No son pocas las voces que reclaman que a partir de ahora, siempre se celebre el sábado más cercano al 17 de enero, como en otros eventos sucede. Aún así, me consta que el mismo día 17, aunque no hubo celebración oficial por el mal tiempo, algún vecino también se acercó con su mascota a dar las tres vueltas alrededor la ermita, como manda la tradición.
Así pues, pasadas las 18:30h del sábado, ya con mucho mejor tiempo y sin apenas viento, poco a poco se fue acercando la gente, los primeros en llegar lo hicieron con sus mascotas, para la Bendición de animales. Este año, con claro predominio de perros. El 99% creo que fueron perros, con una pequeña excepción de un conejito en jaula, que además fue el primer animal bendecido por el Párroco Don Carlos, como veréis en el vídeo.
Con asistencia también de casi toda la Corporación Municipal, tras la Bendición de animales se procedió a la Misa, en la misma ermita de San Antón, oficiada por el Párroco Don Carlos.
Una ermita que incluso se quedó pequeña para acoger a todos los feligreses, que además estuvieron muy calentitos, gracias al cañón de calor que se instaló en su interior. Fuera hacía el frío lógico de un mes de enero, lo normal.
En esta foto, vemos al grupo de vecinos que se encargan de la limpieza y el mantenimiento diario de esta coqueta ermita, datada según algunos historiadores a finales del siglo XVIII, según su estilo de construcción, y que tuvo también un humilladero justo donde hoy se enciende la hoguera, como podemos comprobar en las fotos antiguas de principios del siglo XX.
Fueron bastantes los vecinos que optamos por quedarnos fuera de la ermita durante el tiempo que duró la Misa, charlando unos y otros, así como con los miembros de la Asociación Musical "Cristo del Valle", que a esas horas fueron llegando para participar en la Procesión, recordando con algunos de ellos, por ejemplo, el puñao original, que ya cada vez se ve menos, y que consistía en una mezcla de trigo y cañamones tostados, en ocasiones con titos (de donde se saca la harina de almorta para las gachas manchegas), y cómo casi todos los vecinos del popular barrio de San Antón, ofrecían su puñao a todos los niños que se acercaban, corriendo de casa en casa por la calle Victoria y el resto de aledaños del barrio de San Antón.
Esta tradición se mantuvo así hasta bien entrada la década de los 90. Mucha de esa gente, por edad, ya fue falleciendo, y con ellas la tradición original se fue abandonando o al menos modificando.
Foto del puñao original, a la izquierda, por cortesía de nuestra vecina del barrio de San Antón, Merce, y que ya publicamos en este artículo de 2015.
Hoy en día, el puñao suele consistir en una mezcla de frutos secos variados, y eso sí, con zurra casera, riquísima.
También recordamos que antaño, las mulas eran las protagonistas, perfectamente engalanadas para su día grande, el día de su Bendición en San Antón. Hay que tener en cuenta que la base económica de Tembleque desde siempre ha sido la agricultura, y hasta antes de la llegada de los tractores, las mulas eran los animales más preciados por todas las familias, para sacar adelante las tareas del campo.
Recupero una preciosa fotografía de 1960, donde nuestros paisanos José Palacios y Tino, posan a lomos de sus mulas engalanadas, frente a la ermita de San Antón. Foto ya publicada en este artículo del blog.
Pero volviendo a la crónica de ayer, a la salida de la Misa, comenzó la tradicional Procesión con la Imagen de San Antón, por toda la calle Victoria en sentido suroeste, acompañada en todo momento de la Asociación Musical "Cristo del Valle".
Fue en ese momento cuando se procedió a encender la hoguera, que a pesar de estar mojada por la lluvia de días anteriores, finalmente, con ayuda de algo de combustible, prendió sin ningún problema.
A las puertas de la ermita, comenzaron a repartir el tradicional puñao, que como hemos comentado, este año consistió en una mezcla de frutos secos y zurra, o cualquier otro refresco. Fue el propio alcalde, acompañado de varios concejales y vecinos del barrio, los encargados de ofrecer este puñao a todos los asistentes, que fueron cientos, como vemos en las imágenes.
Y así, poco a poco, al calor de la hoguera, entre charlas, risas anécdotas, siempre con la música amenizando de fondo por parte de la Asociación Musical, la hoguera fue menguando y la gente se fue marchando a sus hogares, ya pasadas las 21h.
En definitiva, una tarde de lo más agradable, reviviendo esta ancestral tradición en Tembleque, y que como todos los años, dejamos las fotos, vídeos y este crónica particular aquí plasmada, para la hemeroteca del blog.
Comenzamos con el vídeo, un amplio resumen de 25 minutos, con imágenes por cortesía de Victoria Conde y un servidor, y la edición de José Luis Escribano.
El vídeo va en orden cronológico, con algunas escenas multiángulos, con el ambiente de los primeros visitantes, la Bendición de animales, parte de la Misa en el interior de la ermita, salida y llegada de la Procesión, hoguera y puñao:
Y para finalizar, como es habitual, compartimos un extenso álbum fotográfico, con aportaciones de Victoria Conde, Antonio Argüello y un servidor:
Cañón de calor en el interior de la ermita. |
1 comentario:
Muy bonito! no fuy a verlo pero desde esta ventana se ve lo animada que estuvo San Anton que siga la tradiccion. muchas grcias por ponerlo.
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