En la historia queda la inundación de 1801, que fue la que "creó la laguna de la Vega, permaneciendo sus aguas durante 7 u 8 años, siendo esto causa de que quedara diezmada la población por las fiebres desarrolladas en verano por las emanaciones de la laguna" (Memoria Inundación de Consuegra en 1891. Obras de defensa en Tembleque. 1905), y cuyas crónicas históricas narran literalmente: "el 14 de septiembre de 1801, sobrevino una tempestad a las 2 de la tarde, que principiando con truenos y relámpagos se siguió a la media hora una grande y abundante piedra, que a poco rato se convirtió en copiosa lluvia que no cesó hasta las doce de la noche, y se anegó más de la mitad del pueblo, derribando muchas casas de las que salían sus moradores en caballerías mayores. El señor cura tuvo que entrar en la iglesia a caballo y sacar el Santísimo, que se trasladó a la Vera Cruz, donde se celebró misa por muchos días, a causa de haber subido en dicha iglesia dos varas el agua y descarnado todo el suelo donde se descubrían los cadáveres. En los hondos y valles no se veía más que cielo y agua; el campanero que subió a tocar no pudo bajar en tres días; la pérdida de bienes, haciendas y ganado fue grande, y muchas las personas ahogadas". (Diccionario Geográfico-Estadístico. Tomo XI, 1829).
También la de 1854, 1891 (coincidiendo con la inundación de Consuegra, con casi 400 víctimas mortales) y 1893, donde se inundaron los silos de Villacañas, causando también 43 víctimas mortales, y cuya crónica, publicada en el diario "El Liberal", con fecha 4 de octubre de 1893, enfocada a Tembleque, por cercanía, ya nos auguraban un mal futuro, casi asegurando que Tembleque sería destruido sin remedio.
Continuando con esa inundación de 1893, se encuentra una detallada crónica de un periodista, publicada el 17 de septiembre de 1893, también por "El Liberal", que viajaba en tren, y se quedó bloqueado a 1 km de la estación de Tembleque. Nos narra con todo lujo de detalles aquella jornada. No tiene desperdicio.
De todo ello, prefiero no extenderme más, pues me gustaría publicar en el blog, más adelante, y siempre que encuentre tiempo suficiente, un extenso reportaje, donde explicaré la formación de las lagunas de Tembleque, las obras que se llevaron a cabo en nuestro pueblo a finales del siglo XIX para evitar inundaciones y un montón de documentación, datos y mapas antiguos.
En este post, aparte de haber repasado superficialmente algunas de esas inundaciones, también vamos a compartir una formidable crónica de otra inundación que tuvimos en 1855, recuperada por nuestro buen amigo, historiador y cronista de la Villa de Turleque, Pedro Antonio Fernández Peinado, en "La Gaceta de Madrid" del día 10 de septiembre de 1855 (el equivalente al actual Boletín Oficial del Estado), y que no tiene desperdicio. La podéis leer sin problema en la imagen adjunta.
Se explica, entre otros detalles, cómo falleció una anciana del pueblo, ahogada en su propia casa, o cómo se lograron salvar dos niños que llevaban la riada, seguramente de la zanja, hacia la laguna de la vega.
Avanzando unos años en el tiempo, nos encontramos con otra tormenta, a principios del siglo XX, en julio de 1903, y cuya catástrofe fue principalmente en la cosecha del cereal, que quedó arrasada, tal y como se puede leer en la crónica igualmente del diario "El Liberal", con fecha 15 de julio de 1903.
Y ya para finalizar este pequeño repaso de tormentas e inundaciones en Tembleque, lo hacemos con un artículo publicado en 1972 por el periodista e historiador toledano Luis Moreno Nieto, (ya hemos publicado varios artículos de él en el blog) titulado "Tembleque se ahoga", para el diario "La Vanguardia" que me he permitido también coger prestado para titular este post. Es muy aconsejable su lectura, pues aparte de hablar de las inundaciones producidas por las aguas subterráneas provenientes de El Romeral, nos da un repaso a cómo ha afectado a algunos de nuestros monumentos más importantes de nuestro pueblo.
Así pues, podéis comprobar que no siempre hubo sequía en Tembleque. Algunos de nuestros mayores afirman que son ciclos, que tarde o temprano volverán las abundantes lluvias e inundaciones como estas que os he narrado; otros pensamos que es el cambio climático, que toca pasar por un perídodo de varios años de sequía, pero en definitiva, lo que no podemos hacer es fiarnos de la naturaleza, pues más tarde o más temprano, lo veamos o no los que hoy estamos leyendo este post, es más que probable que volvamos a vivir un episodio similar, con consecuencias por determinar.
Todos estos recortes de prensa los añado a este álbum de Google Photos, para facilitar su descarga.
3 comentarios:
Cando son las doce y media de la noche, y dormitando en mi sofá viendo una película en TVE1 "por un puñado de dolares", y al mismo tiempo viendo en mi tablet la actualidad de mi pueblo, o dicho de otra manera, de mi querido Tembleque, no tengo mas remedio que felicitarte por los magníficos post de la historia reciente, y no tan reciente,de Tembleque. Sigue en esta linea que somos muchos los que te seguimos, desde dentro del pueblo, y sobre todo con mucha añoranza,los que estamos fuera.
Saludos.
Muchas gracias, Breogan! Me alegro de leerte de nuevo por aquí. Ciertamente, como en estas últimas semanas no hay muchos eventos en Tembleque, lo estoy dedicando más a reportajes de corte histórico o hemerotecas, que nunca faltan, y suelen ser del agrado de los lectores, pues al fin y al cabo, son parte de la historia de nuestro pueblo.
De momento procuraré seguir en esta línea, tal y como me pides, y ya voy camino de 7 años en el blog, gracias en gran parte a lectores fieles,como es tu caso.
Un saludo y muchas gracias por tu fidelidad!
Excelente reportaje, leyendo estos recortes parece que estamos encima de un lago subterráneo esperando para engullirnos, se ve que la prensa amarilla no es un invento actual.
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