viernes, 29 de septiembre de 2023

El Camino de las Carretas y el Santuario del Santísimo Cristo del Valle. Por Pedro Antonio Fernández Fernández-Peinado.

El 29 de septiembre tradicionalmente es el día de la Romería del Cristo del Valle, aunque desde 1971, se decidió que era mejor celebrar la Romería el último domingo de septiembre, para facilitar que puedan acudir más vecinos o peregrinos, siendo así siempre la celebración en un domingo. Este es un dato que aparece publicado en el
libro de las Fiestas Patronales de Tembleque de 1971.
Hace poco celebramos la
Romería de septiembre de 2023, y ahora, precisamente en su día, el 29 de septiembre, vamos a compartir un excelente trabajo histórico, firmado por nuestro buen amigo, historiador y cronista oficial de Turleque, Pedro Antonio Fernández Fernández-Peinado, Pedro Peinado para los amigos.
 Bajo el título de "El Camino de las Carretas y el Santuario del Santísimo Cristo del Valle", nos sumerge al lector en un agradable paseo por el paraje del valle del Algodor, en fechas previas y posteriores a la construcción del Santuario del Cristo del Valle, con todos los caminos que circundaban por la zona, con especial mención al Camino de las Carretas, los carros tirados por bueyes, y cómo sus caminantes iban parando en las quinterías; en definitiva, la vida de de entonces, que desde luego en el valle del Algodor era muy fructífera en todos los aspectos.
Sin más, os invito a su amena y agradable lectura, a través de este pdf de Google Drive.
Copio a continuación de manera literal el texto y fotografías:

EL CAMINO DE LAS CARRETAS Y EL SANTUARIO DEL SMO. CRISTO DEL VALLE.
 Por Pedro Antonio Fernández Fernández  Peinado.
  « En la villa de Consuegra, en veinte y cinco días del mes de agosto del año de mil seiscientos y ochenta y ocho, ante mí, el presente escribano y testigos ynfrascritos, compareció Francisco Rodríguez Palmero vezino de la villa de Tembleque y dixo: que por quanto el día de san Juan Bautista veinte y quatro del mes de junio de este dicho año de ochenta y ocho, llegaron a un silo que tiene en sus labores que están entre los términos de esta villa y de la de Tembleque en el sitio que llaman la Cañada de Urda, dos hombres en trage de pobres de peregrinos... »

  Estas fueron las primeras líneas de la escritura de donación del silo de don Francisco Rodríguez Palmero a la Orden de San Juan. Aquí aparece por primera vez en un documento el topónimo Cañada de Urda que da nombre al singular paraje donde se encuentra el Santuario del Smo. Cristo del Valle. Es conveniente aclarar que, en este caso, considera cañada como espacio geográfico entre dos sierras próximas entre sí (Sierra de Enmedio y Sierra del Algodor) y no como camino de uso trashumante. En su génesis, el Cristo del Valle, también fue conocido como Cristo de la Cañada.

« El día tres de este año de mil seiscientos ochenta y ocho, cayó a un pozo Isabel de Areyano, vecina de Almonacid, mujer de Juan López Palomo. Sumergiose a la profundidad del y después de un cuarto de hora ascendió sobre el agua y desde allá llamó a Smo. Cristo de la Cañada y la sacaron, no sólo libre, sino sana y buena del susto y del golpe. Testifica este prodigio, Pedro Rodríguez con la autoridad de escribano de la villa de Almonacid. (Milagros del Smo. Cristo del Valle)»

  La toponimia nos ofrece la posibilidad de dibujar el paisaje del pasado, puesto que está cimentado sobre caminos, cañadas, veredas, donde han surgido villas, quinterías y también santuarios.

  Camino de la Cruz del Pobre, Castilnovo, El Bombo, Venta Vieja, Los Turlequejos, El Telégrafo, El Vallao, Las Barracas, Pozo de los Franceses, Las Ánimas, El Calvario, Camino del Cristo... Estudiar cada uno de ellos daría para escribir muchas páginas, pero haremos parada en un camino condenado al mal del olvido y que también forma parte de la historia del Santuario del Smo. Cristo del Valle: el Camino de las Carretas.

  Hasta finales del siglo XVIII (En 1786 se abre el paso de Despeñaperros) las principales vías de comunicación entre Castilla y Andalucía discurrían a través del Valle de Alcudia (Ciudad Real), atravesado por dos caminos importantes: Camino Real de Sevilla a Madrid, que se dirigía directamente a la capital hispalense, y otro más frecuentado que hacía escala en Córdoba, también con destinoa Sevilla, denominado Camino de la Plata (Camino de la Plata deriva del término árabe balath, que significa camino empedrado) o de las Ventas (El Camino de la Plata poseía un número importante de ventas, de ahí que fuese también conocido como Camino de las Ventas). El viaje desde Toledo a Sevilla solía hacerse en ocho etapas). De Toledo partía este camino y se bifurcaba en Ciudad Real, dirigiéndose un ramal hacia los reinos orientales de Jaén y Granada por el Puerto del Muradal en Sierra Morena y otro hacia los reinos occidentales de Córdoba y Sevilla por el Valle de Alcudia.

  Estos caminos tuvieron gran importancia estratégica desde que se estableciera la Casa de Contratación de Indias (Sevilla (1503), Cádiz (1717)) cuyas necesidades de transporte de mercancías de largo recorrido crecieron exponencialmente, haciéndose imprescindibles los servicios de carreteros. Además de estas vías principales, existía otra red transversal de caminos calificados como carreteros o de herradura como es el Camino de las Carretas.

  Camino de las Carretas:

  Este itinerario carreteril conecta por el norte con el Camino Real de Madrid a Sevilla, pasando por Villanueva de Bogas, el Santuario del Smo. Cristo del Valle, la Cañada de Urda (La Cañada de Urda debe su nombre a que el Camino de las Carretas se dirige a esta villa toledana.) y Urda donde, a unas dos leguas de la población, se incorpora al Camino de las Ventas o de la Plata. (Actual Carretera Nacional 401.) A su paso por el término de Turleque, cruza por la antigua Vereda de los Estambreros, actual Ruta del Argar (Itinerario Jacobeo de reciente creación desde Lorca a Santiago de Compostela.) y por el Camino de la Leña (Actualmente se conoce como Carril de la Travesaña.), utilizado por los leñadores temblequeños para ir a Las Serrezuelas.

  En 1497 los Reyes Católicos decretan la creación de la Cabaña Real de Carreteros que durante varios siglos mueven mercancías por todo el reino. Transportan madera a Toledo, azogue desde Almadén, armamento (Tenían contrato de exclusividad con la Corona.), carbón, leña, sal, aceite, trigo, lana, hierro, brea para calafatear los navíos de la Carrera de Indias... Todo ello al paso lento y firme de carretas de bueyes o vacas serranas. La Cabaña Real de Carreteros estaba dividida en tres asociaciones que se repartían el territorio: la de Burgos-Soria, la de Cuenca y la asociación de Ávila.

  El Camino de las Carretas y el Santuario del Smo. Cristo del Valle.

  Las caravanas de carretas que transitaban por la Cañada de Urda vieron de primera mano, en sus idas y venidas, la construcción de un silo en un terreno de labor y, años después, la transformación en un magnífico santuario lleno de gente y vida.

  ¿Cómo iban a imaginar aquellos carreteros que devendría en paraje mítico y finisterre sacro para cientos de peregrinos que llegarían a repostar energía vital ante las sagradas imágenes pintadas en la pared?

  En una época en la que el sol condicionada los ritmos del trabajo y la religión marcaba un tiempo lineal que empezaba con la Creación y acababa con el Juicio Final, el invierno comenzaba con el Adviento y finalizaba con la Cuaresma, los pastores se ajustaban en san Pedro y los gañanes en san Miguel, las trampas (deudas) se pagaban en la Asunción y las primeras uvas se pisaban en san Francisco, cualquier acontecimiento fuera de esa rutina resultaba extraordinario.

  La primavera marcaba la salida de los carreteros. Dejaban sus casas y familias hasta el otoño. En caravanas de treinta yuntas comenzaban su singladura por caminos, cañadas y veredas, haciendo parada en villas, ciudades, ventas y aldeas. La gente, al verlos llegar a sus pueblos se acercaban a hablar con ellos, pues traían una mercancía de incalculable valor:
¡NOTICIAS! Los transportistas eran la única fuente de información que les permitía conocer qué ocurría en otros lugares.

  Hospital, fragua, bodega..., estaban a disposición de peregrinos y, por qué no, también de carreteros que harían un alto en el camino al pasar por el Santuario del Smo. Cristo del Valle. Allí encontrarían un espacio seguro para ellos y sus animales, un plato de comida caliente y la posibilidad de pedir favor ante las pinturas milagrosas del Smo. Cristo y su Sma. Madre. También comprarían alguna estampa o medalla y, de nuevo en el camino, contarían la historia y milagros de este santo lugar allá donde hicieran parada.

  A Baena (Córdoba) y Motril (Granada) llegaron noticias de las pinturas milagrosas y, a buen seguro, los arrieros, carreteros y trajineros que pasaron por el Camino de las Carretastuvieron mucho que ver.

  Actualmente solo nos queda la memoria de nuestros ancestros, el topónimo y una herradura de buey o callo, como recuerdo de la importancia de aquella ruta hasta Andalucía.



FUENTES:

GARCÍA ORTIZ, J. (1995) La villa de Turleque. Diputación de Toledo. Toledo.

GIL ABAD, P. (1983) Junta y Hermandad de la Cabaña Real de Carreteros Burgos-Soria. Diputación Provincial de Burgos. Burgos

JIMENEZ DE GREGORIO, F. (1970) Diccionario de los pueblos de la Provincia de Toledo hasta finalizar de siglo XVIII: población, sociedad, economía e historia. Editorial Católica Toledana. Toledo.
Comentar que Pedro Peinado también ha publicado este trabajo en la página de Facebook de Turleque "Amigos del Carro":
Enhorabuena a Pedro Peinado, por volvernos a mostrar un trocito más de nuestra historia, en este caso ambientada en el Stmo. Cristo del Valle.

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