Nuestro buen amigo Euyin, se llevó la cámara para inmortalizar la particular aventura. Me comentó que esta experiencia fue fantástica, única y emocionante:
Los vecinos consaburenses salían de sus casas, asombrados, para admirar los tractores. Los abuelos acercaban a sus nietos para enseñarles los modelos del tractor que un día ellos llevaron.
Hicieron una parada en el barrio de "El Imparcial". La trágica historia de este barrio se remonta a 1891, hace más de 100 años. Aquel 11 de septiembre hubo una tremenda tormenta que desbordó el río Amarguillo. Murieron 359 vecinos, y prácticamente todas las casas de la zona desaparecieron. Hace tiempo escribí un artículo al respecto en el blog VDT, con las crónicas de la época. Precisamente fue el periódico "El Imparcial", quien aportó, gracias a sus suscripciones especiales, gran cantidad de dinero destinado a la construcción de nuevas casas, todas iguales, en dicho barrio, que a partir de entonce cogería prestado su nombre. En la visita de nuestros tractoristas a este barrio, donde fueron recibidos con jamón, queso, huevos rellenos de crema de bogavante, carcamusa de costillas, tarta, helado y un buen café con su correspondiente copa de licor de hierbas, (desde este blog me piden que traslade su agradecimiento a los vecinos de El Imparcial, por su simpatía, amabilidad y buen trato recibido), también pararon en la sede del barrio, que en realidad es una de las casas que se construyeron tras la inundación, que fue adaptada con habitaciones para dar clases a los niños, y su maestro, al jubilarse, vendió dicha casa a un precio muy económico para la Asociación de vecinos, junto a la ermita de San Antón.
Los vecinos de este popular barrio realizan numerosas reuniones, fiestas, bailes, etc... También en la sede podemos encontrar una exposición de utensilios de labranza, trajes típicos y menaje de cocina antiguos. Tras esta agradable visita, quedaba subir al cerro Calderico, con su inconfundible perfil manchego, molinos y el Castillo. Resultó muy emocionante. Nuestros amigos se consideraban "Quijotes mecanizados". Los turistas (chinos, alemanes, franceses y algún español) alucinaban con esta particular estampa, y por supuesto fueron objeto de los flashes de sus cámaras. Ya al bajar, la anécdota de la jornada: "La cosa se puso seria...Yo (Euyín), tuve que vocear a Evaristo, que iba subido en su tractor, para que metiera una marcha más larga, pues estuve a punto de chocar por alcance con él, ya que los frenos de estos vehículos no tienen la misma eficacia que en los tractores actuales..."
Y así, entre risas, comida, fotos, visitas y muy buen rollo, finalizó la jornada de este grupo de amigos de Tembleque, que lograron pasar un día formidable haciendo lo que más les gusta en sus ratos libres, y que han convertido en algo más que un hobby. Os dejo con el vídeo que el propio Eugenio Ariza grabó, además de las fotografías correspondientes, con las que finalizaré este reportaje.
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