miércoles, 13 de diciembre de 2017

Temblequeñas por Benín. Viaje solidario.

Vamos a acompañar a nuestras vecinas de Tembleque, Marta Santiago y Belén Hernández, en un viaje solidario hasta Benín, en África, y así de paso aportar nuestro granito de arena a esta labor, en la cual podemos colaborar. 
Serán ellas mismas las que nos van a explicar de qué se trata, en la siguiente redacción.

Querido pueblo,
Somos dos vecinas de Tembleque que teníamos la necesidad de escribiros para haceros partícipes de una de las experiencias más bonitas y gratificantes que hemos vivido hasta el día de hoy, y a la que este pueblo contribuyó enormemente.
El pasado mes de Febrero viajamos, de la mano de la Fundación Salvador Soler, a Benín (África).
Un viaje que ha cambiado nuestra forma de ver la vida y nos ha hecho, crecer y conectar con la otra parte del mundo.
Pero, antes de nada, queremos poneros en antecedentes y contaros brevemente la bonita e importante labor que desde dicha Fundación se realiza. 
Una de las principales líneas de actividad de la Fundación Salvador Soler es la Cooperación para el Desarrollo. Esta actividad se centra fundamentalmente en Benín, con un amplio abanico de proyectos en materia de AGUA y ENERGÍA (abastecimiento de agua mediante la construcción de pozos en comunidades rurales y centros de salud, canalización de aguas residuales; acceso a la electrificación con energías renovables); EDUCACIÓN (mejora de la educación infantil y la formación y capacitación profesional de la mujer, promoción de jóvenes) y SALUD (apoyo a centros de rehabilitación nutricional; dispensarios médicos y atención de discapacitados, niños de la calle y leprosería).
Aunque también están presentes en Perú, con varias iniciativas para la mejora de la producción de las organizaciones productivas de familias indígenas en extrema pobreza en Ayacucho.
Recientemente surgió en la Fundación un propósito de poner en común programas de actuación, aspectos logísticos y organizativos que pudieran optimizar el esfuerzo de cada una de las entidades solidarias (ONGs y asociaciones religiosas) que trabajan en Benín y es por ello, que desde el año 2015, se organizan Encuentros con el fin de mejorar la coordinación de todos los programas en materia de cooperación al desarrollo que se ejecutan en Benín, y a su vez, poner en común la realidad de la actividad misionera, tanto pastoral como de desarrollo social y ser un punto de encuentro entre las actividades-actuaciones de las congregaciones religiosas y sus vínculos con las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo en España y otros países.
Tras las dos ediciones de los Encuentros de Misioneros – ONGD – Benín llevados a cabo en Madrid en los años 2015 y 2016, la Fundación Salvador Soler organizó, convocó e impulsó la celebración del Primer Encuentro Misioneros – ONGD – Benín los días 22 y 23 de febrero de 2017 en la ciudad de Parakou, Distrito de Bourgou, en BENÍN. 
Los días anteriores y posteriores al Encuentro, la Fundación Salvador Soler quería realizar un recorrido por el país para continuar con el trabajo de identificación de proyectos de Cooperación Internacional y el seguimiento de los proyectos para el desarrollo ya apoyados en materia de agua, educación, salud y promoción de la mujer. Y fue a este viaje, al que decidimos incorporarnos.


¿DÓNDE ESTÁ BENÍN? 

Benín, antiguamente Dahomey, oficialmente la República de Benín, es un país ubicado en el oeste de África. Limita con Togo al oeste, con Nigeria al este y con Burkina Faso y Níger al norte. La capital de Benín es Porto Novo pero su gobierno está en Cotonú, la ciudad más grande del país. Benín cubre un área de 112.620 km2, con una población de aproximadamente 10 millones de personas.
Benín es una nación tropical y subsahariana, dependiente mayoritariamente de la agricultura. La lengua oficial de Benín es el francés. Sin embargo, algunas lenguas indígenas como el fon o el yoruba son habladas comúnmente. La religión más extendida es el catolicismo romano, seguido por cerca del islam, el vudú y el protestantismo. Benín es desde 1990 una de las democracias más estables de África; las libertades públicas son bien respetadas, en particular la libertad de expresión y la libertad de la prensa. El país conoció progresos significativos en términos de gobernanza, aunque la corrupción sigue siendo un grave problema. A pesar de su estabilidad política, Benín es uno de los países más pobres del mundo, ocupando el puesto 165 en el índice de Desarrollo Humano de los 187 países registrados por Naciones Unidas. La esperanza de vida humana en el país se sitúa en los 59 años. La proporción de jóvenes es importante: los menores de 18 años representan al 48 % de la población total. Este fenómeno es todavía más pronunciado en ambiente rural (el 50,4 % contra el 45,3 % en ambiente urbano).

¿CÓMO HA COLABORADO TEMBLEQUE AL DESARROLLO DE BENÍN?

La educación en Benín se caracteriza por una tasa de alfabetización de un 42% en el año 2010, aunque se observa una gran diferencia en la tasa de alfabetización entre jóvenes varones y mujeres, con un 64% entre los jóvenes y un 42% entre las jóvenes de 15 a 24 años. La tasa bruta de escolarización en primaria (2005-2010) se situó en un 60,2% para las mujeres y un 81,8% para los hombres, aunque existe una gran diferencia en las diferentes zonas del país: en el sur de Benín esta cifra se sitúa en un 80% cuando en el norte (localización del proyecto) la tasa se reduce al 35%. La situación de las niñas es aún más complicada, ya que tan solo 83 niñas por cada 100 niños acuden a la escuela. Esto provoca que solamente el 42% de las niñas entre los 15 y 24 años de edad sean capaces de leer y escribir con entendimiento (según datos del Banco Mundial). La escolarización de las mujeres en tercer grado se sitúa en un 19,8% (2005-2010). Esta situación dificulta la entrada de las mujeres en el mundo laboral y perpetúa su dependencia económica con respecto al hombre, factor clave para la desigualdad a la que está sometida la mujer.
Es por eso que desde la Fundación se financian becas de escolarización a familias sin recursos para que sus hij@s puedan acceder a una educación formal y de calidad, que cubren los gastos de matrícula, uniforme y material escolar.
 Ante esta situación y con la intención de no querer irnos con las manos vacías, decidimos elaborar un total de 1000 papeletas solidarias con la idea de recaudar 1000 euros, que irían destinados íntegramente a financiar una beca de escolarización a través de la Misión católica interdiocesana de Fo-Bouré, perteneciente a la Diócesis de N´Dali, en el norte de Benín. 
 A priori, es cierto que no es fácil vender 1000 papeletas, sea cual sea el fin, pero fue una sorpresa y un orgullo comprobar que cuando comenzamos a contar el porqué de dichas papeletas a tod@s nuestros familiares, amig@s y vecin@s de Tembleque, se vendieron TODAS ellas en un mes escaso. Y es por esto, por lo que tenemos la necesidad de escribiros y contaros la parte más bonita de esta aventura, ya que sois tod@s vosotr@s quienes lo habéis hecho posible.
Rafael Quirós, sacerdote madrileño que trabaja en la Misión católica interdiocesana de Fô-Bouré, nos informó en su última visita a España el pasado mes de octubre, que está aportación ha servido para que Aurelie Mamaperteneciente a una familia sin recursos compuesta por once hermanos, siete hermanos de padre y madre y cuatro hermanos por parte de padre, y criada con sus abuelos para poder salir adelante, haya accedido al primer curso de formación como Comadrona en Ouagadougou, capital de Burkina Faso. 
 Desde la Fundación Salvador Soler han querido reconocer también al pueblo de Tembleque está demostración de solidaridad y han dado las gracias a través de la publicación de la noticia en su página web: https://www.unmundosalvadorsoler.org/fundacion/portada.aspx BECAS DE ESCORALIZACIÓN – MISIÓN DE FÔ BOURÉ 2017 – 2018.

 VIAJAR NO COMO ESTAMOS ACOSTUMBRADOS. 

A nivel personal, aún nos encontramos reflexionando cada una de las emociones y diversas sensaciones que este viaje generó en nosotras. Cuando decides prescindir de las comodidades, dejar de ver a tus familiares y amig@s, por poco tiempo que sea, para adentrarte de lleno en otra realidad completamente diferente a la tuya, es cuando aparece la magia. Magia que te hace crecer. Aterrizamos como un libro en blanco y vimos y vivimos África tal cual es, sin maquillaje.
 Increíblemente, en Benín, las personas viven con lo justo y necesario. Y no todos tienen esa suerte. Su día a día está lleno de dificultades y, sin embargo, también está lleno de sonrisas. Sonrisas que nos regalaron a cada segundo de toda nuestra estancia allí y que nos recordaron que es lo que realmente importa. No podemos dejar de pensar lo afortunadas que debemos sentirnos, pero, por otro lado, lo desafortunadas que podemos llegar a ser si perdemos algún día esta referencia. Somos afortunadas, porque vivimos con la posibilidad de sobrepasar hasta lo que es necesario, tenemos todo que necesitamos y más, mucho más. Y desafortunadas, en cambio, porque nada parece ser suficiente.
¿Qué es lo que realmente necesitamos para ser felices? Esta es una pregunta que aún nos hacemos. Esta experiencia ha hecho que valoremos las pequeñas cosas y nos ha enseñado a poner el foco dónde verdaderamente hay que ponerlo. La vida se compone de momentos, de emociones, de compartir, de sentir, de ser libres, de querer y de saber disfrutar de todo ello. Y lo vivido en Benín, hace que lo recordemos cada día.
Para nosotras ha sido una experiencia enriquecedora en todos los aspectos, un huracán de sensaciones nuevas. Y sin duda, han sido ellos los que nos han hecho un favor a nosotras y no al revés.
Desde el blog, me gustaría dar mi más sincera enhorabuena a nuestras paisanas, por esta labor solidaria, de la que estaremos muy atentos, pues para el próximo mes de enero, volverán de viaje a Benín. En breve informaremos de la manera de colaborar, a través de la venta de papeletas solidarias.

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