabel II" (1862).
Participó en otras muchas exposiciones, que se detallan en el trabajo del profesor Francisco García Martín.
Comentar también que Domingo Gallego apareció en numerosas reseñas de la prensa de la época (también explicadas en el trabajo) e incluso se vio envuelto en algún problema delictivo, relacionado con billetes falsos.
En 1864 se metió de lleno en el negocio de los ferrocarriles, como ingeniero, en esa época de expansión de ese nuevo medio de locomoción, para ir abriendo nuevos ramales o vías férreas entre unas y otras ciudades, especialmente entre ciudades del levante y Madrid. Consiguió algunas de las concesiones más importantes, como la línea de ferrocarril Murcia-Alicante, con varios ramales a Novelda y Torrevieja, junto con otros socios.
Nunca dejó de lado la pintura. Aunque dominó muchas técnicas, su especialidad fue siempre la de los paisajes, sin faltar algunos retratos o escenas costumbristas, entre otras temáticas.
"Vista del puerto de Málaga" (1856) |
Domingo Gallego y Álvarez falleció en Madrid, en 1898.
Como veis, en Tembleque tuvimos la suerte de contar con este ilustre pintor, que aunque desarrolló toda su vida y trabajo fuera de nuestro pueblo, para la historia consta como pintor manchego, nacido en Tembleque.
A continuación compartimos el trabajo íntegro publicado por el Profesor Francisco García Martín, a través de este enlace de Google Drive:
Incluso existe una vitola de Domingo Gallego, de la fábrica de Tabacos Álvaro. Adjunto fotografía extraída de la web de TodocolecciónTodocolección.
Recordamos que la publicación original, está integrada en el número 64 de la Revista Toletum, que igualmente dejo alojada en este enlace de Google Drive, y que está a su vez publicada en la web de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.Las imágenes publicadas en este artículo, algunas extraídas del propio trabajo del profesor Francisco García, otras del twitter Museo del Ferrocarril, Wikipedia o el Ministerio de Cultura, las añado a este álbum de Google Photos. Agradecimientos a nuestro buen amigo e historiador, Pepe García Cano, que fue quien me facilitó el trabajo publicado originalmente por el profesor Francisco García Martín.
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