Una parte del siguiente documento ya se publicó en el vecino blog VDT. También el compañero Penteo publicó otro fenomenal reportaje sobre el origen del Cristo del Valle.
Hace pocos días, un buen amigo me facilitó el Romancero completo con el origen y los milagros del Cristo del Valle, con muy buena calidad, escaneado directamente del pliego de cordel. Fue Ramón Lobato quien, tras una ardua tarea de investigación, según me explicó, consiguió hacerse con la obra completa, cuya copia tuvo el gran detalle de facilitar tanto a la Hermandad del Cristo del Valle como a nuestro ayuntamiento. También está digitalizada en la Biblioteca Nacional.
Ya se ha explicado en muchas ocasiones que todo comenzó el 17 de julio de 1688 con aquellos dos peregrinos, Juan Bautista y Manuel Terrín, (en otras versiones se habla precisamente que todo ocurrió el 25 de junio, día de San Juan Bautista) y que, tras pedir limosna en la quintería de Juan Montoro, propiedad del vecino de Tembleque Francisco Rodríguez Palmero (enlace a la escritura de su silo, previo a la construcción de la Ermita del Cristo del valle) pintaron al Cristo en el poste de su silo, tras haber pedido aceite que milagrosamente encontraron en las vasijas que se suponían vacías. Luego se ausentaron del lugar sin dejar rastro. A partir de ahí se sucedieron los milagros y las peregrinaciones que en el romance podréis leer.
Leyendo la primera parte de este romancero, nos cuenta cómo tras la marcha de los dos peregrinos, acudió el cura de Tembleque a ver si realmente había algo milagroso en las pinturas de los peregrinos. Para ello las mandó borrar, y para asombro de todos, parece ser que volvieron a aparecer. Fue a partir de entonces cuando acudieron gentes de todos los lugares, una niña ciega, de Mora, que al llegar abrió los ojos y recuperó la vista, otro vecino de Consuegra que se cortó una pierna con un hacha accidentalmente, y que milagrosamente al llegar al Cristo del Valle sanó sin más explicaciones.
Había un molinero que se quejaba de que muchos peregrinos ocupaban su parcela, muy próxima al lugar. Dijo que no creía en los milagros, lo que provocó que unos "volcanes de fuego" hicieran pasto de llamas con su molino. Y un sin fin de sucesos milagrosos de los que el autor confiesa que no tiene papel suficiente para dejar plasmados. A partir de este momento fue cuando se decidió construir en el lugar la ermita que hoy conocemos, y la Romería, que sería el último domingo de septiembre. Tras la Guerra Civil se decidió añadir otra fecha, el segundo domingo de mayo, para que fuese más fácil visitar dicha Romería por todos.
Enlace de descarga desde google drive.
3 comentarios:
sea leyenda o realidad, estás haciendo ún trabajo excelente cón tanta información. muchas gracias por el interes que pones en todo
Excelente artículo, mejor imposible para la vispera del Cristo.
Muchas gracias!
De esta manera, durante la Romería veremos la ermita con otros ojos, sabiendo perfectamente la historia que la rodea, que aunque ya se ha publicado bastante, no está de más recordarlo y ampliar la información, como creo que sucede con este documento.
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