jueves, 25 de febrero de 2016

La fábrica de medias de seda de punto de aguja de Tembleque.

Nueva cita con la historia local, en un apartado quizás muy poco conocido por los vecinos de Tembleque.
Desde hace unos meses, nuestra paisana Mercedes, se está dedicando en sus ratos libres a transcribir, etiquetar y en definitiva ordenar, en la medida de lo posible, los libros antiguos que se mantienen en el archivo del Ayuntamiento de Tembleque, como bien nos explicaron en la revista municipal del año 2014.
De entre todos los datos que van apareciendo, se nos explica que en los siglos XVII y XVIII, en prácticamente todas las casas de Tembleque, las mujeres y las niñas se dedicaban a tejer medias de seda, que eran vendidas por todo el país. Incluso se baraja la hipótesis de que Tembleque fuese uno de los pueblos que estuviese en la mente de Cervantes, en su inmortal libro del Quijote, cuando en el capítulo IV se narraba sobre los mercaderes toledanos, que iban a comprar seda a Murcia. Tembleque estaría incluido en el denominado "Camino de la seda", como podéis comprobar en este reportaje de un blog dedicado al estudio del gusano de seda., titulado: "El camino de la Seda en el Quijote. De Toledo a Murcia".
Fotografía:Telares artesanales"La Nave"
Hace pocas semanas, mi buen amigo Luis Miguel Gallego, vecino de Consuegra, me envió un documento que encontró casualmente mientras buscaba información sobre la Real Fábrica de Sedas de Talavera.
Se trata de una tesis escrita por el historiador de Toledo Ángel Santos Vaquero, titulada "EL MUNDO SEDERO TOLEDANO Y LA FÁBRICA DE MEDIAS DE SEDA DE PUNTO DE AGUJA DE TEMBLEQUE". Un trabajo excepcional, de 26 páginas perfectamente documentado, donde podremos comprobar la enorme importancia que tuvo Tembleque en el mundo de las fábricas de seda de Toledo, hasta el punto de elaborar unas Ordenanzas propias, con la intención de independizarse del gremio de Toledo, alrededor del año 1750.
Os recomiendo la lectura completa, que comienza con el mundo sedero Toledano, y todos los pueblos donde existía este comercio, así como el apartado especial a Tembleque, dada su importancia, que comienza a desarrollarse más en profundidad a partir de la página 19 del pdf (página 206 del extracto del documento).
La bibliografía es bastante extensa, destacando el Catastro de Ensenada y el trabajo escrito en 1790 por el economista Eugenio Larruga y Boneta, titulado "Memorias políticas y económicas sobre los frutos, comercio, fábricas y minas de España", digitalizado de forma pública, en este enlace, por google books.
Cotejando datos, y tras consultar documentación antigua de Tembleque que en diversas ocasiones ya hemos publicado en el blog, nos encontramos que en el año 1752, en nuestro pueblo teníamos nada más y nada menos que 15 sastres, con sus nombres y apellidos, y 7 comerciantes (consultar listado adjunto). Eso por un lado, sólo en Tembleque, porque también existían otros 13 comerciantes especializados en medias de seda de aguja, que son los intermediarios, comprando la materia prima en el levante español, principalmente en Murcia (de ahí el "Camino de la seda" anteriormente citado), que después entregaban, una vez tintadas, a las mujeres de Tembleque, para tejerlas.  Era una manera de aportar a la economía familiar. Al año se hacían, según los datos históricos, 30249 pares de medias en Tembleque, de todos los tamaños y precios, para hombres, mujeres, niños... Todo está mucho más elaborado en el documento de Ángel Santos, que podéis leer a continuación. Tenéis también acceso a través de este enlace de google drive.
Este documento finaliza en la página 214, con la duda de si finalmente Tembleque lograría independizarse del gremio de Toledo, tras consultar expertos en las fábricas de seda de la época, las ordenanzas escritas por los fabricantes de Tembleque. Ciertamente, a partir de la fecha en que Tembleque se quiso independizar, el gremio de las fábricas de seda estaba ya dando sus últimos coletazos, tras varios siglos de esplendor, por lo que cabe pensar que finalmente, los Temblequeños no conseguirían regirse por su cuenta.
Ante esta duda, me puse en contacto con el autor de la tesis, Ángel Santos Vaquero, que muy amablemente me comentó que no tenía más datos, pero su hipótesis sería la misma, según me respondió en el siguiente email:
"Muy señor mío: Le agradezco su correo. Me agrada enormemente el interés que manifiesta por la cultura y la Historia en particular. Siento comunicarle que no tengo más información sobre la cuestión que me plantea pues no conseguí otra documentación complementaria sobre el tema; pero me atrevería a decirle que, dada la época en que se produce la petición, la gremialidad estaba de capa caída. Ya eran tiempos contrarios a la rigidez de los gremios y a una fabricación más libre y autónoma, por lo tanto, no creo que llegaran los vecinos de Tembleque a conseguir sus aspiraciones. Un saludo."
Precisamente, en Tembleque se han encontrado en los últimos tiempos algunos dedales antiguos, que incluso tenían el símbolo Real, la flor de lis, como veis en las fotografías adjuntas. Es muy factible que en Tembleque se cosiera para la Casa Real, pues además existía un vínculo paralelo por la fábrica Real de Salitre, ubicada en la zona de la vega de Tembleque, y que surtía de esta materia prima para fabricar pólvora a los ejércitos de España.
Estos dedales encontrados en Tembleque, incluso tienen tallada una cruz, que se parece mucho a la de la Orden de San Juan, donde pertenecía Tembleque.  Pueden estar datados perfectamente en las mismas fechas de los datos de este reportaje, mediados del siglo XVIII.
Las mujeres de entonces solían llevar una faltriquera, donde guardaban pequeños objetos, como estos dedales de coser. Muchos de los cuales se perdían cuando realizaban tareas en el campo, como otros muchos objetos.
Disponemos de las fotografías de una pequeña pero interesantísima colección de dedales encontrados recientemente en varios parajes de Tembleque, con distintos tamaños e inscripciones. Presumiblemente, estos últimos serían de entre los años 1600 y 1700, aunque al ser un objeto usado desde la antigüedad, estos datos no los podemos confirmar.
 Esto no hace más que corroborar la tesis de la importancia de esta industria sedera en Tembleque.
Casualidad o no, incluso en la exitosa serie de RTVE "Águila Roja", en su capítulo 18 (Temporada 2), tenemos una escena grabada en el interior de la Casa de las Torres de Tembleque, ambientada para tal ocasión como la Real Fábrica de Seda. Podéis ver la escena entre el minuto 53´:15´´- 55´:35´´ y entre los minutos 58´:10´´- 59´:35´´. Acceso al vídeo en este enlace de RTVE.
Existe multitud de información a través de internet, sin ir más lejos, en la wikipedia, donde nos explican el funcionamiento de los telares. La fotografía del cuadro de Van Gogh está extraída de dicha página.
También podemos ver algunos vídeos ilustrativos de telares antiguos, que muy probablemente fueran similares a los utilizados por nuestros antepasados de Tembleque.
Aquí vemos una demostración, desde Oropesa, en sus jornadas medievales, cortesía de lagarteraTv:
O esta otra demostración del tejido tradicional, desde Gijón, cortesía de Belén Vega, del Taller  Escuela Nezcla. Vídeo de Margot Cembreros.
Espero que este reportaje sobre un apartado tan concreto en la historia de Tembleque haya sido de vuestro agrado.
Edito este reportaje con fecha 6 de noviembre de 2023, para añadir un artículo al respecto publicado en dicha fecha por "La Tribuna de Toledo", a cargo del historiador consaburense y gran amigo José García Cano.
"EL COMERCIO DE MEDIAS DE SEDA EN TEMBLEQUE"

La Tribuna de Toledo

El comercio de medias de seda en Tembleque
José García Cano* - 
lunes, 6 de noviembre de 2023

En el Catastro de Ensenada que se redacta en 1752, se hace especial reseña a la confección de medias, como uno de los recursos económicos más importantes de esta localidad manchega
Plaza Mayor de Tembleque con la parroquia al fondo.
Plaza Mayor de Tembleque con la parroquia al fondo.

Si analizamos la distribución de oficios que hubo en Tembleque a mediados del siglo XVIII, encontramos un buen número de vecinos y vecinas dedicas a trabajos relacionados con la seda y el ramo textil, como trece comerciantes que vendían medias, diecisiete tenderos de lienzos, seis maestros de sastres, once oficiales de sastrería y dos aprendices del mismo ramo. En el Catastro de Ensenada que se redacta en 1752, se hace especial reseña a la confección de medias, como uno de los recursos económicos más importantes de la localidad. De hecho, se indica que casi todas las mujeres de Tembleque de «todos los estados, clases y calidades desde la edad de ocho años arriba» se dedicaban a trabajar este género que realizaban en sus casas y que consistía en hacer medias de punto de aguja, tanto para hombres como para mujeres y niños. Para hacernos una idea de la producción temblequeña de medias, al año podían prepararse más de 30.000 pares de todos los tamaños y para ambos sexos. Se confeccionaban medias tanto negras como de otros colores y de varios pesos. A las mujeres se les solían pagar como honorarios 30 reales por libra de producto trabajada.

Ya desde finales del siglo XVII la competencia entre los telares de la provincia con los establecidos en Toledo capital, se hace patente en las quejas que los sederos toledanos hacían contra los telares y los maestros de listonería y medias de otras villas, sobre todo de las de Tembleque, Mora y Fuensalida, los cuales según los toledanos estaban trabajando sin someterse a la ley y sin que se les aplicaran las Reales Ordenanzas, salvándose además de las visitas e inspecciones de los veedores del Arte Mayor de la Seda. El enfrentamiento entre los comerciantes y fabricantes de Toledo capital con los del resto de la provincia llegó hasta Carlos II, ya que los segundos solicitaron al rey un decreto por el cual se ordenase que no podían trabajarse medias de seda de punto sin atenerse a una serie de pesos que ya estaban marcados y que obligaba a que cada tipo de media llevase el suyo. Por ejemplo, las medias de punto ordinario para hombre, tanto si eran negras como de color debían de pesa 4 onzas o las medias de punto de Milán para hombres de color negro, unas 3,5 onzas. Como es lógico los sederos toledanos pretendían con esta petición que los fabricantes tanto de Tembleque como de Mora, dejasen de trabajar y evitar así su competencia. De hecho, el rey emitió un Real Decreto con fecha 25 de septiembre de 1683 en el hacía caso a los comerciantes de Toledo y obligaba a los de los pueblos a seguir el decreto sobre los pesos. Pero en contra de lo que habían pensado los fabricantes toledanos, los precios se encarecieron y se demostró que los consumidores preferían otras medias más ligeras y no las que se fabricaban en la capital imperial.

La seda que llegaba en bruto a nuestra provincia solía proceder de Murcia, Valencia y Granada, y en la capital toledana se podía comprar en el llamado Mesón del Lino, ubicado en lo que hoy es la calle Santa Justa y Rufina. Esta seda luego había que torcerla, devanarla, teñirla y luego devanarla en cañones y posteriormente con esta seda ya tratada, se harían diferentes labores y tejidos como rasos, terciopelos, damascos, etc., así como mantos y medias muy utilizadas ya por entonces. La proliferación de diversos telares en diferentes pueblos de la provincia de Toledo se debe a que en la capital no se podía absorber toda la demanda que realizaban los consumidores y por ello encontramos telares en otras localidades como Ajofrín, Fuensalida y Tembleque, entre otras.

Tal fue la importancia del comercio textil y de la seda en Tembleque, que los profesionales que desempeñaban esta tarea en la localidad, llegaron a formalizar unas ordenanzas para su gremio y de esta manera poderse excluir de las normas y condiciones que imponían sus colegas desde Toledo capital. Para conseguirlas los fabricantes de Tembleque solicitaron una propuesta a la Junta General de Comercio, quien debía confirmarlas y hacerlas oficiales. Por otro lado, esta junta envió la petición a la ciudad de Toledo el 27 de octubre de 1757, para obtener la opinión del corregidor. Precisamente en ese momento se envió otro escrito remitido por la justicia de Tembleque para informar de los pesos y precios que iban a fijar los fabricantes de la localidad, para poder tener su margen de beneficios y marcar estos valores de cara al mercado. Las ordenanzas presentadas constaban de nueve puntos en los que se explicaban una serie de normas a la hora de confeccionar y vender las medias que se preparaban en la localidad, expresándose también los pesos a los que debían confeccionarlas, dependiendo del género a quien fueran destinadas. En un principio la mayor parte de las ordenanzas no fueron del agrado de la autoridad ya que principalmente tomaban un camino contrario al que el comercio de esos momentos estaba siguiendo, es decir, cerraban el acceso de otros profesionales al sector, en unos momentos en los que se estaba comenzando a liberalizar del control gremial la mayor parte de los oficios y profesiones, que desde siglos atrás habían permanecido encorsetadas y restringidas a las normas y ordenanzas de los antiguos gremios.

 Es importante entender como el uso de ricas telas, sedas, bordados y brocados se estaba generalizando en la España de aquellos momentos y por ello, el comercio de estos productos comenzó a extenderse por todo el territorio nacional y de ahí que en Tembleque se estableciesen decenas de personas dedicas a este negocio. Por aquel entonces tenía lugar en Tembleque un importante mercado que se celebraba con motivo de las fiestas del lugar, dedicadas a San Bartolomé, en el que entre otros productos también se vendían elementos textiles, si bien la mayor parte de los géneros que se elaboran en la localidad tenían su venta en otros tantos puntos de la geografía nacional y en otros mercados textiles.

También es importante recordar la cantidad de oficios y profesiones que giraban en torno al oficio de la seda y de la industria textil en general. Algunos de estos oficios desgraciadamente ya desaparecidos, no deben olvidarse pues representaron una buena parte de la economía de nuestra provincia y por ello los traemos a estas líneas: torcedores de seda, cordoneros, pasamaneros, tejedores, tintoreros, tiradores de seda, esparteros, prensadores, cardadores, pasamaneros, etc., etc.

*José García Cano es académico correspondiente en Consuegra de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

felicidades ¡vaya reportaje muy bueno!! Fredy encuentras cada dia la manera para que me meta en esta ventana y ver las cosas tan bonitas que encuentras.

gracias eres un fenomeno.

Anónimo dijo...

¡Genial! Muchas gracias, y es poco ;)