domingo, 29 de diciembre de 2013

El reloj de la torre de la Iglesia.


Voy a recuperar para este reportaje un vídeo y algunas fotografías de la torre de la Iglesia de Tembleque, y su reloj, que tuve ocasión de grabar hace más de dos años, en julio de 2011, y que por diversos motivos aún no había publicado en el blog; aprovechando que todos los años por estas fechas se habla mucho sobre el reloj de la Puerta del Sol, que nos da la bienvenida al año nuevo, y siempre emiten al respecto varios reportajes sobre su funcionamiento en todas las cadenas de televisión.
Y es que el motivo principal de aquella visita era que había que realizar unos ajustes al reloj de la torre, y quise grabar dichas tareas de mantenimiento, para que todos los temblequeños sepamos algo más sobre su funcionamiento.
Aquella había sido casi mi primera visita a la torre, aparte de la que hice siendo aún un niño, con Antoñete de Sacristán, en los años 80, como otros muchos vecinos, a las entrañas de nuestro monumento más importante. En los últimos meses sí que he tenido ocasión de subir varias veces, como bien sabéis los seguidores del blog, con motivo de las obras de restauración de la Iglesia.
Remontándonos a aquel verano de 2011, me puse en contacto con Jose Luis, a través del ayuntamiento, que muy amablemente me acompañó al interior de la torre, donde pude comprobar que prácticamente nada ha cambiado en las últimas décadas, salvo por unos puntos de luz en forma de bombillas que el propio Jose Luis había colocado en algunas zonas de la estrecha escalera de caracol, cuya construcción se mantiene fiel a sus orígenes.
Grabé con mi antigua cámara, que además tenía visión nocturna, toda la subida hasta la parte final, comprobando en cada descansillo las numerosas marcas de cantero o firmas que muchas personas han dejado plasmadas en sus muros, además de la belleza de una de sus cúpulas internas (foto de la derecha) hacia aproximadamente la mitad de la torre, ahora ennegrecida, parece que por efecto del humo, e imposible de atisbar desde el exterior. La palomina es habitual durante todo el recorrido, hasta llegar a la parte superior, con las mejores vistas panorámicas de Tembleque y alrededores. Estamos en el punto más alto de nuestro pueblo.

Centrándonos en el reloj y su compleja maquinaria, comentaros que lleva ahí desde mediados del siglo XX, donde nuestro vecino Basilio Oliveros, junto con el relojero y otros vecinos, ayudaron a subir esta maquinaria pieza a pieza, por la estrecha escalera, para montarla con sumo cuidado nuevamente al llegar a la parte más alta.
 Desde la Guerra Civil hasta esas fechas, la esfera principal y maquinaria antigua estaban rotas, como podéis observar en esta fotografía de 1945. Dicha esfera se sustituyó por la actual, con iluminación nocturna en forma de tubos fluorescentes. De hecho, aún se mantiene en la parte superior parte de la pesada esfera antigua, de granito, creo recordar.

Las explicaciones sobre el funcionamiento de todo el mecanismo me las voy a ahorrar, pues será el propio Jose Luis, con todo lujo de detalles, el que nos lo comente con sus propias palabras en el siguiente vídeo, que no tiene desperdicio, donde veremos todos los entresijos del reloj, así como el curioso mecanismo que hace repicar las campanas cada hora. No obstante os dejo sendos cuadros explicativos que se encuentran junto al reloj, fechados en mayo de 1972.
Los primeros minutos del vídeo resultan quizás algo incómodos, por no poder mirar por el objetivo de la cámara según avanzábamos. Una vez arriba, y tras unas vistas panorámicas, nos centramos en el mecanismo del reloj. También aquella fue la primera ocasión que tuve oportunidad de ver el estado de las vigas interiores de la estructura, en muy mal estado, un año antes de que comenzaran a restaurarlas.
Es una verdadera lástima que el acceso a lo más alto de la torre no reúna las condiciones mínimas de seguridad y limpieza para ser visitado, aunque sea en pequeños grupos de vecinos o incluso turistas. Al menos esa fue la sensación que me llevé. Espero que en un futuro se acondicione lo mejor posible dicho acceso, pues es una visita que recomendaría a todos los temblequeños. Ya se hace en otras muchas iglesias y catedrales de distintas ciudades o pueblos, tanto en España como en el resto de Europa, con gran éxito. ¿Por qué no en Tembleque, que casi se puede decir que tenemos prácticamente una Catedral, por su tamaño e importancia?

Espero que este reportaje haya sido de interés. Mil gracias a nuestro paisano Jose Luis, operario del ayuntamiento de Tembleque, por su enorme paciencia a la hora de mostrarme todos los entresijos del funcionamiento del reloj, aparte de tener que aguantar mi torpeza a la hora de moverme por el interior de la torre y la bóveda. Queda para el recuerdo esta foto que nos hicimos en la parte superior, aquella calurosa mañana de julio de 2011.
Finalizo este reportaje con un álbum de fotografías que pude tomar, además del vídeo, en aquella visita a la torre de la iglesia de Tembleque.
También recordando el enlace a este reportaje gráfico que nuestro vecino guardiolo Juan Luis Redajo y yo tuvimos ocasión de realizar el año pasado, desde la torre de la iglesia, por complementar más aún este artículo.
  ¡Y Aprovecho la ocasión, con las campanadas a escasas horas, para desearos un feliz año nuevo!

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