jueves, 31 de diciembre de 2020

Resumen del año 2020 en Tembleque. Un año para olvidar, que jamás olvidaremos.

Llevo varias semanas pensando en si escribir o no un post como este, a modo de resumen de este fatídico año 2020 en nuestro pueblo, que al fin vamos a despedir a las 0:00h de esta medianoche. ¿Para qué? De hecho no hace falta dedicarle ni un instante más a este maldito año, pero bueno, pensando fríamente quizás en el futuro, cuando todo esto termine definitivamente y forme parte, si no lo es ya, de nuestra historia, pues creo que finalmente dejaré por aquí algo escrito, a modo de resumen, aunque sea sin muchas ganas, y que ni siquiera os voy a animar a leer, similar a aquellas interminables crónicas que también dejé plasmadas durante los días más duros de la pandemia, eso sí, con el deseo de la mejoría y la esperanza puesta en 2021.
El resumen de Tembleque bien podría ser el mismo que el de cualquier otro pueblo, ciudad o barrio de España.
Nos las prometíamos muy felices, o al menos estábamos todos en calma al comenzar el año, cada cual con sus problemas y tareas cotidianas. Escuchábamos en las noticias, casi de refilón, no sé qué de un virus, o coronavirus que venía de China y podría afectar a Europa. Así que casi sin darle mayor importancia, todo el mundo seguimos con nuestras rutinas, terminando las fiestas navideñas, con punto y final en la Hoguera de San Antón, como siempre.
Recuerdo ir al centro de salud con mi hija, entre enero y febrero, por una gripe común que primero cogió ella y unos días después yo, y ver la sala de espera llena de niños en igual situación. El comentario general era que "este año la gripe viene muy fuerte", pero creo que ninguno de los allí presentes estábamos preocupados, ni se nos pasaba por la cabeza que podría caber la posibilidad de ser ese virus del que hablaban a veces en los telediarios, desde China. Y de hecho, a estas alturas, casi un año después, creo que nunca sabremos con certeza, todos los que pasamos por aquella consulta rutinaria, cuántas de aquellas supuestas gripes fueron realmente gripes o no...
Febrero fue el mes de los Carnavales. La única preocupación por aquel entonces era el lugar donde se iban a llevar a cabo el desfile de charangas y comparsas, pues la Plaza Mayor estaba patas arriba, por las obras de restauración de su solado, que habían comenzado pocos meses antes, y era imposible celebrarlo allí. La solución fue tan simple como hacer el desfile en la anexa Plaza de la Orden, por lo que no hubo ningún problema. Fue el último evento multitudinario de Tembleque organizado por nuestro Ayuntamiento. Recuerdo que a la semana siguiente, fuimos bastantes temblequeños a disfrutar los Carnavales del vecino pueblo de Madridejos, multitudinarios, sin duda alguna. Más tarde nos acordaríamos de aquella visita, no sin temor, durante bastantes días, por haber estado en medio de aquellas aglomeraciones sin ningún cuidado ni protección, obviamente, (las calles y la carpa a rebosar) y más sabiendo que al principio de la pandemia, Madridejos fue uno de los pueblos más afectados.
Arrancó marzo aún sin saber la que nos iba a caer encima. El domingo día 8 es muy recordado en todo el país por ser el punto de inflexión. Hasta ese día, todo transcurrió con normalidad. En Tembleque tuvimos un evento quizás incluso más multitudinario que los Carnavales, como fue el VII Motoalmuerzo "Los Birritas", que congregaron a unos 2000 asistentes, entre moteros y público en general. También fue el día de la comida anual de la Asociación de Mujeres "El Clavel". Un servidor, precisamente ese día no estaba en el pueblo, pues recuerdo perfectamente que fui con mis hijas a pasar el fin de semana a Madrid, como tantas otras veces hacemos muchos vecinos, saliendo así un poco de la rutina del pueblo.
Al comienzo de la siguiente semana, ya vimos que definitivamente, el Coronavirus había llegado para quedarse, y casi como un cuento de ciencia ficción, en cuestión de días, por no decir horas, todo se fue al garete.
Sin apenas lograr creérnoslo, se comenzó por la suspensión de un día para otro de las clases en nuestro colegio. Los alumnos no pudieron ni recoger sus bártulos del día anterior, algo que harían posteriormente ya en el verano, tras finalizar de manera virtual el curso escolar.
Sin tiempo para reaccionar, entramos de lleno en una auténtica pesadilla, con en el estado de alarma y el confinamiento, que duró 51 días, del 15 de marzo al 4 de mayo, cuando llegó la esperada desescalada.
De aquellos intensos 51 días, no voy a ahondar mucho más en este resumen, porque ya lo dejé todo reflejado en aquellas crónicas diarias que escribía cada noche. Y de hecho, a petición de varios amigos, finalmente las rescaté todas juntas en un pdf de 147 páginas, que guardo en este enlace de Google Drive, y que quizás en un futuro alguien quiera volver a leer. Miedo, incertidumbre, desesperación, esperanza, solidaridad, unión, etc... Caben todos los estados de ánimo posibles durante aquellos días. Lo peor quizás fueron aquellos momentos al principio, cuando teníamos la sensación de que al final todos nos contagiaríamos. Nos llegaban las cifras (oficiales o no) de positivos y fallecidos, y quien más o quien menos, habíamos estado en contacto de alguna manera con personas contagiadas en aquellas primeras semanas de la pandemia, dentro de la más absoluta ignorancia.
Ni qué decir tiene que quedaron suspendidos absolutamente todos los eventos que se hubieran llevado a cabo. Recuerdo que al principio, no se suspendían, sino que se "aplazaban", con la esperanza puesta quizás en que esta pandemia durase poco. ¡Qué equivocados estábamos! Recuerdo los comentarios de la gente cuando nos quedamos sin Romería del Cristo del Valle en mayo, pues muchos pensaban, o pensábamos, que en septiembre la podríamos celebrar. 
Con la llegada de la desescalada por fases, también llegó la esperanza, al menos en parte, pues las cifras poco a poco iban mejorando, algo lógico después de un confinamiento tan duro. Aún había una pequeña esperanza incluso por si se podría celebrar algo durante las Fiestas Patronales, sabiendo que eran a finales de agosto. Me consta que desde la concejalía de Cultura, tenían bastantes ideas en mente, tanto para las Fiestas Patronales como para otros eventos de verano, pero la cruda realidad volvió a darnos un bofetón en la cara. En cuanto la desescalada fue finalizando, los casos por positivos volvieron a subir sin parar a nivel general.
Durante el verano, lo más significativo en cuanto a actualidad municipal, es que fueron culminando las obras de restauración de la Plaza Mayor, que también se habían paralizado durante el confinamiento. Aún no se ha podido inaugurar la Plaza, (esperemos que para el próximo verano) pero al menos quedó ya finalizada. Tengo aún pendiente un amplio reportaje con todas las imágenes y vídeos completos. Los que fui subiendo casi a diario eran sólo una pequeña muestra del día a día de las obras.
Mientras escribo esta última crónica del año, me voy apoyando en el archivo del blog, una auténtica bitácora del día a día, y no hay más que fijarse en el irrisiorio número de publicaciones que tuvo durante los meses de verano, junio, julio y agosto, cuando en cualquier otro año, con tantos eventos o demás historias, esas cifras se hubieran quintuplicado, sin ninguna duda. Aún así, casi con cuentagotas o de manera testimonial, sí hubo algún pequeñísimo acto en San Cristóbal o en el día del Pregón, con la charanga "Los Improvisaos", todo ello sin previo aviso y sin público. Lo único que se pudo celebrar con una relativa normalidad, siguiendo siempre las normas sanitarias, fueron las principales Misas, como la de Nuestro Patrón Jesús Nazareno, o meses antes, la correspondiente al Cristo del Valle de mayo (a puerta cerrada) y la de septiembre, todas ellas grabadas y publicadas en este blog. También tuvimos la visita de la televisión en diversos momentos, para algunos de los muchos reportajes que se emiten con Tembleque y sus gentes como protagonistas. Esto fue así durante todo el verano y el otoño. No voy a enumerar ni enlazar todos los vídeos, pues los podéis consultar en ese archivo del lateral del blog, pero como resumen, desde el confinamiento hasta el final de año, creo contar con hasta 12 reportajes, entre televisión y radio.
Tras el verano, donde muchos paisanos pudieron regresar al pueblo tras el confinamiento de la primavera, no fueron pocos los que decidieron, (quien podía), quedarse definitivamente a vivir aquí, en Tembleque, siendo conscientes de la calidad de vida tan distinta a las grandes ciudades, en tiempos de pandemia. Aire limpio, poca densidad de gente, casas generalmente con patios o corrales, y más grandes que los pisos de ciudad, y paralelamente, todos los servicios básicos disponibles, como comercio, alimentación, etc... Muchos reformaron sus casas o construyeron nuevas viviendas. Es algo que se ha observado en todas las zonas rurales. Siempre lo he comentado, especialmente en aquellas crónicas, que estas son las ventajas de vivir en un pueblo.
La estación de otoño fue relativamente tranquila en Tembleque, pero con muchos altibajos en las cifras de positivos en Covid, que se actualizan semanalmente. En conjunto han sido bastantes los vecinos que han pasado por la enfermedad, la mayoría de ellos leves, pero también algunos graves, hospitalizados y lamentablemente, que yo sepa al menos hasta tres vecinos fallecieron por el maldito virus.
Y así fuimos avanzando en el tiempo, muy despacio, como a cámara lenta, sumando semanas y semanas, con la esperanza puesta sin duda en el nuevo año 2021, que aunque todo apunta a que lo comenzaremos con datos muy malos, pues esperamos que con la llegada de la vacuna, la situación ya sí o sí comience a mejorar progresivamente.
Mientras los políticos de todos los colores, a nivel nacional, se han estado echando los trastos a la cabeza, y mareándonos con todos los cambios casi a diario, los vecinos en general, y más en pueblos como Tembleque, que al fin y al cabo somos los que nos tenemos que cuidar entre nosotros mismos si queremos mejorar la situación, creo que hemos estado procurando hacer todo lo mejor posible, capeando como hemos podido este temporal, que aún no ha acabado. 
Sin mucho ánimo pero con la esperanza puesta en 2021, voy a ir finalizando esta entrada a modo de crónica, deseando que las publicaciones del blog a partir de ahora, vayan cogiendo un tono más positivo, y que poco a poco, además, volvamos a recuperar los principales eventos que tenemos anualmente, al menos a partir del verano, (casi se da por descartados los Carnavales y la Semana Santa 2021), con las Fiestas Patronales, aunque sea todavía con mascarilla.
Los alumnos del C.E.I.P Antonia González, antes de las vacaciones navideñas, instalaron su particular "Árbol de los deseos" en la entrada del centro, y con él voy a finalizar. Creo que todos sabemos cuales serán nuestros deseos para el nuevo año 2021.
Un recuerdo muy especial a todas las víctimas del Covid, tanto en Tembleque como en todo el mundo, y también agradecimientos a todas las personas, vecinos particulares o distintos colectivos que han estado ayudando (y lo que queda) en todos los aspectos posibles y/o inimaginables, a mejorar la situación durante la Pandemia.
Dejamos atrás por fin el fatídico año 2020, el año de la pandemia, de nuevas palabras que apenas nunca habíamos utilizado: Coronavirus, confinamiento, Covid-19, mascarillas, desescalada, cuarentena, nueva normalidad, PCR, gel hidroalcohólico, etc... aunque intuimos que aún nos falta bastante tiempo por seguir utilizándolas.
¡Mucha fuerza y ánimo a todos/as!
¡FELIZ AÑO NUEVO 2021!
Edito este artículo con fecha 1 de enero de 2021, para incluir un par de vídeos con imágenes tomadas poco antes y poco después de las campanadas de fin de año, cuando la lluvia hacía acto de presencia en Tembleque.
Estuvo lloviendo durante poco más de una hora, desde las 23h del día 31 hasta las 00:30h del día 1, cayendo un total de 8 litros por metro cuadrado, que vienen muy bien para nuestros agricultores:
Esperemos que esto signifique un buen augurio, de cara a este año 2021:
También voy a recuperar un vídeo con imágenes del ambiente que había en la Plaza Mayor en la tarde de Nochebuena y mediodía de Navidad 2020:
Comentar también que finalmente, aunque de manera simbólica o testimonial, si se encendió la tradicional hoguera de Belén, por parte de nuestro vecino Juan, en la antigua báscula (calle Belén), eso sí, sin previo aviso y de muy reducidas dimensiones, para evitar público, por lo que apenas la vieron los pocos vecinos que pasaron por la zona, alrededor de las 18h. A las 19h ya estaba todo limpio y recogido, sin ningún rastro. Queda esta fotografía como pequeña muestra gráfica.

Edito este artículo para añadir un último vídeo, en este caso grabado por el temblequeño Fernando Escribano, desde la misma Puerta del Sol de Madrid. 
Únicamente pudieron estar en la Puerta del Sol los miembros de los distintos cuerpos de seguridad y periodistas. El Temblequeño Fernando Escribano, como miembro de seguridad del Metro de Madrid, fue uno de ellos, y tuvo el privilegio de poder comerse las uvas y grabar las campanadas junto a sus compañeros, con su móvil desde la Puerta del Sol.
 En este vídeo vemos en primer lugar, parte de la crónica emitida por Telemadrid, donde vemos en algún plano a Fernando, con chaleco verde, para continuar con las "Preuvas", grabadas también por Fernando, el día 30 de diciembre. Continuamos con su grabación, en las campanadas del día 31, y finaliza con otra crónica del diario "El Mundo", aprovechando que también vemos al temblequeño en algunas de sus tomas.

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